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AMIDONE LIQUID Solución
Marca

AMIDONE LIQUID

Sustancias

METADONA

Forma Farmacéutica y Formulación

Solución

Presentación

1 Caja, 1 Frasco con gotero, 30 ml,

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada mL de SOLUCIÓN contiene:
Clorhidrato de Metadona 10 mg
Vehículo, cbp 1 mL
1 mL es equivalente a 30 gotas.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS: AMIDONE LIQUID está indicado para el alivio de dolor severo, el síndrome de abstinencia a los opioides y el mantenimiento temporal de pacientes farmacodependientes.

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:

Farmacodinamia: Metadona es un analgésico narcótico sintético con varias propiedades similares a las de la morfina, siendo las principales: la actividad analgésica y las propiedades para el manejo del síndrome de abstinencia a narcóticos. Este fármaco produce únicamente euforia leve y tiene la capacidad de inducir el desarrollo de síntomas de abstinencia más ligeros y de menor intensidad a diferencia de la morfina, el inicio de su acción terapéutica es más lento y su efecto más prolongado, el cual puede desaparecer hasta 24-48 después de la última dosificación.

A la fecha, su mecanismo de acción no ha sido precisado, pero se piensa que actúa inhibiendo selectivamente la liberación de neurotransmisores de las terminaciones nerviosas aferentes que conducen a estímulos dolorosos. Se sabe, además, que Metadona es un agonista de los receptores opioides mu, principalmente; en menor medida de los receptores kappa.

Farmacocinética:

Absorción:
Metadona se absorbe rápidamente en el tubo digestivo tras su administración oral, se han registrado concentraciones plasmáticas máximas a las 1-5 horas.

Distribución: Este fármaco se distribuye ampliamente en tejidos, difunde a través de la barrera placentaria y se ha detectado en la leche materna. Su unión a proteínas plasmáticas es de aproximadamente 60-90%, siendo la glucoproteína ácida alfa-1 la principal, y su vida media es de 15-30 horas, la cual puede incrementarse con el uso de dosis repetidas debido a los efectos acumulativos.

Metabolismo: Con la biotrasformación hepática de metadona se obtienen sus principales metabolitos resultado de la N- desmetilación y ciclización, que forma pirrolidinas y pirrolina.

La principal enzima encargada del metabolismo de este principio activo es la CYP3A4, aunque existen otras isoenzimas que pueden participar en dicho proceso.

Excreción: Su eliminación es predominantemente renal y se puede incrementar cuando la orina es ácida. Fracciones restantes son eliminadas por la bilis detectándose pequeñas cantidades del fármaco.

CONTRAINDICACIONES: No se administre metadona en personas con antecedentes de hipersensibilidad a metadona y/o componentes de la fórmula.

Como con otros analgésicos opioides, el uso de metadona debe evitarse en los siguientes casos:

Depresión respiratoria: Metadona puede causar depresión respiratoria debido a su efecto directo sobre el centro respiratorio. La depresión respiratoria se presenta con mayor frecuencia en personas sensibles a la metodona o con el uso de dosis altas. Por lo tanto, su empleo está contraindicado en todos los eventos que presenten depresión respiratoria.

Traumatismo craneoencefálico e hipertensión intracraneal: En caso de traumatismo craneoencefálico (TCE) y en otras entidades donde se presente hipertensión intracraneal, se debe tomar en cuenta que metadona puede incrementar la presión intracraneal, enmascarando el curso clínico del TCE.

Dolor abdominal agudo: Metadona tiene acciones sobre el músculo liso, a nivel gastrointestinal, que modifica la motilidad y el tono, por lo tanto, en los casos de dolor abdominal agudo puede enmascarar el diagnóstico y el curso de la enfermedad.

Además, metadona está contraindicada en casos de intoxicación etílica aguda, delirium tremens y en pacientes que estén en tratamiento con depresores del sistema nervioso central (SNC).

De igual manera, el uso de metadona durante el embarazo y la lactancia está contraindicado. Así como su uso vía IV o en pacientes con enfermedad hepática, niños o en obstetricia (debido al incremento en la duración del efecto y posible depresión respiratoria en el neonato).

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA: No se han realizado estudios controlados en mujeres embarazadas; sin embargo, no se recomienda utilizar metadona en estos casos, ya que pudiera causar síndrome de abstinencia a los narcóticos en el recién nacido. No se justifica su uso como analgesia obstétrica por el riesgo potencial de causar depresión respiratoria en neonato, especialmente cuando se utiliza dosis altas. Se ha detectado la presencia de metadona en leche materna, por lo que no se recomienda su uso durante el periodo de lactancia o terapia con el fármaco, valorando los riesgos y beneficios tanto en la madre como en el recién nacido.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Las reacciones adversas más frecuentes observadas con metadona son mareos, sedación, náuseas y vómito.

Otros efectos adversos incluyen:

SNC.:
Euforia, disforia, debilidad, cefalea, insomnio, agitación, desorientación y disturbios visuales.

Gastrointestinales: Boca seca, anorexia, constipación y espasmos del tracto biliar.

Cardiovasculares: Bradicardia, palpitaciones y síncope.

Genitourinarios: Retención urinaria, efecto antidiurético y reducción de la líbido e impotencia.

Alérgicos: Prurito, urticaria, rash, edema y, raramente, urticaria hemorrágica.

Hematológicos: Trombocitopenia reversible ha sido descrita en adictos a narcóticos con hepatitis crónica.


PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: No se han realizado estudios adecuados con metadona sobre los efectos de carcinogénesis, mutagénesis, teratogénesis ni sobre la fertilidad.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: El uso concomitante de metadona con medicamentos depresores del SNC y/o alcohol puede exacerbar los efectos depresores sobre éste.

La combinación de agentes que tienen actividad anticolinérgica con metadona puede incrementar el riesgo de distensión abdominal grave, pudiendo aparecer íleo paralítico y/o retención urinaria.

Los inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO) pueden aumentar el riesgo de hipertensión o hipotensión arterial, depresión respiratoria y colapso cardiovascular.

Los antihipertensivos y diuréticos pueden causar hipotensión arterial cuando se combinan con metadona. Los acidificantes urinarios pueden incrementar la eliminación de metadona disminuyendo en consecuencia los niveles plasmáticos con lo que se favorece la aparición del síndrome de abstinencia. Tanto fenitoína como rifampicina pueden incrementar el metabolismo de metadona, pudiendo precipitar el síndrome de abstinencia a los narcóticos en pacientes farmacodependientes.

Los pacientes adictos a la heroína que se encuentran dentro de programas de desintoxicación con metadona pueden experimentar síntomas de abstinencia a los narcóticos con el uso de pentazocina.

ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: No se han reportado hasta la fecha.

PRECAUCIONES GENERALES: Metadona debe utilizarse con precaución en pacientes ancianos y debilitados en personas con alteración de la función renal y hepática; enfermedad de Addison, hipotiroidismo e hipertrofia prostática. Metadona suprime el reflejo de la tos, por lo que se debe poner especial atención al utilizarlo durante el periodo postoperatorio y en enfermedad pulmonar.

Este medicamento puede disminuir las habilidades para la operación de maquinaria, conducción de vehículos y otras actividades que requieren movimientos rápidos y precisos.

Metadona puede causar dependencia a fármacos del tipo morfina y, por lo tanto, tiene el potencial para que exista un abuso durante su uso. La dependencia psíquica, física y la tolerancia puede desarrollarse con la administración repetida de Metadona. Este fármaco debe ser prescrito y administrado apropiadamente con el mismo grado de precaución utilizado durante el uso de morfina.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Oral.

Para efectos analgésicos: Administrar 5 a 20 mg cada 4 a 8 horas, pudiendo modificar las dosis como intervalo de tiempo de administración, si así se requiere.

Para el manejo del síndrome de abstinencia: Una dosis inicial de 15 a 20 mg el primer día suele ser suficiente para suprimir los síntomas de abstinencia. Al día siguiente se puede administrar hasta 40 mg diarios, como tratamiento estabilizante por espacio de 2 a 3 días. Posteriormente, la dosis se debe reducir gradualmente al 10 al 20% de la dosis original a intervalos de 1 a 2 días.

El tratamiento no debe sobrepasar de 21 días.

Para mantenimiento: Los pacientes adictos que son candidatos a programas de rehabilitación deben ser cuidadosamente seleccionados.

Las dosis recomendadas son de 20 a 40 mg al día por un periodo de 6 meses a 1 año, posteriormente se debe reducir gradualmente la dosis en un rango de 5% por semana.

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: Metadona es un opioide y produce efectos similares a los de la morfina. Los casos graves de sobredosificación con metadona están caracterizados por miosis, depresión respiratoria, somnolencia, coma, flacidez musculoesquelética que puede progresar a hipotensión, apnea, bradicardia y muerte. Puede ocurrir edema pulmonar no cardiaco y el monitoreo de la depresión de relleno del corazón puede ser necesaria.

Tratamiento: El manejo inmediato de la sobredosis por opioides debe incluir el aseguramiento de las vías aéreas y ventilación de soporte y perfusión. Naloxona puede ser administrado para antagonizar los efectos opioides, pero las vías aéreas deben ser aseguradas ya que puede presentarse vómito. La duración del efecto de metadona es mucho mayor (36-48 horas) que la duración del efecto de naxolona (1-3 horas) y dosis repetidas (o infusiones intravenosas repetidas) de naxolona pueden ser requeridas.

Si el paciente ha abusado de opioides crónicamente, la administración de naxolona puede precipitar en un síndrome de abstinencia que puede incluir bostezos, lagrimeo, transpiración, dilatación de pupilas, piloerección, vómito, diarrea y espasmos abdominales. Si se desarrollan estos síntomas, éstos se deben disminuir rápidamente mientras que los efectos de naxolona se disipen.

Se deben de monitorear meticulosamente y mantener en los límites aceptables, los signos vitales del paciente, gases en sangre, electrólitos, etc. La absorción de fármacos desde el tracto gastrointestinal puede ser disminuida por la administración de carbón activado, que en muchos casos, es más efectivo que el vómito o lavado gástrico; se debe considerar el carbón activado en vez de o en adicción al lavado gástrico. Dosis repetidas de carbón activado en un cierto plazo pueden acelerar la eliminación de algunos fármacos que han sido absorbidos.

No ha sido establecido el beneficio de la diuresis forzada, diálisis peritoneal o hemoperfusión de carbón activado para el tratamiento de la sobredosis con metadona.

PRESENTACIÓN: Caja con frasco con 30 mL y gotero de 1 mL.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Consérvese el frasco bien tapado a no más de 30°C.

LEYENDAS DE PROTECCIÓN:

Literatura exclusiva para médicos. Su venta requiere receta o permiso especial con código de barras. No se deje al alcance de los niños. No se use en el embarazo y lactancia. Su uso prolongado aun a dosis terapéuticas puede causar dependencia. Este medicamento puede disminuir las habilidades para la operación de maquinaria, conducción de vehículos y otras actividades que requieren movimientos rápidos y precisos. No se administre junto con bebidas alcohólicas.

Hecho en México por:

Neolpharma, S.A. de C.V.

Blvd. de los Ferrocarriles No. 277,

Col. Industrial Vallejo, C.P. 02300,

Deleg. Azcapotzalco, D.F., México.

Para:

PSICOFARMA, S.A. de C.V.

Calzada de Tlalpan No. 4369,

Col. Toriello Guerra, C. P. 14050,

Deleg. Tlalpan, D.F., México.

Reg. Núm. 229M2012, SSA I