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ANFEBUTAMONA TEMPUS Tabletas de liberación prolongada
Marca

ANFEBUTAMONA TEMPUS

Sustancias

ANFEBUTAMONA

Forma Farmacéutica y Formulación

Tabletas de liberación prolongada

Presentación

1 Caja, 15 Tabletas de liberación prolongada, 150 mg

1 Caja, 30 Tabletas de liberación prolongada, 150 mg

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada TABLETA contiene:
Clorhidrato de anfebutamona 150 mg
Excipiente cbp 1 tableta

Sinónimos del nombre genérico:
BAN (British Approved Names) Bupropión.
USAN (United States Adopted Names) Clorhidrato de Bupropión.
INN (International Nonproprietary Names) Anfebutamona.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS:

Depresión: Anfebutamona se indica para el tratamiento de enfermedades depresivas.

Coadyuvante para suprimir el hábito del tabaquismo: Anfebutamona está indicado para el tratamiento de la dependencia a la nicotina, como coadyuvante para suprimir el hábito de tabaquismo.

La eficacia de Anfebutamona en el tratamiento de la dependencia a la nicotina también se ha demostrado en poblaciones de fumadores con enfermedades cardiovasculares estables y/o en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, así como en fumadores que han intentado previamente dejar de fumar (véase Farmacodinamia).

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:

Propiedades farmacológicas: En un estudio realizado en voluntarios sanos, no se observaron efectos significativos en el intervalo QTcF al administrar tabletas de anfebutamona de libración prolongada (450 mg/día), en comparación con la administración de placebo, después de 14 días de dosificación hasta alcanzar el estado estacionario.

Farmacocinética:

Absorción: Después de la administración oral de anfebutamona a voluntarios sanos, se lograron concentraciones plasmáticas máximas de anfebutamona aproximadamente a las 3 horas.

Tres estudios sugieren que la exposición a anfebutamona puede incrementarse cuando las tabletas de liberación prolongada se toman con los alimentos. Cuando se administró después de los alimentos, las concentraciones plasmáticas máximas de anfebutamona (Cmáx) sufrieron un aumento de 11%, 16% y 35% en los tres estudios. La exposición total a anfebutamona (ABC) aumentó en un 17%, 17% y 19% en los tres estudios.

Anfebutamona (bupropión) y sus metabolitos exhiben una cinética lineal después de la administración crónica de 150 a 300 mg diarios.

Distribución: La anfebutamona se distribuye ampliamente con un volumen aparente de distribución de aproximadamente 2,000 L. La anfebutamona y el hidroxibupropión se fijan, de manera moderada, a las proteínas plasmáticas (84% y 77%, respectivamente).

El grado de fijación proteica del metabolito treohidrobupropión es de aproximadamente la mitad del observado con la anfebutamona.

Metabolismo: La anfebutamona (bupropión) se metaboliza ampliamente en los humanos. En el plasma, se han identificado tres metabolitos farmacológicamente activos: hidroxibupropión y los isómeros de amino-alcohol, treohidrobupropión y eritrohidrobupropión. Es posible que éstos tengan alguna importancia clínica, ya que sus concentraciones plasmáticas son tan altas, o mayores, que las de anfebutamona.

Las concentraciones plasmáticas máximas de hidroxibupropión y treohidrobupropión se alcanzan cerca de 6 horas después de la administración de una dosis única de anfebutamona. No se pueden medir los niveles de eritrohidrobupropión en el plasma después de administrar una dosis única de anfebutamona. A su vez, los metabolitos activos se metabolizan adicionalmente a metabolitos inactivos, los cuales se excretan en la orina.

Los estudios in vitro indican que la anfebutamona (bupropión) se metaboliza a su metabolito activo principal, el hidroxibupropión, a través de la isoenzima CYP2B6, principalmente, mientras que los citocromos P450 no están implicados en la formación de treohidrobupropión (véase interacciones medicamentosas y de otro género).

Tanto la anfebutamona como el hidroxibupropión son inhibidores competitivos, relativamente débiles, de la isoenzima CYP2D6 con valores de Ki de 21 y 13.3 μM, respectivamente. En voluntarios humanos identificados como amplios metabolizadores de la isoenzima CYP2D6, la administración concomitante de anfebutamona y desipramina, ocasionó aumentos de 2 y 5 veces en la Cmáx y el ABC de desipramina, respectivamente. Este efecto estuvo presente por cuando menos siete días después de la última dosis de anfebutamona. Puesto que la anfebutamona no se metaboliza por la vía de la CYP2D6, no se pronostica que la desipramina afecte la farmacocinética de la anfebutamona. Se recomienda tener precaución al administrar anfebutamona con sustratos para la vía CYP2D6 (véase interacciones medicamentosas y de otro género).

Después de la administración oral de una dosis simple de 150 mg de anfebutamona, no hubo diferencias en la Cmax, vida media, Tmax, ABC, o depuración del anfebutamona, o sus metabolitos principales, entre los fumadores y los no fumadores.

Se ha demostrado que la anfebutamona induce su propio metabolismo en animales después de la administración subcrónica. En los humanos no hay indicios de inducción enzimática de anfebutamona (bupropión) o hidroxibupropión en pacientes o voluntarios que recibieron las dosis recomendadas de anfebutamona durante 10 a 45 días.

En un estudio realizado en voluntarios sanos, el ritonavir, administrado a una dosis de 100 mg dos veces al día, redujo el ABC y la Cmáx de la anfebutamona en 22% y 21%, respectivamente. El ABC y la Cmáx de los metabolitos de la anfebutamona experimentaron un decremento de 0 a 44%. En un segundo estudio realizado en voluntarios sanos, el ritonavir administrado a una dosis de 600 mg dos veces al día, redujo el ABC y la Cmáx de la anfebutamona en 66 y 62%, respectivamente. El ABC y la Cmáx de los metabolitos de la anfebutamona experimentaron un decremento de 42 a 78%.

En otro estudio realizado en voluntarios sanos, la administración de 400 mg de lopinavir/100 mg de ritonavir 2 veces al día, redujo el ABC y la Cmáx de anfebutamona en 57%. El ABC y la Cmáx del hidroxibupropión disminuyeron 50 y 31%, respectivamente.

Eliminación: Después de la administración oral de 200 mg de 14C-bupropión en humanos, se recuperó el 87% y 10% de la dosis radioactiva en la orina y heces, respectivamente. La fracción de la dosis de anfebutamona excretada en forma inalterada sólo representó un 0.5%, lo cual es un hallazgo que coincide con el amplio metabolismo de la anfebutamona. Menos del 10% de esta dosis de 14C fue cuantificada en la orina como metabolitos activos.

La depuración promedio aparente, posterior a la administración oral de anfebutamona, es de aproximadamente 200 L/h y el promedio de la vida media de eliminación de la anfebutamona es de aproximadamente 20 horas.

La vida media de eliminación del hidroxibupropión es de aproximadamente 20 horas, y su área bajo la curva de tiempo frente a concentración plasmática del fármaco (ABC), en estado estacionario, es de aproximadamente 17 veces la de la anfebutamona (bupropión). Las vidas medias de eliminación de treohidrobupropión y eritrohidrobupropión son más prolongadas (37 y 33 horas, respectivamente) y los valores del ABC en estado estacionario son 8 y 1.6 veces mayores que los de la anfebutamona, respectivamente. El estado estacionario para la anfebutamona y sus metabolitos se alcanza en 8 días.

Pacientes de edad avanzada: Los estudios farmacocinéticos realizados en pacientes de edad avanzada han mostrado resultados variables. Un estudio realizado con dosis únicas demostró que la farmacocinética de la anfebutamona y sus metabolitos, observada en pacientes de edad avanzada, no difiere de la que exhiben los adultos más jóvenes. Otro estudio farmacocinético, realizado con dosis tanto únicas como múltiples, ha sugerido que existe la posibilidad de que en los pacientes de edad avanzada ocurra una acumulación de anfebutamona y sus metabolitos a un mayor grado. La experiencia clínica existente no ha identificado alguna diferencia en la tolerabilidad exhibida entre ancianos y pacientes más jóvenes, pero no se puede excluir que los pacientes mayores experimenten una mayor sensibilidad.

Pacientes con insuficiencia renal: La eliminación de anfebutamona y sus principales metabolitos puede verse afectada por una reducción en la función renal (véase precauciones generales). En sujetos con insuficiencia renal moderada a severa o en etapa terminal, se observó un incremento en el nivel de exposición a la anfebutamona y/o sus metabolitos.

Pacientes con insuficiencia hepática: La farmacocinética de la anfebutamona y sus metabolitos activos no fue estadística y significativamente diferente en los pacientes con cirrosis de grado leve a moderado, en comparación con voluntarios sanos, aunque se observó una mayor variabilidad entre los pacientes individuales. En los pacientes con cirrosis hepática severa, la Cmáx y el ABC de la anfebutamona aumentaron sustancialmente (diferencia promedio de aproximadamente 70% y 3 veces, respectivamente) y tuvieron una mayor variabilidad, al compararse con los valores obtenidos en voluntarios sanos; la vida media promedio también fue más prolongada (aproximadamente 40%). Para los metabolitos, la Cmáx promedio fue más baja (aproximadamente 30 a 70%), el ABC promedio tendió a ser más alta (aproximadamente 30 a 50%), el Tmáx mediano fue tardío (aproximadamente 20 h), y las vidas medias promedio fueron más prolongadas (aproximadamente 2 a 4 veces) que en voluntarios sanos (véase precauciones generales). Farmacodinamia:

Código ATC:

Grupo farmacoterapéutico: Otros antidepresivos, código ATC: N06 AX12

Mecanismo de acción:

Depresión y supresión del hábito del tabaquismo: La anfebutamona es un inhibidor selectivo de la recaptura neuronal de catecolaminas (noradrenalina y dopamina), el cual exhibe un mínimo efecto en la recaptura de indolaminas (serotonina) y no inhibe la monoamino oxidasa. Se desconoce el mecanismo de acción de la anfebutamona, al igual que el de otros antidepresivos, así como el mecanismo mediante el cual mejora la habilidad de los pacientes para dejar de fumar. Sin embargo, se asume que su acción es mediada por mecanismos noradrenérgicos y/o dopaminérgicos.

Estudios clínicos:

Depresión: La formulación de anfebutamona es bioequivalente a la anfebutamona de liberación inmediata bajo condiciones estables. En dos pruebas controladas con placebo, de 8 semanas de duración y realizadas en pacientes adultos ambulatorios, se ha demostrado la eficacia de anfebutamona en el tratamiento de la depresión. En la primera prueba con dosis fijas, anfebutamona, administrada a dosis de 150 mg/día y 300 mg/día, fue superior al placebo en la puntuación total de la HAM-D (Escala de Hamilton para evaluación de la depresión), la puntuación de severidad de la CGI (por sus siglas en inglés de Clinical Global Impression: Impresión Clínica Global), y la puntuación de mejoría de CGI. En el segundo estudio con dosis flexibles, anfebutamona, administrada a una dosis de 50-150 mg una vez al día, fue superior al placebo en la puntuación total de la HAM-D, MADRS (por las siglas en inglés para Montgomery-Asberg Depression Rating Scale: Escala de Calificación de Depresión de Montgomery-Asberg) y en las puntuaciones de severidad y mejoría de CGI; además, anfebutamona, administrada a una dosis de 50-150 mg dos veces al día, se aproximó a puntuaciones estadísticamente significativas en las cuatro escalas de depresión. En las pruebas controladas de hasta 16 semanas de duración, y realizadas en pacientes ambulatorios, también se demostró que anfebutamona posee una eficacia antidepresiva similar a la de los ISRSs sertralina, fluoxetina, y paroxetina. El primer estudio consistió en uno controlado de 16 semanas de duración, realizado en pacientes adultos ambulatorios, en el cual se comparó anfebutamona, administrado a dosis de 150-300 mg/día, con sertralina, a 50-200 mg/día. Éste fue seguido por 2 estudios controlados con placebo, de 8 semanas de duración, en los que se comparó anfebutamona (150-400 mg/día) y sertralina (50-200 mg/día) en pacientes adultos ambulatorios; dos estudios controlados con placebo, de 8 semanas de duración, en los que se comparó anfebutamona (150-400 mg/día) y fluoxetina (20-60 mg/día) en pacientes adultos ambulatorios; y una prueba controlada, de 6 semanas de duración, en la que se comparó anfebutamona(100-300 mg/día) y paroxetina (10-40 mg/día) en pacientes ambulatorios de edad avanzada. En todos los estudios, anfebutamona y el ISRS mostraron eficacias similares en el tratamiento de la depresión, según las puntuaciones totales de la HAM-D y en las puntuaciones de mejoría y gravedad de CGI. La incidencia de casos de disfunción sexual (con base en el criterio del DSM-IV y evaluada a través de entrevistas dirigidas por un investigador) fue significativamente mayor con los ISRSs fluoxetina y sertralina que con la anfebutamona. Además, la anfebutamona se asoció con una menor incidencia de sedación a lo largo de todos los estudios realizados con ISRS.

En un estudio a largo plazo (52 semanas) para la prevención de recidivas, realizado en pacientes adultos ambulatorios, se estableció la eficacia de anfebutamona en la prevención de recidivas de depresión. Los pacientes que respondieron al tratamiento abierto, de 8 semanas de duración, con 300 mg/día de anfebutamona, fueron distribuidos al azar para recibir su misma dosis de anfebutamona o placebo. Los pacientes que continuaron bajo tratamiento con anfebutamona experimentaron tasas de recidiva significativamente inferiores, durante las 44 semanas posteriores, en comparación con las experimentadas por los pacientes que recibieron placebo. La anfebutamona fue bien tolerada durante la terapia a largo plazo, no se presentaron cambios clínicamente significativos en los signos vitales, a partir de la línea basal, y hubo pequeñas pérdidas de peso promedio que aumentaron al elevarse el peso corporal de la línea basal.

En el estudio ZYB40014, los sujetos exhibieron, por lo menos, alguno de los siguientes trastornos, ya sea con o sin hipertensión controlada: historial de infarto de miocardio, historial de intervención quirúrgica cardiaca, angina de pecho, insuficiencia venosa periférica o insuficiencia cardiaca congestiva clase I o II. Aunque estos pacientes eran de mayor edad, menos saludables y habían fumado más cigarrillos a lo largo de su vida, la eficacia de la anfebutamona de liberación sostenida en estos pacientes médicamente comprometidos fue muy similar a la que se observó en estudios previos con anfebutamona de liberación prolongada, realizados en toda la población que padece tabaquismo.

Supresión del hábito del tabaquismo: En estudios clínicos, el tratamiento con anfebutamona redujo los síntomas de supresión en comparación con placebo, y también mostró indicios de reducción del deseo vehemente por el cigarrillo o el apremio por fumar, comparado con el placebo. Tres estudios (estudios 403, 405 y ZYB40017) demostraron eficacia en una población de fumadores motivados para dejar de fumar. El estudio 403 fue un estudio con límites de dosis que indicó que anfebutamona fue eficaz, y que 300 mg fue la dosis de mayor eficacia. El estudio 405 demostró que anfebutamona fue más eficaz que el sistema transdérmico de nicotina (NTS), y que una combinación de anfebutamona y NTS condujo a una eficacia numéricamente mayor que cualquiera de los tratamientos por sí solo. El estudio ZYB40017 confirmó adicionalmente la eficacia de anfebutamona en una población grande de fumadores. La medida de eficacia primaria en cada uno de estos estudios fue la abstinencia continua de fumar por un periodo de cuatro semanas (comenzando en la semana 4 hasta el final de la semana 7 de la fase de tratamiento). Esta medida de eficacia es el criterio regulador internacional generalmente aceptado para la aprobación de un tratamiento para dejar de fumar. Se ha visto que el tratamiento a largo plazo con anfebutamona previene la recurrencia de fumar. El estudio 406 demostró que los pacientes distribuidos al azar a anfebutamona, por un periodo de hasta 52 semanas, tuvieron un tiempo mediano más prolongado para la recurrencia en comparación con los pacientes distribuidos aleatoriamente al placebo.

Los estudios AK1A4013 y ZYB40014 demostraron el beneficio de anfebutamona como un tratamiento para dejar de fumar en poblaciones de fumadores con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y enfermedades cardiovasculares estables. En el estudio ZYB40014, los sujetos tenían cuando menos uno de los siguientes trastornos, ya fuera con o sin hipertensión controlada: historial de infarto de miocardio, historial de procedimiento cardiaco con intervención, angina estable, enfermedad vascular periférica, o insuficiencia cardiaca congestiva clase I o II. Aunque estos pacientes fueron de mayor edad, menos sanos, y habían fumado más cigarrillos por un tiempo más prolongado, la eficacia de anfebutamona en estos pacientes médicamente deteriorados, fue considerablemente comparable con lo que se vio en los estudios iniciales con anfebutamona en la población fumadora general. Significativamente, más pacientes con enfermedades cardiovasculares bajo tratamiento con anfebutamona, comparados con placebo, permanecieron abstinentes continuamente durante las 4-7 semanas del estudio, y hasta por 12 meses, mientras que casi dos veces el número de pacientes con EPOC que recibió anfebutamona alcanzó una abstinencia continua durante las 4-7 semanas de tratamiento, y hasta el seguimiento de 6 meses, que los que recibieron placebo.

Anfebutamona es igualmente eficaz en la terapia de sustitución de usuarios previos de terapia de reemplazo de nicotina (NRT), en comparación con los que no habían usado NRT, y la eficacia se ha demostrado en fumadores que usaron anfebutamona en un intento previo de dejar de fumar. Un análisis retrospectivo de un estudio controlado con placebo, sugiere que anfebutamona muestra tasas de eficacia que son equivalentes en fumadores que han usado previamente NRT, y en los que no lo usaron. Dos estudios (ZYB40003 y ZYB40001) han demostrado la eficacia a largo plazo de anfebutamona en fumadores que habían usado previamente anfebutamona (bupropión) en un intento de dejar de fumar.

En un estudio aleatorizado, doblemente ciego, controlado con placebo y realizado con anfebutamona de liberación prolongada en adultos fumadores hospitalizados, los cuales padecían enfermedad cardiovascular aguda, anfebutamona de liberación prolongada mejoró las tasas de antitabaquismo a corto plazo, mas no a largo plazo, de una manera más eficiente que los programas de asistencia psicológica por sí solos. Aparentemente, la anfebutamona de liberación prolongada fue bien tolerada durante el periodo de tratamiento en pacientes fumadores hospitalizados con enfermedad cardiovascular aguda.

CONTRAINDICACIONES:

El uso de anfebutamona está contraindicado en pacientes con:

• Antecedentes de hipersensibilidad a anfebutamona o cualquiera de los componentes de la fórmula.

• Trastornos convulsivos.

• En los pacientes sometidos a una suspensión abrupta de alcohol o sedantes como benzodiacepinas.

• No debe administrase a pacientes que actualmente se encuentren bajo tratamiento con cualquier otro medicamento que contenga anfebutamona, ya que la incidencia de las convulsiones es dependiente de la dosis.

• Diagnóstico actual o previo de bulimia o anorexia nerviosa, ya que en esta población de pacientes se observó una mayor incidencia de convulsiones cuando se administró anfebutamona de liberación inmediata.

• Uso concomitante con inhibidores de la monoamino oxidasa (IMAOs). Deberá transcurrir un periodo mínimo de 14 días entre la suspensión de la terapia con IMAOs irreversibles y el inicio del tratamiento con anfebutamona.

• No se use en el embarazo y lactancia.

• No se use en pacientes menores de 18 años.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:

Fertilidad: No existen datos sobre el efecto de la anfebutamona sobre la fertilidad humana. Un estudio de reproducción en ratas no reveló evidencia de disminución en la fertilidad (véase información de seguridad preclínica).

Embarazo: Algunos estudios epidemiológicos sobre desenlaces del embarazo después de la exposición materna a anfebutamona en el primer trimestre, han reportado una asociación con un incremento en el riesgo de desarrollar algunas malformaciones cardiovasculares congénitas. Estos hallazgos no son consistentes entre todos los estudios. El médico prescriptor necesitará ponderar la opción de tratamientos alternativos para mujeres que estén embarazadas o estén planeando embarazarse, y solamente deberán prescribir anfebutamona si los beneficios esperados son mayores que los riesgos potenciales.

En el Registro Internacional de Embarazos, la proporción observada prospectivamente de defectos cardiacos congénitos en embarazos con exposición prenatal a anfebutamona en el primer trimestre, fue de 9/675 (1.3%).

En un estudio retrospectivo, realizado en una base de datos de atención asistida (n = 7,005 lactantes), no se observó una mayor proporción de malformaciones congénitas (2.3%) o cardiovasculares (1.1%), asociadas con la exposición a la anfebutamona durante el primer trimestre del embarazo (n = 1,213 lactantes), en comparación con el uso de otros antidepresivos durante el primer trimestre (n = 4,743 lactantes; 2.3% y 1.1% para malformaciones congénitas y cardiovasculares, respectivamente), o con el uso de anfebutamona fuera del primer trimestre (n = 1,049 lactantes: 2.2% y 1.0%, respectivamente).

En un análisis retrospectivo de casos y controles, utilizando información del Estudio Nacional de Prevención de Defectos Congénitos, hubo 12,383 casos de lactantes y 5,869 lactantes control. Se observó una asociación estadísticamente significativa entre la ocurrencia de un defecto del tracto de salida del ventrículo izquierdo en el lactante y el uso auto-reportado de anfebutamona por la madre en las primeras etapas del embarazo (n = 10; OR ajustada = 2.6; IC de 95%: 1.2, 5.7). No se observó asociación alguna entre el uso materno de anfebutamona y cualquier otro tipo de defecto cardiaco o con todas las categorías de defectos cardiacos combinados.

Un análisis adicional de casos y controles, de información obtenida del Estudio de Defectos Congénitos en el Centro de Epidemiología Slone, incluyó 7,913 casos de lactantes con defectos cardiacos y 8,611 controles. En este análisis no se encontró un incremento estadísticamente significativo de defectos del tracto de salida del ventrículo izquierdo, con el uso materno de anfebutamona (n = 2; OR ajustada = 0.4; IC de 95%: 1, 1.6). Sin embargo, se observó una asociación estadísticamente significativa para defectos del tabique interventricular (n = 17; OR ajustada = 2.5; IC de 95%: 1.3, 5.0) después del uso de anfebutamona sola durante el primer trimestre.

Lactancia: Debido a que la anfebutamona y sus metabolitos se excretan en la leche materna, no se recomienda la alimentación al seno materno durante el tratamiento con Anfebutamona.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:

Depresión:

La siguiente lista proporciona información sobre los efectos adversos, clasificados por Clase de Órganos y Sistemas que se identificaron a partir de la experiencia clínica.

Los efectos adversos se clasifican bajo títulos de frecuencia de incidencia, haciendo uso de la siguiente convención; muy común (≥ 1/10); común (≥ 1/100, < 1/10); no común (≥ 1/1,000, < 1/100); raro (≥ 1/10,000, < 1/1,000), muy raro (< 1/10,000).

Trastornos del sistema inmunitario (véase también trastornos de la piel y del tejido subcutáneo):

Comunes: Reacciones de hipersensibilidad como urticaria.

Muy raros: Reacciones de hipersensibilidad de grado más grave, incluyendo angioedema, disnea/broncoespasmo y choque anafiláctico. También se han comunicado artralgia, mialgia y fiebre, en asociación con exantema y otros síntomas que sugieren la existencia de hipersensibilidad retardada. Estos síntomas podrían asemejarse a los de la enfermedad del suero.

Trastornos metabólicos y nutricionales:

Común: Anorexia.

No común: Pérdida de peso.

Muy raros: Trastornos en las concentraciones glucémicas, hiponatremia.

Trastornos psiquiátricos:

Muy común: Insomnio.

Comunes: Agitación, ansiedad.

No comunes: Depresión, confusión.

Muy raros: Agresión, hostilidad, irritabilidad, inquietud, alucinaciones, sueños anormales, despersonalización, delirios, ideación paranoide.

Trastornos del sistema nervioso:

Muy común: Cefalea.

Comunes: Temblores, mareos, disgeusia.

No común: Trastorno de la concentración.

Raros: Convulsiones (ver Precauciones generales).

Muy raros: Distonía, ataxia, Parkinsonismo, falta de coordinación, deterioro de la memoria, parestesia, síncope.

Trastornos oculares:

Común: Trastorno visual.

Trastornos auditivos y laberínticos:

Comunes: Acúfenos.

Trastornos cardiacos:

No común: Taquicardia.

Muy raros: Palpitaciones.

Trastornos vasculares:

Comunes: Aumentos en la tensión arterial (en ocasiones graves), rubefacción.

Muy raros: Vasodilatación, hipotensión ortostática.

Trastornos gastrointestinales:

Muy comunes: Boca seca, trastornos gastrointestinales incluyendo náusea y vómito.

Comunes: Dolor abdominal, estreñimiento.

Trastornos hepatobiliares:

Muy raros: Aumentos en la concentración de enzimas hepáticas, ictericia, hepatitis.

Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo (véase también trastornos del sistema inmune):

Comunes: Exantema, prurito, sudoración.

Muy raros: Eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson.

Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo:

Muy raros: Tics nerviosos.

Trastornos renales y urinarios:

Muy raros: Polaquiuria y/o retención urinaria, incontinencia urinaria.

Trastornos generales y condiciones en el sitio de administración:

Comunes: Fiebre, dolor torácico, astenia.

Supresión del hábito del tabaquismo:

La siguiente lista proporciona información sobre los efectos indeseables identificados a partir de la experiencia clínica, clasificados por Clase de Sistemas y Órganos. Es importante hacer notar que el dejar de fumar se asocia a menudo con síntomas de abstinencia a la nicotina, algunos de los cuales son también reconocidos como eventos adversos asociados con anfebutamona.

Los efectos adversos se clasifican bajo encabezados de frecuencia de incidencia, haciendo uso de la siguiente convención; muy común (≥ 1/10); común (≥ 1/100, < 1/10); no común (≥ 1/1,000, < 1/100); raro (≥ 1/10,000, <1/1,000), muy raro (< 1/10,000).

Trastornos del sistema inmune (véase también trastornos de la piel y del tejido subcutáneo):

Común: Reacciones de hipersensibilidad como urticaria.

Muy raros: Reacciones de hipersensibilidad más graves, incluyendo angioedema, disnea/broncoespasmo y choque anafiláctico.

También se han reportado artralgia, mialgia y fiebre, asociados con exantema y otros síntomas sugestivos de hipersensibilidad retardada. Estos síntomas pueden asemejarse a la enfermedad del suero.

Trastornos del metabolismo y nutrición:

Común: Anorexia.

Muy raro: Trastornos en la glucosa sanguínea, hiponatremia.

Trastornos psiquiátricos:

Muy común: Insomnio.

Comunes: Agitación, ansiedad, depresión.

No común: Confusión.

Muy raros: Agresión, hostilidad, irritabilidad, inquietud, alucinaciones, sueños anormales, despersonalización, delirios, ideación paranoide.

Trastornos del sistema nervioso:

Muy común: Cefalea.

Comunes: Temblor, mareo, disgeusia, trastorno de la concentración.

Raro: Convulsiones (ver precauciones generales).

Muy raros: Distonía, ataxia, Parkinsonismo, falta de coordinación, deterioro de la memoria, parestesia, síncope.

Trastornos oculares:

Común: Trastorno visual.

Trastornos del oído y laberinto:

No común: Acúfenos.

Trastornos cardiacos:

Poco común: Taquicardia.

Muy raro: Palpitaciones.

Trastornos vasculares:

Poco comunes: Incremento en la presión sanguínea (algunas veces grave), ruborización.

Muy raros: Vasodilatación, hipotensión ortostática.

Trastornos gastrointestinales:

Muy comunes: Boca seca, trastornos gastrointestinales incluyendo náusea y vómito.

Comunes: Dolor abdominal, estreñimiento.

Trastornos hepatobiliares:

Muy raros: Enzimas hepáticas elevadas, ictericia, hepatitis.

Trastornos de piel y tejido subcutáneo (ver también trastornos del sistema inmume):

Comunes: Exantema, prurito, sudoración.

Muy raros: Eritema multiforme, síndrome de Stevens Johnson.

Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conectivo:

Muy raro: Tics nerviosos.

Trastornos renales y urinarios:

Muy raros: Polaquiuria, y/o retención urinaria, incontinencia urinaria.

Trastornos generales y condiciones en el sitio de administración:

Comunes: Fiebre, astenia.

No común: Dolor torácico.


PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD:

Carcinogénesis/mutagénesis: Los estudios de oncogenicidad de anfebutanona en ratones y ratas confirman la ausencia de carcinogenicidad en estas especies.

Toxicología reproductiva:

Fertilidad: No hubo evidencia de disminución de la fertilidad en ratas, a dosis de hasta aproximadamente 7 veces la dosis máxima recomendada en humanos (MRHD, por las siglas en inglés para maximum recommended human dose), sobre una base mg/m2. No existen datos sobre el efecto de la anfebutamona sobre la fertilidad humana.

Embarazo: No hubo evidencia de teratogenicidad en ratas o conejos, a dosis de hasta aproximadamente 11 y 7 veces la MRHD, respectivamente, sobre una base mg/m2 (la exposición a la dosis alta en uno de los estudios en ratas, 300 mg/kg/día, fue 1.7 veces la de los humanos, basada en valores de ABC en estado de equilibrio). En conejos, se observó un ligero incremento en variaciones esqueléticas (incremento en la incidencia de variación anatómica común, de una costilla torácica accesoria y retraso en la osificación de falanges), a dosis aproximadamente iguales a la dosis máxima humana y mayores, y disminuyó el peso fetal a dosis tóxicas para la madre. A exposiciones hasta de aproximadamente 7 veces la DMRH sobre la base de mg/m2 no se observaron efectos adversos en los productos de ratas administradas con anfebutamona antes de aparearse y durante el embarazo y la lactancia.

Toxicología y/o farmacología animal: Se observan cambios hepáticos en estudios animales, pero éstos reflejan la acción de un inductor enzimático hepático. A dosis clínicas administradas en humanos, no hay evidencia de alguna inducción enzimática, lo cual sugiere que los hallazgos hepáticos en los animales de laboratorio tienen sólo una importancia limitada, en la evaluación y análisis de riesgos asociados a anfebutamona.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO:

La anfebutamona es metabolizada a su metabolito activo principal, el hidroxibupropión por el citocromo P450, izoenzima IIB6 (CYP2B6), principalmente (véase Farmacocinética). Por lo tanto, debe tenerse cuidado al co-administrar Anfebutamona con fármacos que se conoce afectan la isoenzima CYP2B6 (por ejemplo: orfenadrina, ciclofosfamida, ifosfamida, ticlopidina, clopidogrel).

Aunque la anfebutamona no se metaboliza a través de la isoenzima CYP2D6, los estudios in vitro realizados en el P450 humano han demostrado que la anfebutamona y el hidroxibupropión son inhibidores de la vía CYP2D6. En un estudio farmacocinético realizado en humanos, la administración de anfebutamona aumentó los niveles plasmáticos de desipramina. Este efecto tuvo una duración de cuando menos 7 días después de administrar la última dosis de anfebutamona. Por lo tanto, al iniciarse una terapia concomitante con fármacos que se metabolizan por la isoenzima CYP2D6 (como ciertos β-bloqueadores, antiarrítmicos, inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina (ISRSs), antidepresivos tricíclicos, antipsicóticos), debe iniciarse con la dosis más baja del intervalo de dosificación de la medicación concomitante. Si se adiciona anfebutamona al régimen de tratamiento de un paciente que ya está recibiendo algún medicamento metabolizado por la isoenzima CYP2D6, deberá considerarse la necesidad de reducir la dosificación del medicamento original, especialmente de aquellos medicamentos concomitantes con un índice terapéutico estrecho (véase Farmacocinética y farmacodinamia).

Fármacos que requieren activación metabólica a través de CYP2D6 para ser efectivos (p. ej., tamoxifeno), podrían tener una eficacia reducida cuando son administrados concomitantemente con inhibidores de CYP2D6 tal como anfebutamona.

Aunque el citalopram no se metaboliza principalmente a través de la isoenzima CYP2D6, en un estudio la anfebutamona aumentó la Cmáx y el ABC del citalopram en un 30% y 40%, respectivamente.

Debido al amplio metabolismo de la anfebutamona, es posible que la administración concomitante con otros fármacos inductores metabólicos (p. ej., carbamazepina, fenobarbital, fenitoína, ritonavir, efavirenz) o inhibidores metabólicos, pueda afectar su actividad clínica.

En una serie de estudios realizados en voluntarios sanos, la administración de ritonavir (100 mg dos veces al día o 600 mg dos veces al día) o 100 mg de ritonavir más 400 mg de lopinavir dos veces al día, redujo el nivel de exposición a la anfebutamona y sus metabolitos principales de una manera proporcional a la dosis, en aproximadamente 20 a 80%. Similarmente, efavirenz 600 mg una vez al día durante dos semanas redujo la exposición de anfebutamona en aproximadamente 55%. Se cree que este efecto de ritonavir y efavirenz se debe a la inducción del metabolismo de la anfebutamona. Los pacientes que reciben tratamiento con cualquiera de estos fármacos junto con anfebutamona podrían requerir mayores dosis de anfebutamona, pero no se deberá exceder la dosis máxima recomendada de anfebutamona.

Aunque la información clínica no identifica alguna interacción farmacocinética entre la anfebutamona y el alcohol, ha habido reportes raros de efectos adversos neuropsiquiátricos o reducción de la tolerancia al alcohol en pacientes que beben alcohol durante el tratamiento con anfebutamona. Debe minimizarse o evitarse el consumo de alcohol durante el tratamiento con anfebutamona.

Información clínica limitada sugiere una mayor incidencia de eventos adversos neuropsiquiátricos en pacientes que recibieron la administración concomitante de anfebutamona con levodopa o amantadina. Se debe tener precaución al administrar anfebutamona en pacientes que reciben tratamiento concurrente con levodopa o amantadina.

La administración de dosis orales múltiples de anfebutamona no tuvo efectos estadísticamente significativos sobre la farmacocinética de la lamotrigina, administrada a dosis únicas en 12 sujetos y sólo aumentó ligeramente el ABC del glucurónido de lamotrigina.

Los estudios realizados sugieren que la exposición a la anfebutamona puede incrementarse cuando las tabletas de liberación prolongada de anfebutamona se toman con alimentos (véase Farmacocinética).

La coadministración de digoxina con anfebutamona puede disminuir los niveles de la digoxina. El ABC 0-24 h de la digoxina disminuyó 1.6 veces y la depuración renal aumentó 1.8 veces en un estudio en voluntarios sanos.

Existe la posibilidad de que el uso concomitante de anfebutamona y de un Sistema Transdérmico de Nicotina (NTS, por sus siglas en inglés) pueda ocasionar un aumento en la presión arterial.

Supresión del hábito del tabaquismo: Los cambios fisiológicos que resultan de la supresión del hábito del tabaquismo por sí mismo, con o sin tratamiento con anfebutamona, pueden alterar la farmacocinética de algunos medicamentos tomados de manera concomitante.

ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: Se ha reportado que anfebutamona interfiere con la prueba utilizada en algunos escrutinios rápidos de fármacos en orina, lo que puede resultar en lecturas falsas positivas, particularmente para anfetaminas. Se debe considerar un método químico alternativo más específico, para confirmar un resultado positivo.

PRECAUCIONES GENERALES:

Convulsiones: No se debe exceder la dosis recomendada de anfebutamona, ya que el riesgo de sufrir convulsiones se asocia con la dosificación de anfebutamona. La incidencia de convulsiones asociadas con dosis de anfebutamona, de hasta 300 mg/día es de aproximadamente 0.1% (1/1,000).

El riesgo de que se presenten convulsiones al usar anfebutamona parece asociarse fuertemente con la presencia de factores de riesgo predisponentes. Por tanto, anfebutamona debe administrarse con extrema precaución en pacientes con una o más condiciones que predispongan a un bajo umbral de convulsiones. Éstas incluyen:

• Historial de traumatismos en la cabeza.

• Tumores en el sistema nervioso central (SNC).

• Historial de convulsiones.

• Administración concomitante de otros medicamentos que se sabe disminuyen el umbral convulsivo.

Además, debe tenerse precaución en aquellas circunstancias clínicas asociadas con un aumento en el riesgo de convulsiones. Éstas incluyen: uso excesivo de alcohol o sedantes (véase contraindicaciones), diabetes tratada con hipoglucemiantes o insulina y el uso de estimulantes o productos anorexígenos.

Se debe suspender la terapia con anfebutamona, y no volverse a iniciar, en aquellos pacientes que experimenten alguna convulsión durante el tratamiento.

Reacciones de hipersensibilidad: La terapia con Anfebutamona debe suspenderse inmediatamente si los pacientes experimentan reacciones de hipersensibilidad durante el tratamiento (véase Reacciones secundarias y adversas). Los médicos deben estar conscientes de que los síntomas pueden persistir aún después de suspender la terapia con anfebutamona. Además, debe proporcionarse un tratamiento clínico, según sea el caso.

Insuficiencia hepática: La anfebutamona se metaboliza ampliamente en el hígado a metabolitos activos, los cuales, a su vez, se metabolizan posteriormente. En comparación con voluntarios sanos, los pacientes con cirrosis hepática leve a moderada no mostraron diferencias estadísticamente significativas en la farmacocinética de la anfebutamona, pero hubo una mayor variabilidad en los niveles plasmáticos de anfebutamona entre los pacientes individuales. Por tanto, anfebutamona debe emplearse con precaución en los pacientes con insuficiencia hepática y, asimismo, deberá considerarse una reducción en la frecuencia de dosificación en los pacientes con cirrosis hepática de grado leve a moderado (véase dosis, vía de administración y farmacocinética).

Anfebutamona debe emplearse con extrema precaución en los pacientes con cirrosis hepática severa. Es necesario reducir la dosis inicial un 50% y la frecuencia de dosificación en estos pacientes, ya que experimentan un aumento sustancial en los niveles máximos de anfebutamona, por lo que es probable que haya lugar a una mayor acumulación en estos pacientes (véase Dosis y de vía de administración, Farmacocinética y farmacodinamia).

Se debe vigilar estrechamente a todos los pacientes con insuficiencia hepática, con el fin de determinar posibles efectos adversos (p. ej., insomnio, boca seca, convulsiones) que podrían indicar niveles elevados del fármaco o metabolitos.

Insuficiencia renal: La anfebutamona se metaboliza ampliamente en el hígado a metabolitos activos, los cuales, a su vez, se metabolizan posteriormente y se excretan por la vía renal. Por tanto, el tratamiento de los pacientes con insuficiencia renal debe iniciarse a una dosificación y/o frecuencia reducidas, ya que es posible que la anfebutamona y sus metabolitos se acumulen en estos pacientes a un grado mayor de lo normal (véase Farmacocinética y farmacodinamia). Se debe vigilar estrechamente a los pacientes con el fin de determinar posibles efectos adversos (p. ej., insomnio, boca seca, convulsiones), que podrían indicar niveles elevados del fármaco o de sus metabolitos.

Pacientes de edad avanzada: La experiencia clínica existente con anfebutamona no ha identificado diferencia alguna entre la tolerabilidad exhibida por los pacientes de edad avanzada y los demás pacientes adultos. Sin embargo, no es posible descartar una mayor sensibilidad a la anfebutamona en algunos individuos de edad avanzada, por lo que es posible que se requiera reducir la frecuencia y/o dosis (véase farmacocinética y farmacodinamia).

Depresión:

Niños y adolescentes < 18 años de edad: En niños y adolescentes que padecen trastorno depresivo grave, así como otros trastornos psiquiátricos, el tratamiento con antidepresivos se asocia con un aumento en el riesgo de incidencia de comportamiento y pensamientos suicidas.

Agravamiento clínico y riesgo de suicidio en adultos con trastornos psiquiátricos: Es posible que los pacientes deprimidos experimenten un agravamiento de sus síntomas depresivos, o la aparición de ideación y comportamiento suicida (suicidalidad) o ambos independientemente si se encuentran o no bajo tratamiento con medicamentos antidepresivos. El riesgo persiste hasta que se presenta una remisión significativa. Debido a que es posible que los pacientes no muestren alguna mejoría durante las primeras semanas o más de tratamiento, deben ser vigilados estrechamente con el fin de determinar agravamiento clínico (incluyendo el desarrollo de nuevos síntomas) y suicidalidad, especialmente al inicio de un ciclo de tratamiento, o al momento de realizar cambios en la dosificación, ya sean aumentos o decrementos. La experiencia clínica general existente con todas las terapias antidepresivas indica un posible aumento del riesgo de suicidio en los pacientes que se encuentran en las primeras etapas de recuperación.

Los pacientes con antecedentes de comportamiento o pensamientos suicidas, adultos jóvenes y aquellos pacientes que exhiben algún grado significativo de ideación suicida antes de comenzar el tratamiento, se encuentran en un mayor riesgo de experimentar pensamientos suicidas o intentos de suicidio, por lo que deben ser vigilados cuidadosamente durante el tratamiento.

Además, en un metaanálisis de estudios clínicos controlados con placebo en los que se usaron antidepresivos administrados a pacientes adultos con trastorno depresivo mayor y otros trastornos psiquiátricos, demostró un incremento en el riesgo de desarrollar comportamientos y pensamientos suicidas asociados con el uso de antidepresivos en comparación con placebo, en pacientes menores de 25 años de edad.

Se debe advertir a los pacientes (y a sus cuidadores) que es necesario establecer una vigilancia para determinar cualquier agravamiento de su condición (incluyendo el desarrollo de nuevos síntomas) y/o el surgimiento de ideación/comportamiento suicida o pensamientos de autoagresión, así como buscar asesoría médica en forma inmediata, en caso de que se presenten estos síntomas. Es preciso reconocer que la aparición de algunos síntomas neuropsiquiátricos podría relacionarse bien sea a la enfermedad subyacente, o a la terapia medicamentosa (ver más adelante Síntomas neuropsiquiátricos, incluyendo manía y trastorno bipolar; véase Reacciones secundarias y adversas). Se debe considerar la realización de un cambio en el régimen terapéutico, incluyendo una posible suspensión de la terapia medicamentosa, en aquellos pacientes que experimenten agravamiento clínico (incluyendo el desarrollo de nuevos síntomas) y/o el surgimiento de ideación/comportamiento suicida, especialmente si estos síntomas son severos, de aparición abrupta, o si no formaban parte de los síntomas que ya presentaba el paciente.

Síntomas neuropsiquiátricos, incluyendo manía y trastorno bipolar: Se han reportado síntomas neuropsiquiátricos (véase Reacciones secundarias y adversas). En particular, se ha observado una sintomatología psicótica y maniaca, principalmente en pacientes con antecedentes de enfermedades psiquiátricas. Además, existe la posibilidad de que los pacientes experimenten un episodio depresivo mayor como presentación inicial del trastorno bipolar. Es de consenso general (aunque no se ha establecido en ensayos controlados) que tratar un episodio de este tipo con un agente antidepresivo solo, puede aumentar la probabilidad de precipitación de algún episodio mixto/maniaco en pacientes en riesgo de padecer trastorno bipolar. La limitada información clínica existente sobre el uso de anfebutamona en combinación con estabilizadores del ánimo, en pacientes con antecedentes de trastorno bipolar, sugiere una tasa reducida de cambio a manía. Antes de iniciar el tratamiento con algún antidepresivo, deben realizarse pruebas adecuadas de detección en los pacientes, con el fin de determinar si se encuentran en riesgo de presentar trastorno bipolar; estas pruebas de detección deben incluir un historial psiquiátrico detallado, incluyendo historia familiar de suicidio, trastorno bipolar y depresión.

Enfermedad cardiovascular: Existe poca experiencia clínica sobre el uso de anfebutamona para tratar la depresión en pacientes con enfermedades cardiovasculares. Se debe tener cuidado al emplear anfebutamona en estos pacientes. Sin embargo, la ésta fue generalmente bien tolerada en estudios de supresión del hábito del tabaquismo realizados en pacientes con enfermedades cardiovasculares isquémicas (véase Estudios clínicos).

Tensión arterial: En un estudio realizado en sujetos no deprimidos (incluyendo tanto fumadores como no fumadores), que padecían hipertensión en Etapa I sin tratamiento, la anfebutamona no produjo un efecto estadísticamente significativo en la tensión arterial. Sin embargo, se han recibido reportes espontáneos de aumentos (en ocasiones graves) en la tensión arterial (véase Reacciones secundarias y adversas); además, es posible que el uso concomitante de anfebutamona y algún Sistema Transdérmico de Nicotina ocasione elevaciones en la tensión arterial (véase Interacciones medicamentosas y de otro género).

Supresión del hábito del tabaquismo:

Síntomas neuropsiquiátricos: Se han reportado síntomas neuropsiquiátricos (ver Reacciones secundarias y adversas). Los síntomas psicóticos y maniacos se han observado principalmente en pacientes con antecedentes de enfermedad psiquiátrica. Además, la anfebutamona puede precipitar un episodio maniaco en pacientes con trastorno bipolar.

El estado deprimido puede ser un síntoma de abstinencia a la nicotina. Se ha reportado depresión, rara vez incluyendo ideación suicida, en pacientes que están bajo un intento de dejar de fumar.

Estos síntomas también se han reportado durante el tratamiento con anfebutamona, y generalmente ocurrieron en las etapas iniciales del tratamiento. La anfebutamona está indicada para el tratamiento de depresión en algunos países. Un metaanálisis de estudios clínicos controlados con placebo de antidepresivos en adultos con trastorno depresivo mayor y otros trastornos psiquiátricos, mostró un incremento en el riesgo de pensamiento y comportamiento suicidas, asociados con el uso de antidepresivos, comparados con placebo, en pacientes menores a 25 años de edad.

Los médicos deben estar conscientes de la posible aparición de síntomas depresivos importantes o ideación suicida, en pacientes que están siendo tratados con anfebutamona, y deben aconsejar y vigilar a los pacientes acordemente.

Enfermedad cardiovascular: La anfebutamona fue generalmente bien tolerada en estudios para dejar de fumar, en pacientes con enfermedad cardiovascular isquémica (véase Farmacodinamia y estudios clínicos). En un estudio en sujetos no deprimidos (incluyendo tanto fumadores y no fumadores) con hipertensión en Etapa I sin tratamiento, la anfebutamona no produjo un efecto estadísticamente significativo sobre la presión sanguínea. Sin embargo, se han recibido reportes espontáneos de incremento en la presión sanguínea (algunas veces grave) (véase reacciones secundarias y adversas). Antes de iniciar un tratamiento de combinación con un Sistema Transdérmico de Nicotina (NTS), los prescriptores deben consultar la información para prescribir del NTS relevante. Si se utiliza terapia de combinación, se recomienda el monitoreo de elevaciones en la presión arterial, que surjan por el tratamiento (véase Reacciones secundarias y adversas).

Vías de administración inapropiadas: Anfebutamona es solamente para la administración oral. Se ha reportado inhalación de tabletas pulverizadas o la inyección de anfebutamona disuelta, y puede llevar a una rápida liberación, una absorción más acelerada y una sobredosis potencial. Se han reportado convulsiones y/o casos de muerte cuando se ha administrado anfebutamona por vía intranasal o por inyección parenteral.

Efectos sobre la capacidad de conducir y operar maquinaria: Al igual que con otros fármacos que actúan en el sistema nervioso central (SNC), es posible que la anfebutamona afecte la capacidad de desempeñar tareas que requieren juicio o habilidades motoras y cognoscitivas. Por tanto, los pacientes deberán tener cuidado antes de conducir o utilizar maquinaria, hasta que estén razonablemente seguros de que la formulación anfebutamona en tabletas no los afecta de manera adversa en su desempeño.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:

Vía de administración: Oral.

La tableta de anfebutamona debe ser deglutida en forma completa, sin partir, triturar o masticar la tableta, ya que esto podría incrementar el riesgo de que el paciente desarrolle efectos adversos, incluyendo convulsiones. Los estudios realizados sugieren un aumento en la exposición a la anfebutamona, cuando se administran las tabletas de liberación prolongada con los alimentos (véase farmacocinética).

Depresión: Se ha observado que el inicio de acción de anfebutamona ocurre 14 días después del inicio del tratamiento. Como con todos los antidepresivos, el efecto antidepresivo completo de anfebutamona puede no ser evidente sino hasta después de varias semanas de tratamiento.

Tratamiento de mantenimiento: Para el tratamiento de depresión, generalmente se acuerda que los episodios agudos de depresión requieren 6 meses o más con tratamiento médico antidepresivo, más allá de la respuesta del episodio agudo. Anfebutamona (300 mg/día) demostró ser eficaz durante el tratamiento a largo plazo (hasta un año).

Adultos: La dosis única máxima de anfebutamona consiste en 150 mg. Anfebutamona en tabletas debe tomarse dos veces al día, con un intervalo de cuando menos 8 horas entre dosis sucesivas. El insomnio es un efecto adverso muy común que, por lo general, es transitorio. El insomnio puede reducirse si se evita la dosificación a la hora de acostarse (siempre y cuando haya un intervalo de cuando menos 8 horas entre las dosis) o, si se indica clínicamente, reduciendo la dosificación.

Tratamiento inicial: La dosis inicial de anfebutamona es de 150 mg tomados como una dosis única diaria.

Aquellos pacientes que no responden en forma adecuada a una dosis de 150 mg/día, pueden beneficiarse con un incremento hasta la dosis objetivo usual en adultos, de 300 mg/día, administrados como 150 mg dos veces al día. La dosis máxima diaria es de 300 mg.

Niños y adolescentes: Anfebutamona no está indicada para niños o adolescentes menores de 18 años (véase Precauciones generales). No se han establecido la seguridad y eficacia de anfebutamona en pacientes menores de 18 años.

Supresión del hábito del tabaquismo: Se recomienda que el tratamiento comience mientras el paciente aún está fumando y se establezca una “fecha objetivo para dejar de fumar”, dentro de las primeras dos semanas del tratamiento con anfebutamona, se recomienda sea en la segunda semana.

Adultos: La dosis inicial es de 150 mg tomados diariamente por tres días, incrementando a 150 mg dos veces al día. Debe haber un intervalo de al menos ocho horas entre dosis sucesivas. La dosis única máxima no debe exceder de 150 mg y la dosis diaria total no debe exceder de 300 mg.

El insomnio es un evento adverso muy común, el cual a menudo es transitorio. El insomnio puede reducirse al evitar la dosis en el momento de acostarse (siempre y cuando haya un intervalo de ocho horas entre las dosis) o si está clínicamente indicado, con una reducción de dosis.

Los pacientes deberán ser tratados durante al menos siete semanas.

Deberá considerarse la descontinuación si el paciente no ha logrado un progreso importante hacia la abstinencia alrededor de la séptima semana de tratamiento, porque no es probable que dejen de fumar durante ese intento.

La evaluación sistemática de 300 mg/día de anfebutamona para la prevención de la recaída demostró que el tratamiento hasta por un año fue bien tolerado y eficaz para prevenir la recaída.

Como muchos pacientes que intentan dejar de fumar, experimentan múltiples recaídas, la decisión de continuar el tratamiento con anfebutamona por periodos más largos debe determinarse de manera individual.

La dosis recomendada no requiere modificación si la anfebutamona se utiliza en combinación con Sistemas Transdérmicos de Nicotina (NTS), para la dependencia a la nicotina (véase Precauciones generales).

Niños y adolescentes: No se han establecido la seguridad y eficacia de anfebutamona en pacientes menores de 18 años de edad.

Depresión y supresión del hábito del tabaquismo:

Pacientes de edad avanzada: No es posible descartar la posibilidad de que algunos individuos de edad avanzada experimenten una mayor sensibilidad a la anfebutamona, por lo cual se podría requerir una reducción en la frecuencia y/o la dosis (véase Precauciones generales).

Insuficiencia hepática: Anfebutamona debe emplearse con precaución en los pacientes con insuficiencia hepática. Debido a que los pacientes con cirrosis hepática leve a moderada experimentan una mayor variabilidad en la farmacocinética, debe considerarse una reducción en la frecuencia de dosificación (véase Precauciones generales). Anfebutamona debe ser usada con precaución extrema en los pacientes con cirrosis hepática severa. En estos pacientes, la dosis no debe exceder 150 mg administrados en días alternos (véase Precauciones generales).

Insuficiencia renal: El tratamiento en pacientes con insuficiencia renal debe iniciarse a una frecuencia y/o una dosis reducida, ya que la anfebutamona y sus metabolitos pueden acumularse en estos pacientes a un grado mayor de lo habitual (véase Precauciones generales).

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL:

Síntomas y signos: Además de aquellos efectos reportados como reacciones secundarias y adversas, la sobredosificación ha resultado en síntomas que incluyen somnolencia, pérdida de la conciencia y cambios en el ECG, como trastornos de la conducción (incluyendo prolongación del intervalo QRS) o arritmias; se han reportado casos de desenlaces fatales.

Tratamiento: En caso de sobredosificación, se recomienda la hospitalización. Se deben vigilar el ECG y los signos vitales.

Asegurar una adecuada permeabilidad de vía aérea, oxigenación y ventilación. Se recomienda el uso de carbón activado. No se conoce un antídoto específico para la anfebutamona. El tratamiento ulterior deberá ser el indicado por el médico o el recomendado por algún Centro Nacional de Toxicología, cuando esté disponible.

PRESENTACIONES:

Caja con 15 o 30 tabletas e instructivo anexo.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:

Conserve la caja bien cerrada a no más de 30 ºC y en lugar seco. Protéjase de la luz.

LEYENDAS DE PROTECCIÓN:

Literatura exclusiva para médicos. Su venta requiere receta médica. No se deje al alcance de los niños. No se use en el embarazo y la lactancia. No se administre en menores de 18 años. Este medicamento puede producir somnolencia y afectar el estado de alerta, por lo que no deberá conducir vehículos automotores ni maquinaria pesada durante su uso.

Reporte las sospechas de reacción adversa al correo:

farmacovigilancia@ifa.com.mx y

farmacovigilancia@cofepris.gob.mx

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