APO-OXPAR
PAROXETINA
Tabletas
1 Caja, 1 Frasco(s), 10 Tabletas, 20 Miligramos
1 Caja, 10 Tabletas, 20 Miligramos
1 Caja, 1 Frasco(s), 20 Tabletas, 20 Miligramos
1 Caja, 20 Tabletas, 20 Miligramos
1 Caja, 1 Frasco(s), 30 Tabletas, 20 Miligramos
1 Caja, 30 Tabletas, 20 Miligramos
FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:
Cada TABLETA contiene:
Clorhidrato de paroxetina equivalente a de paroxetina |
20 mg |
Excipiente cbp 1 tableta. |
INDICACIONES TERAPÉUTICAS:
Antidepresivo, inhibidor selectivo de la recaptura de la serotonina. Indicado en la depresión de diversos tipos, incluyendo depresión reactiva y grave. Depresión acompañada de ansiedad y para el tratamiento de los ataques de pánico con o sin agorafobia y de los trastornos obsesivo compulsivos.
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
La paroxetina es un antidepresivo que refuerza la actividad serotoninérgica (5-HT) en el sistema nervioso central, considerándolo como un potente y selectivo inhibidor de la recaptación de la serotonina (ISRS) para el tratamiento de la depresión. Se ha planteado que una deficiencia de 5-hidroxitriptamina (5-HT, serotonina) en el cerebro es una de las anomalías neuroquímicas fundamentales en la depresión. La paroxetina inhibe selectivamente la recaptura de serotonina (5-HT) por interacción competitiva en el transporte activo de la membrana neuronal aumentando la concentración de serotonina en el espacio sináptico, facilitando la transmisión serotoninérgica. La paroxetina no se relaciona estructural ni químicamente con los antidepresivos tricíclicos, tetracíclicos o de otro tipo y por esta razón, la paroxetina ha demostrado tener menos efectos anticolinérgicos y, por tanto, se puede esperar una mínima incidencia de efectos adversos característicos de este grupo de antidepresivos tricíclicos.
En estudios farmacológicos y bioquímicos, donde se utilizaron modelos animales in vitro e in vivo, se demostró la selectividad de la recaptura de 5-HT comparando los procesos de absorción noradrenérgicos.
A este respecto la paroxetina se caracteriza por una alta potencia, inicio rápido y larga y sostenida duración después de la administración oral, así como una mayor selectividad en comparación con otros fármacos, como la fluoxetina, fluvoxamina y clorimipramina.
La paroxetina no tiene metabolitos farmacológicamente activos a diferencia de la fluoxetina y sertralina.
La evaluación psicomotora demostró que los efectos de dosificación aguda y crónica a las dosis habituales de la paroxetina son indistinguibles del placebo en pruebas que han demostrado los efectos sedantes de otros antidepresivos, confirmando que la paroxetina no produce alteración de la función cognoscitiva o de coordinación psicomotriz en sujetos sanos.
Dosis únicas de paroxetina produjeron cambios en el electroencefalograma (ECG) del patrón del sueño, al igual que otros antidepresivos como imipramina, clorimipramina, los inhibidores de la MAO y la fluoxetina, pero sin un efecto sobre la calidad de la percepción del sueño. La dosificación matutina en pacientes deprimidos no produce sedación durante el día y se asocia con una mejoría en la calidad del sueño.
Los efectos de la paroxetina por arriba de los 40 mg diarios no se pudieron distinguir de los del placebo en cuanto al ritmo cardiaco, la presión sanguínea y el flujo intracardiaco, demostrando que la paroxetina carece de efectos importantes sobre las variables cardiacas valoradas, en contraste con los efectos de la amitriptilina.
En otro estudio, una dosis única o repetida de la paroxetina no afectó mayormente el volumen de saliva, aunque hubo evidencia de un ligero efecto en dosis continuas al igual que los antidepresivos tricíclicos y tetracíclicos. La paroxetina induce midriasis en una dosis única o repetida aunque esto no tiene una traducción clínica significativa como ocurre con los antidepresivos tri y tetracíclicos como la imipramina, clorimipramina, amitriptilina, desipramina, etc., que producen en el paciente visión borrosa.
El tratamiento con paroxetina dentro del margen de dosis terapéutica (20 a 50 mg diarios) no está asociado con cambios clínicamente significativos en el peso corporal. Adicionalmente la paroxetina tiene una más débil propensión a producir pérdida de peso en pacientes deprimidos que la fluoxetina.
Los resultados de los estudios sobre la evaluación de paroxetina en el tracto gastrointestinal son dudosos, aunque a dosis altas (por arriba de 50 mg) puede provocar un aumento en el tránsito intestinal, además de náusea. La paroxetina a dosis única o repetidas no afecta la prolactina del plasma.
Sobre la farmacocinética, se ha de mencionar que la paroxetina se absorbe bien en el tracto gastrointestinal y se somete a un metabolismo de primer paso que es parcialmente saturable. En forma consistente con su carácter de amina lipofílica, la paroxetina se distribuye extensamente en los tejidos; por los datos farmacocinéticos intravenosos, se deducen volúmenes de distribución de 10 a 20 veces más del volumen corporal total. En concentraciones terapéuticas, aproximadamente 95% de paroxetina presente en el plasma se une a las proteínas plasmáticas.
La paroxetina se elimina casi por completo a través del metabolismo (98%), en trayectorias que involucran la oxidación, la metilación y la conjugación. La vida media de eliminación es variable, pero generalmente oscila alrededor de 24 horas. Los niveles sistémicos estables se obtienen al cabo de 7 a 14 días del inicio del tratamiento y la farmacocinética no se modifica durante tratamientos prolongados.
Por tanto, no se puede determinar en definitiva la biodisponibilidad absoluta y parece no cambiar en relación con la intensidad de la dosis o a las condiciones de dieta bajo las cuales se administra la paroxetina.
Se observan concentraciones plasmáticas mayores en los ancianos en comparación con los sujetos más jóvenes. Sin embargo, en todos los demás casos se demuestra la misma respuesta al incremento de la dosis. La elevación de las concentraciones plasmáticas también se observa en los casos de daño renal y hepático graves; sin embargo, en todos los grupos especiales, los márgenes observados se trasplantan extensamente con los sujetos normales.
Estudios clínicos han demostrado su eficacia no sólo en depresión mayor sino también en la depresión con rasgos de ansiedad, depresión grave, depresión en el anciano, la prevención de recidivas y en la depresión resistente a otros antidepresivos.
En la depresión que se acompaña de ansiedad, la paroxetina demostró mayor eficacia que la fluoxetina con un más rápido inicio de acción.
Comparado con la imipramina, la paroxetina demuestra un inicio de acción antidepresiva más rápida con mucho mejor perfil de tolerancia y con menos efectos secundarios.
Debido a que a la serotonina se le ha involucrado en la etiología de pánico, se realizaron estudios clínicos que han demostrado eficacia comparable a la clomipramina tanto a corto como a largo plazo, pero con un más rápido inicio de acción y con un mejor perfil de tolerancia.
Los resultados de estos estudios clínicos, tanto a corto como a largo plazo, en el tratamiento de los trastornos obsesivo compulsivos, muestran que la paroxetina es tan efectiva como la clomipramina pero con mejor tolerabilidad debido a su mecanismo de acción más selectivo.
CONTRAINDICACIONES:
Contraindicado en hipersensibilidad al principio activo. Embarazo y lactancia. Niños menores de 14 años. Administración simultánea con inhibidores de la MAO.
RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:
Aunque los estudios en animales no han demostrado ningún efecto teratogénico o embriotóxico selectivo, no se ha establecido la seguridad de paroxetina en mujeres embarazadas, por lo que no debe administrarse durante el embarazo o la lactancia, a menos que el beneficio supere el riesgo.
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:
Por lo general, los efectos adversos de la paroxetina son de naturaleza leve y no modifican la calidad de vida del paciente. Las experiencias adversas pueden disminuir en intensidad y frecuencia al continuar con el tratamiento y, en general, no producen la interrupción del mismo.
Los efectos adversos más comunes asociados con el uso de paroxetina y que no se observaron con la misma incidencia en los pacientes tratados con placebo fueron: náusea, somnolencia, sudoración, temblor, astenia, sequedad de boca, insomnio y disfunción sexual.
La experiencia clínica ha demostrado que la paroxetina no está relacionada con taquicardia o hipotensión postural y muestra poca incidencia de sequedad de boca, estreñimiento y somnolencia.
PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD:
En estudios en animales, no existe evidencia de efectos de carcinogénesis, mutagénesis, ni teratogénesis. Con dosis altas, en ratas machos se ha observado un efecto sobre la fertilidad, pero los datos no son extrapolables a los humanos.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO:
La absorción y la farmacocinética de la paroxetina no son afectadas por alimentos o antiácidos. Al igual que con otros inhibidores de la recaptación de serotonina (5-HT), estudios en animales indican que puede presentarse una interacción entre paroxetina y triptófano, dando como resultado el “síndrome de la serotonina” que se traduce en una combinación de agitación, insomnio y síntomas gastrointestinales, incluyendo diarrea.
Al igual que los demás inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina, la paroxetina inhibe la enzima hepática citocromo P450 y esto puede aumentar los niveles en plasma de algunos medicamentos coadministrados y que son metabolizados también por estas enzimas.
Cuando la paroxetina se va a coadministrar con un medicamento inhibidor de estas enzimas, es conveniente reducir la dosis de paroxetina al límite inferior del margen terapéutico.
No se considera necesario un ajuste inicial de la dosis de la paroxetina cuando se va a administrar con un inductor enzimático. Cualquier ajuste de la dosis debe basarse en la respuesta clínica (tolerabilidad y eficacia).
Aunque la paroxetina no incrementa las alteraciones de la destreza mental y motora causadas por el alcohol, no se recomienda administrar simultáneamente paroxetina y alcohol en los pacientes deprimidos.
La experiencia en un grupo de sujetos sanos ha demostrado que la paroxetina no incrementa la sedación y la somnolencia asociadas con el haloperidol, amilobarbitona y oxazepam, cuando se administran en combinación.
Al igual que con otros inhibidores de la recaptación de 5-HT, estudios en animales indican que puede presentarse una interacción entre la paroxetina y los inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO), por lo que, la paroxetina no debe utilizarse con inhibidores de la MAO, ni dentro de un periodo de dos semanas después de haber terminado el tratamiento con estos últimos.
Posteriormente el tratamiento debe iniciarse con cautela y la dosis debe incrementarse gradualmente hasta que se alcance una respuesta óptima.
Los inhibidores de la MAO no deben administrarse dentro de un periodo de dos semanas después de haber suspendido el tratamiento con la paroxetina.
La experiencia clínica de administración concomitante de paroxetina y litio es limitada, por lo que debe realizarse con precaución.
Al igual que con otros antidepresivos, la coadministración de paroxetina y fenitoína está relacionada con una disminución de las concentraciones plasmáticas de los fármacos coadministrados y un aumento de los efectos adversos. La coadministración de paroxetina con otros anticonvulsivos también puede estar asociada con un aumento de la incidencia de efectos adversos.
Datos preliminares sugieren que puede haber interacción farmacodinámica entre la paroxetina y la warfarina, que puede aumentar el riesgo de hemorragias sin que se reflejen cambios en los tiempos de protrombina, por lo tanto, la paroxetina debe administrarse con mucha precaución en pacientes que toman anticoagulantes orales.
ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO:
No ha surgido ningún patrón de anomalías relacionadas con la paroxetina y los valores obtenidos en los estudios de laboratorio de sangre y orina de personas sanas.
PRECAUCIONES GENERALES:
Como con la mayoría de los antidepresivos, la paroxetina no debe ser usada en combinación con los inhibidores de la MAO o en las dos semanas de terminado el tratamiento con IMAO’s. Posteriormente el tratamiento debe ser iniciado cuidadosamente y la dosis incrementada gradualmente hasta que sea alcanzada una respuesta óptima. Los IMAO’s no deberán ser utilizados dentro de las dos semanas de suspensión de la terapia con paroxetina.
Antecedentes de manía: Como con todos los antidepresivos, la paroxetina debe ser usada con precaución en los pacientes con antecedentes de manía.
Anticoagulantes orales: La paroxetina debe ser administrada con gran cuidado en pacientes que estén recibiendo anticoagulantes orales.
Triptófano: Se han reportado experiencias adversas cuando se administró triptófano con otro ISRS’s, por lo tanto, la paroxetina no debe ser usada en combinación con este medicamento.
Padecimientos cardiacos: Como con todas las drogas psicoactivas, se recomienda tener precaución cuando se traten pacientes con padecimientos cardiacos.
Epilepsia: Como con otros antidepresivos, la paroxetina debe ser utilizada con precaución en pacientes con epilepsia.
Convulsiones: En general, la incidencia de convulsiones es <0.1% en los pacientes tratados con la paroxetina. El medicamento deberá ser suspendido en cualquier paciente que desarrolle convulsiones.
Glaucoma: Como con otros ISRS’s, se ha reportado en ocasiones midriasis con el uso de paroxetina por lo que se deberá usar con precaución en pacientes con glaucoma de ángulo cerrado.
Terapia electroconvulsiva (TEC): Hay poca experiencia clínica de la administración concomitante de paroxetina con la terapia electroconvulsiva. Sin embargo ha habido reportes raros de TEC prolongada inductora de convulsiones y/o secundaria a convulsiones en pacientes recibiendo ISRS’s.
Neurolépticos: La paroxetina debe ser usada con precaución en pacientes que ya estén recibiendo neurolépticos, ya que se han reportado con esta combinación síntomas sugestivos del síndrome neuroléptico maligno.
En los pacientes que sufren de depresión es inherente el agravamiento de la depresión, ideación suicida y la posibilidad de suicidio. Por lo tanto los pacientes deben ser seguidos estrechamente durante el tratamiento hasta que ocurra una remisión significativa de la depresión. La experiencia clínica ha mostrado que la terapia con paroxetina no está asociada al deterioro de las funciones cognoscitiva o psicomotora. Sin embargo, como con todas las drogas psicoactivas, los pacientes deben ser advertidos acerca de su habilidad para conducir y operar maquinaria.
DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Oral.
Es recomendada una dosis única al día de 20 mg, ya que esta dosificación ha demostrado ser la dosis óptima para la mayoría de los pacientes. En caso necesario, ésta puede aumentarse con incrementos de 10 mg hasta 50 mg diarios de acuerdo con la respuesta del paciente. Se recomienda que la paroxetina se administre una vez al día, por las mañanas y con alimentos. La tableta deberá deglutirse sin masticar.
Al igual que con todos los medicamentos antidepresivos, la dosis debe revisarse y ajustarse, si es necesario, a las dos o tres semanas de iniciado el tratamiento y posteriormente cuando se juzgue clínicamente apropiado.
Habitualmente la dosis de mantenimiento es igual a la dosis de inicio (20 mg diarios) para la mayoría de los pacientes.
Generalmente se recomienda que el curso del tratamiento con un medicamento antidepresivo, debe continuar por un periodo suficiente que generalmente es de varios meses. Al igual que para cualquier psicofármaco, es aconsejable disminuir el tratamiento gradualmente, ya que la eliminación abrupta o repentina puede conducir a síntomas como alteraciones del sueño, irritabilidad y vértigo.
Para los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo, la dosis recomendada es de 40 mg diarios. Los pacientes deberán comenzar con 20 mg y la dosis podrá aumentarse 10 mg semanalmente de acuerdo con la respuesta del paciente. Algunos pacientes requerirán de una dosis máxima diaria de 60 mg.
Pacientes con nefropatía o hepatopatía: En pacientes con alteración renal grave (depuración de creatinina menor de 30 ml/minuto) o alteración hepática grave, se puede presentar aumento en las concentraciones plasmáticas de la paroxetina, por lo que se recomienda reducir la dosis al extremo inferior del margen de dosificación.
En los casos de trastorno de pánico, la dosis recomendada es de 40 mg diarios. Los pacientes deberán comenzar con 10 mg diarios y la dosis se aumentará 10 mg semanalmente según la respuesta del paciente. Algunos pacientes requerirán de una dosis máxima diaria de 60 mg. En general, existe la posibilidad de que los síntomas de pánico empeoren al comienzo del tratamiento, de ahí que se recomiende una dosis de inicio baja.
Se recomienda tratar al paciente durante un tiempo suficiente hasta asegurarse de que ya no padezca síntomas. Este periodo puede durar varios meses para depresión, pudiendo ser más largo para los trastornos obsesivo compulsivos y los síntomas de pánico.
Niños: No se recomienda el uso de paroxetina en niños, ya que la seguridad y eficacia no se han establecido en esta población.
Ancianos: Puede presentarse aumento en las concentraciones plasmáticas de paroxetina en ancianos, pero el margen de concentración es similar al observado en sujetos más jóvenes.
MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL:
Los datos de sobredosis con paroxetina son limitados. Los síntomas de sobredosis con la paroxetina incluyen náusea, vómito, temblor, pupilas dilatadas, sequedad de boca e irritabilidad. No se han descrito reportes de anormalidades en el ECG, de coma ni de convulsiones, después de una sobredosis de paroxetina; la recuperación se presentó sin incidentes médicos.
No se conoce un antídoto específico. El tratamiento debe consistir en aquellas medidas generales empleadas para el manejo de sobredosis con cualquier antidepresivo. Sin embargo, la absorción de paroxetina se puede bloquear mediante la pronta administración de carbón activado, como lo prueba la ausencia de paroxetina en el plasma después de una dosis única de 60 mg, seguida por una dosis de carbón activado. Éste puede, por lo tanto, tener un papel importante en el manejo de casos de sobredosis accidental o intencional.
PRESENTACIONES:
Caja con frasco con 10, 20 y 30 tabletas de 20 mg.
Caja con 10, 20 y 30 tabletas de 20 mg.
RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:
Consérvese a temperatura ambiente a no más de 30°C y en lugar seco.
LEYENDAS DE PROTECCIÓN:
Literatura exclusiva para médicos. Su venta requiere receta médica. No se use en el embarazo y lactancia. No se deje al alcance de los niños.
Hecho en México por:
PROTEIN, S.A. de C.V.
Añil 865 col. Granjas México
Iztacalco 08400México, D.F.
Reg. Núm. 318M2003 SSA IV
MRMarca Registrada