IFOR
METFORMINA
Tabletas
1 Caja, 30 Tabletas, 500 mg
1 Caja, 30 Tabletas, 850 mg
FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:
Cada TABLETA contiene:
Metformina clorhidrato 500 u 850 mg
Excipiente cbp 1 tableta
INDICACIONES TERAPÉUTICAS: IFOR® está indicado en adultos y niños mayores de 10 años para el tratamiento de diabetes melllitus tipo 2 (diabetes no insulinodependiente), especialmente en pacientes obesos, en quienes la restricción calórica y la actividad física no son suficientes para controlar los niveles plasmáticos de glucosa. También está indicado en fallas primarias y/o secundarias a otros hipoglucemiantes orales.
En adultos, IFOR® puede utilizarse como monoterapia o en combinación con otros agentes hipoglucemiantes.
En pacientes diabéticos tratados con sulfonilureas y tendencia al aumento de peso, puede adicionarse metformina al tratamiento de base o bien sustituir las sulfonilureas por metformina.
Debido a que el mecanismo de acción de IFOR® no involucra la secreción de insulina y mejora la insulino-resistencia, puede emplearse en combinación con la administración exógena de esta hormona para el tratamiento de pacientes diabéticos que no responden a la terapia con agentes orales y que, por consiguiente, requieren la administración de insulina. Diversos estudios indican que con esta combinación se ha logrado un mejor control de glucemia, así como disminución de los requerimientos de insulina, tanto en niños mayores de diez años como en adultos.
En los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 (dependientes de insulina), IFOR® puede desempeñar el papel de coadyuvante, mejorando el control metabólico, principalmente en los casos que requieren dosis de insulina mayores de 1.5 U/kg/día.
Debido a su efecto benéfico sobre la resistencia a la insulina, la metformina ha sido utilizada en pacientes con síndrome de ovario poliquístico. Se ha utilizado en la profilaxis de diabetes en pacientes con resistencia a la insulina y obesidad.
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA: La absorción de metformina es más lenta que la eliminación, las concentraciones plasmáticas máximas son alrededor de 2 mg y se alcanzan después de 2 horas.
La absorción se lleva a cabo durante las 6 horas siguientes a la ingestión en la porción proximal de intestino delgado. Se recupera en las heces alrededor de 30% de una dosis oral. Las concentraciones plasmáticas estables, después de dosis múltiples, se alcanzan entre las 24 y 48 horas y son generalmente menores a 1 μg/ml; aun con dosis máximas las concentraciones plasmáticas de metformina no exceden los 4 μg/ml.
En niños después de dosis repetidas de metformina por 7 días, la máxima concentración plasmática y el área bajo la curva son menores de 33 y 44%, respectivamente, en comparación con los valores encontrados en pacientes adultos después de dosis repetidas por 14 días. Debido a que la dosis se ajusta de acuerdo a la glucemia, estos datos tienen relevancia clínica limitada.
La biodisponibilidad es de 50 a 60%. La ingesta concomitante de alimentos puede disminuir levemente la absorción de la metformina.
La distribución de la metformina es rápida, pero se torna lenta cuando se transfiere a los compartimentos profundos. Los valores promedio para el volumen aparente de distribución varían de 63 a 276 L. La metformina se acumula en las paredes del esófago, estómago, duodeno, glándulas salivales y riñones.
La metformina no se une a proteínas plasmáticas. La vida media de eliminación plasmática varía de 1.5 a 4.5 horas y la excreción urinaria es de 8.9 a 19 horas.
La vida media se alarga en pacientes con insuficiencia renal en relación con la depuración de creatinina.
La eliminación se lleva a cabo en los riñones por filtración glomerular y secreción tubular activa. Después de la administración oral de 500 mg de metformina, 50% se recupera en la orina y 27% en las heces.
No hay datos acerca de la excreción en la leche materna o de la transferencia placentaria.
La metformina es una biguanida que reduce la concentración de glucosa sanguínea tanto basal como posprandial, sin incrementar la secreción de insulina, por lo que se considera como un agente antihiperglucemiante y no un fármaco hipoglucemiante. Algunos, pero no todos, los procesos que explican esta acción son el aumento en la captación de glucosa por el músculo, reducción de la gluconeogénesis y glucogenólisis e inhibición de la absorción intestinal de glucosa.
La metformina puede potenciar la acción de la insulina ya sea incrementando la unión a los receptores y/o por actividad posreceptor, mejorando la capacidad de los transportadores de glucosa membranales. Además de disminuir la glucosa sanguínea, metformina mejora el perfil de lipoproteínas tanto en diabéticos como en no diabéticos.
La metformina tiene efectos favorables en el metabolismo de lípidos; se ha demostrado reducción de lípidos incluyendo triglicéridos plasmáticos, LDL y colesterol total, sin afectar las HDL.
Inicialmente se han empleado dosis de 0.5 a 1.0 g y no se ha observado incremento de su efecto con dosis mayores de 3.0 g diarios. En pacientes diabéticos, metformina reduce la glucosa sanguínea en ayuno y mejora la tolerancia a la glucosa.
CONTRAINDICACIONES: Pacientes con hipersensibilidad a la metformina.
Complicaciones agudas de la diabetes, como cetoacidosis o estado hiperosmolar.
Insuficiencia renal (depuración de creatinina < 60 ml/min) o en condiciones agudas que potencialmente afecten la función renal como: deshidratación, infección severa, choque, infarto al miocardio y procedimientos quirúrgicos.
Insuficiencia cardiaca o respiratoria severa.
Insuficiencia hepática o alcoholismo.
RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA: La hiperglucemia se asocia a una incidencia mayor de anormalidades congénitas. La metformina se clasifica en categoría B en riesgo prenatal.
Datos preclínicos indican que la metformina no tiene efectos nocivos sobre el desarrollo fetal y embrionario. Las pacientes previamente tratadas con metformina pueden tratarse con insulina durante el embarazo.
La metformina es secretada con la leche materna, pero no se detectan niveles plasmáticos de este producto en los lactantes.
El uso de este producto en el embarazo y lactancia queda bajo el criterio del médico.
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Las siguientes reacciones adversas pueden ocurrir bajo el tratamiento con IFOR®. Las frecuencias se definen de la siguiente manera: muy común > 1/10; común > 1/100, < 1/10; poco común > 1/1,000, < 1/100; raro > 1/10,000, < 1/1,000; muy raro < 1/10,000 y reportes aislados.
Alteraciones en el metabolismo: Muy raras: acidosis láctica (véase Precauciones generales); disminución de la absorción y los niveles séricos de vitamina B12 con el uso prolongado de metformina, se debe considerar esta etiología en pacientes que presentan anemia megaloblástica.
Sistema nervioso: Alteraciones del gusto.
Gastrointestinal: Muy comunes: náuseas, vómito, diarrea, dolor abdominal y pérdida del apetito. Estas reacciones adversas ocurren con mayor frecuencia cuando se inicia el tratamiento y se resuelven espontáneamente en la mayoría de los casos. Para prevenirlos, se recomienda que la metformina se tome en dos o tres dosis diarias. Un incremento gradual de la dosis también puede mejorar la tolerabilidad gastrointestinal.
Hepáticos: Muy raras: alteraciones en las pruebas de función hepática o hepatitis, las cuales se resuelven con la descontinuación del tratamiento.
Piel y anexos: Muy raras: eritema, prurito y urticaria.
PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: Los estudios preclínicos llevados a cabo con este fin no mostraron evidencias de este tipo.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: La metformina potencializa el efecto de los anticoagulantes orales de los fibrinolíticos.
El alcohol potencia los efectos antihiperglucemiantes e hiperlactagenémicos de metformina.
Glucocorticoides, agonistas beta-2 y diuréticos tienen actividad hiperglucemiante intrínseca, se recomienda ajustar la dosis de la terapia antidiabética. La cimetidina incrementa las concentraciones plasmáticas de metformina.
ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: Se han reportado casos aislados de alteraciones en las pruebas de función hepática que se resuelven con la descontinuación del tratamiento.
PRECAUCIONES GENERALES: Se recomienda monitorear la función renal al inicio del tratamiento y al menos una vez al año; con especial cuidado en pacientes ancianos.
La incidencia de acidosis láctica puede reducirse si se evitan otros factores de riesgo como cetoacidosis, ayuno prolongado, consumo excesivo de alcohol, insuficiencia hepática y condiciones asociadas a hipoxia. Evitar el uso de metformina en pacientes con evidencia de laboratorio o clínica de enfermedad hepática.
El uso de metformina debe descontinuarse antes o durante pruebas que requieran la administración intravenosa de medios de contraste con yodo, y restituir el tratamiento 48 horas después si se corroboró que la función renal está normal.
Evitar el uso excesivo de alcohol.
No suele ocurrir hipoglucemia asociada a la terapia con metformina, excepto en los casos de consumo calórico inadecuado, ejercicio extenuante y terapia simultánea con otros fármacos hipoglucemiantes.
No se recomienda su uso en niños menores de 10 años.
DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:
Adultos: La dosis diaria y la forma de administración se recomendará por el médico tratante, dependiendo del estado metabólico del paciente. Los esquemas de dosificación usuales consideran como dosis inicial 500 mg dos veces al día u 850 mg una vez al día, administrados con los alimentos. Cuando se utiliza la tableta de 500 mg, la dosis puede ser ajustada con intervalos de una semana, de acuerdo al afecto sobre la glucemia.
En los casos en que se usa la tableta de 850 mg, la dosis puede ser ajustada cada dos semanas.
La dosis máxima recomendada de metformina es de 3,000 mg al día.
En pacientes ancianos la dosis de metformina debe ajustarse basándose en la función renal.
Niños: La dosis inicial recomendada de metformina para niños de 10 a 16 años es 500 mg dos veces al día, administrados con los alimentos. La dosis se puede aumentar cada semana en 500 mg.
La dosificación máxima recomendada es de 2,000 mg/día, en 2 a 3 dosis divididas.
Vía de administración: Oral.
MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: Existen reportes escasos de sobredosis con metformina. La manifestación importante corresponde a la acidosis láctica.
El método más efectivo para la eliminación de metformina y lactato es la hemodiálisis.
En casos de sobredosificación se recomienda lavado gástrico y medidas de apoyo de acuerdo con la sintomatología.
PRESENTACIONES:
Caja con 30 tabletas de 500 mg.
Caja con 30 tabletas de 850 mg.
RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Consérvese a no más de 25°C y en lugar seco.
LEYENDAS DE PROTECCIÓN:
Literatura exclusiva para médicos. No se deje al alcance de los niños. Su venta requiere receta médica. No se use en el embarazo, lactancia ni en niños menores de diez años.
Reporte las sospechas de reacción adversa al correo:
farmacovigilancia@cofepris.gob.mx
Hecho en México por:
PRODUCTOS MEDIX, S.A. de C.V.
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203300423A0178
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