OCUVITE ADULT
COMPLEMENTOS NUTRICIONALES
Cápsulas de gel
1 Caja,50 Cápsulas de gel,
FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:
Cada CÁPSULA de GEL contiene:
Cápsula de gel |
% de valor diario |
|
Acetato de dl-a tocoferilo (equivalente a 15 U.I. de vitamina E) |
33.000 mg |
50 |
Ácido ascórbico (equivalente a 100 mg de vitamina C) |
89.18918 mg |
166.50 |
Óxido cúprico (equivalente a 1 mg de cobre) |
1.377 mg |
50 |
Óxido de zinc (equivalente a 9 mg de zinc) |
12.322 mg |
60 |
Luteína |
2.00 mg |
+ |
Omega-3 |
100 .00 mg |
+ |
Nota: + valor diario no establecido.
INDICACIONES TERAPÉUTICAS: Suplemento alimenticio para complementar la ingesta diaria de nutrientes.
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA EN HUMANOS:
Ácido ascórbico (vitamina C): El ácido ascórbico se absorbe rápidamente por la porción distal del intestino delgado después de la administración oral, y es ampliamente distribuido en los tejidos corporales. Después de su absorción aumenta la cantidad de ácido ascórbico en la sangre, siendo su concentración mayor en los leucocitos y plaquetas que en el plasma y eritrocitos. En estados de deficiencia, la concentración en leucocitos declina en forma lenta y ha sido considerada como un buen criterio para la evaluación de deficiencia de concentración en plasma. La concentración más elevada se encuentra en los tejidos glandulares y la más baja en el músculo y los depósitos de grasa. Los excedentes de vitamina C se excretan inalterados por orina, siendo su umbral de eliminación de aproximadamente 1.4 mg/100 ml. Una vía importante del metabolismo del ácido ascórbico en el hombre es su conversión en oxalato urinario, probablemente mediante la formación intermedia de productos de oxidación de ácido hidroxiascórbico. El ácido ascórbico es un agente reductor que interviene en la síntesis de un adecuado colágeno (prolina, hidroxiprolina) que es esencial para el crecimiento, producción y fortalecimiento del tejido subcutáneo, el cartílago, el hueso y los dientes; actúa en las reacciones de hidroxilación en la síntesis de corticosteroides suprarrenales, participa en la formación y mantenimiento de las paredes de los capilares, es coadyuvante en la adecuada absorción de las sales de hierro. Atraviesa la placenta y se distribuye a la leche humana.
*Efecto antioxidante: La vitamina C, mientras flota en el espacio intracelular puede neutralizar los radicales libres antes de que lleguen a alcanzar la membrana de las mitocondrias. Reduce la cantidad de energía necesaria para combatir la oxidación, permitiendo una mayor disposición de la misma para la célula, al mantener las mitocondrias en un nivel energético elevado, combate con éxito la oxidación. Además contribuye a elevar las cantidades de vitamina E (18%), betacaroteno en 13%. La vitamina C regenera otros nutrientes después de neutralizar los radicales libres. Por ejemplo la vitamina E al reaccionar con una partícula oxidativa se transforma y se altera, pero la vitamina C la regenera reciclándola para que se vuelva a utilizar y este proceso también sucede a la inversa.
Neutraliza los efectos de los contaminantes del aire y del agua con radicales libres.
Sistema cardiovascular: Protege endotelio (interior de las arterias) contra lesiones oxidativas, promueve la circulación sanguínea, incluso en pacientes con hipertensión, reduce el número de radicales superóxidos en las arterias, y por tanto, las partículas de colesterol oxidadas, y de esta forma indirecta reduce la peroxidación lipídica que conduce a la aterosclerosis.
Diabetes: La vitamina C, se adhiere a la insulina para ser transportada, al haber bajos niveles de la misma no existe suficiente vitamina C en el torrente sanguíneo, repercutiendo en la reducción de actividad antioxidante. Dando como resultado problemas para controlar la diabetes. Por otra parte el incremento en los niveles séricos de azúcar en la sangre producen aumento de los radicales libres. Y de esta forma se crea un círculo vicioso que lleva a un avance más rápido de la enfermedad.
Cáncer de pulmón y próstata: Estudios de seguimiento donde se les aplicaba vitamina C vía oral a pacientes demostró que ésta juega un papel fundamental en la prevención del cáncer de pulmón con un riesgo de 66% superior para las personas que consumían menos ácido ascórbico.
En relación con el cáncer de próstata, señala que inhibe la división y crecimiento de células cancerosas.
Cataratas y opacidad del cristalino: Las mujeres entre los 56 y 71 años que tomaron complementos de vitamina C durante diez años, presentaban 77% menos opacidad de cristalino.
Acetato de dl-a tocoferilo (vitamina E): La vitamina E, es considerada como un nutriente esencial. La absorción de vitamina E del tracto gastrointestinal depende de la presencia de bilis y de una función pancreática normal. De 50 a 80% es absorbido y transportado por lipoproteínas de la misma forma que las grasas. Es almacenada en los tejidos grasos y estabiliza la porción lipídica (o grasa) de las membranas celulares, protegiendo además a los organelos “vitales” encontrados dentro de las células. La vitamina E protege a los ácidos grasos poliinsaturados de la oxidación e influye en la síntesis de la hemoporfirina y hemoproteínas. Otras funciones atribuidas a la vitamina E son incrementar la utilización de la vitamina A, inhibir la síntesis de prostaglandinas y estimular el cofactor esencial en el metabolismo de los esteroides. La vitamina E se distribuye prácticamente en todos los tejidos, incluyendo el líquido cefalorraquídeo y además se almacena en el hígado y en el tejido adiposo. Los recién nacidos tienen concentraciones plasmáticas de vitamina E de sólo 1/5 respecto a la de sus madres, lo cual sugiere una transferencia placentaria deficiente. La vitamina E es metabolizada en el hígado, principalmente por glucuronidación. Además se han encontrado metabolitos con estructura de quinona y se cree que formas diméricas y triméricas de la vitamina E resultan de reacciones con peróxidos lipídicos. Aproximadamente 70 a 80% de una dosis de vitamina E es eliminada por el hígado y el resto por la orina como metabolitos.
*Efecto antioxidante: Es uno de los antioxidantes más versátiles, asociado con la mayoría de las enfermedades degenerativas.
Trastornos cardiacos y aterosclerosis: En la aterosclerosis, la arteria enferma contiene grasas oxidadas, por lo tanto, los antioxidantes diminuyen el desarrollo de aterosclerosis. El proceso se realiza mediante las lipoproteínas de baja densidad (LDL-c) modificadas o lesionadas que suelen activar “receptores desintegrantes”, en los macrófagos de los vasos sanguíneos, éstos se hinchan = células espumosas, que de forma anómala recubren la pared de los vasos sanguíneos, acumulándose y formando placas que obstruyen el vaso, endurecen la pared vascular y fragmentan la placa al desprenderse de la arteria y flotar. La vitamina E es un protector antioxidante crucial contra la sobrecarga oxidativa de la peroxidación lipídica, de las membranas celulares y del endotelio. Incluso se ha presumido que la vitamina E fomenta la reparación endotelial (interna de la arteria) e incluso suprime la producción de oxidantes perjudiciales dentro del endotelio.
Placa en las arterias + coagulación anormal = obstrucción (ataque cardiaco o apoplejía): Al haber radicales libres en el torrente sanguíneo que al oxidar a las plaquetas, producen tromboxano, que da lugar a la formación anormal de coágulos. Si a una placa arterial ateromatosa le sumamos coagulación anormal se obtendrán obstrucciones arteriales que darán lugar a ataques cardiacos y apoplejías. La vitamina E previene esta situación.
Ingesta excesiva: La vitamina E reduce la carga vascular producida por el exceso alimentario (al tomar conjuntamente vitaminas E y C antes de una comida pesada se reduce el contenido graso) y la disminución del aporte sanguíneo a órganos intraabdominales, durante 2-4 horas después de una abundante ingesta.
Sinergismo con otros antioxidantes: Se ha observado que en conjunto con otros antioxidantes potencializa su efecto; con el selenio, previene cardiomiopatías, con la vitamina C fortalece los niveles de vitamina E hallados en sangre.
Envejecimiento: Previene éste al fortalecer el sistema inmune, conllevando a una resistencia acrecentada ante infecciones y neumonía, padecimientos frecuentes en las personas de edad, ya que con dosis de 200 mg/día los sujetos mostraban de 2-6 veces más capacidades de protección.
Habilidad cognitiva: Mejora estas habilidades en personas entre los 65 y 90 años.
Enfermedad de Parkinson: No como único tratamiento, pero sí como medicación concomitante a aquella del tratamiento, e incluso se ha llegado a dilucidar que una ingesta diaria elevada de vitamina E podría proteger contra la ocurrencia de la enfermedad.
Enfermedad de Alzheimer: Ayuda a mejorar el progreso de este tipo de pacientes, pues retrasa la evolución de las etapas de la enfermedad, mejorando la calidad de vida, al parecer interfiriendo con la muerte de las células cerebrales, pues los agentes oxidantes producen la muerte progresiva de las células cerebrales.
En estos estudios se analizan dosis muy altas de la vitamina (2,000 U.I./día).
Zinc: Se distribuye extensamente a través del cuerpo y se excreta en las heces con sólo trazas que aparecen en la orina debido a que los riñones tienen poco o ningún rol en la regulación del contenido de zinc en el cuerpo. El zinc es un mineral que actúa como cofactor para más de 100 enzimas y es importante en el metabolismo de ácidos nucleicos, síntesis proteica y el intercambio de dióxido de carbono a nivel tisular; incluso de la anhidrasa carbónica de los eritrocitos que facilita el intercambio entre el dióxido de carbono de los tejidos. Su absorción es un proceso saturable que involucra un mecanismo de transporte activo por ligaduras de bajo peso molecular de origen pancreático.
El zinc juega un papel en el metabolismo de la retina. También actúa como un cofactor en la protección del cristalino contra los efectos dañinos de la radiación.
Puede reducir los niveles de cobre; por lo que los suplementos que contienen zinc también deben contener cobre.
*Efecto antioxidante: Fortalece el sistema inmune a nivel celular, y aumenta el número de células encargadas de combatir las infecciones, alivia el daño causado a los tejidos irritados posterior a una infección por su efecto antioxidante.
Cáncer: Detiene el inicio del cáncer inducido químicamente, al incrementar su aporte en pacientes con cáncer de próstata, esófago y bronquios. Forma la enzima cobre/zinc superóxido dismutasa y otras enzimas antioxidantes. Es esencial para la síntesis de ADN que repercute en la formación celular y su crecimiento.
Diabetes: Es vital en la producción de insulina, incrementando la tendencia a la cicatrización en estos pacientes y retrasando el efecto degenerativo visual.
Cobre: Es absorbido en la porción proximal del intestino delgado y transportado al hígado. En el hígado, el cobre es incorporado dentro de la ceruloplasmina, que es el mayor acarreador sanguíneo de proteínas; el cobre es esencial para la formación del tejido conjuntivo, hematopoyesis y funcionamiento del sistema nervioso central.
*Efecto antioxidante: Su deficiencia aumenta la sobrecarga oxidante pues conlleva a una deficiencia del antioxidante superóxido dismutasa de cobre (CuSOD), que participa en la ruptura de las reacciones en cadena de radicales libres.
Salud cardiovascular: Su deficiencia da lugar a lesiones oxidativas en el corazón y en el hígado.
Epidermis: Protege contra las radiaciones UV, al combinarse con el selenio protege las células cutáneas de las radiaciones.
Luteína: Pertenece a la familia de los carotenoides, las fuentes principales de origen son las frutas y vegetales de hojas verdes, (antioxidantes). En el humano se almacenan en el ojo, cerebro, mamas y cuello del útero. Se asocia con la salud visual, principalmente a nivel de la región de la mácula y retina, a nivel del cuerpo ciliar del iris y del cristalino. Protege de la oxidación secundaria a la luz (radiación por los rayos UV) mediante la absorción y disipación de ésta.
Omega 3: Son ácidos poliinsaturados encontrados en el aceite de los pescados azules, así como otras fuentes vegetales naturales como: semillas de chía, lechuga, verdolagas, espinacas, soya, coles, almendras y nueces. Estos ácidos grasos son clasificados como esenciales pues no pueden ser sintetizados por el cuerpo y se obtienen de forma externa al organismo. Los más importantes para el humano son el ácido a linoleico (ALA), ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).
*Efectos protectores: En el 2004 la FDA, apoyó la investigación de que este tipo de ácidos ayudan a la reducción de la enfermedad coronaria. Además se han encontrado otros efectos a distintos niveles del organismo humano.
Sistema cardiovascular: Reducen los niveles de colesterol, previenen la formación de coágulos arteriales al disminuir de forma leve la agregación plaquetaria, mejoran la perfusión sanguínea y de forma secundaria mejoran la presión arterial, mejoran la transmisión eléctrica del miocardio, protegiéndolo de arritmias.
Cáncer: Son protectores contra ciertos tipos de neoplasias como el cáncer de próstata, de mama y de colon. Y se ha observado que en algunos casos en conjunto con la terapia contra el cáncer pueden ayudar a la disminución del crecimiento celular tumoral.
Propiedades antiinflamatorias: El ácido linoleico tiene este efecto a nivel articular por lo que se utiliza como complemento de la terapia de la artritis reumatoide, de la enfermedad de Crohn y de la colitis ulcerosa.
Sistema nervioso central: Este tipo de ácidos ayudan mejorando la estabilidad mental, pues los resultados de pacientes tratados son mejorados al utilizarse de forma adyuvante con la terapia estándar previa contra la esquizofrenia.
CONTRAINDICACIONES: Idiosincrasia o hipersensibilidad a cualquiera de los componentes de la fórmula, insuficiencia renal o hepática.
RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA: A criterio del médico.
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Ocasionalmente puede presentarse náusea, regurgitación
* Es indispensable recordar que los efectos antioxidantes de estas vitaminas y minerales, tienen un amplio perfil preventivo e incluso como adyuvante terapéutico, pero que no serán por sí solos la única terapéutica a seguir en el caso de una patología.
con sabor a las vitaminas o diarrea. En algunos casos la vitamina C favorece la litiasis renal, puede provocar gastritis, vómito y cefalea.
PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: No se han observado hasta el momento. Sin embargo, algunos estudios clínicos sugieren que el betacaroteno puede estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer pulmonar en fumadores.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: Altas dosis de vitamina C pueden interferir con el efecto anticoagulante de la warfarina. Los salicilatos asociados con la vitamina C disminuyen su excreción renal y un aumento de los mismos en la concentración plasmática. La acidificación de la orina producida por la vitamina C puede facilitar la precipitación de cristales con la administración simultánea de sulfonamidas y sus metabolitos (cristaluria). El aceite mineral y los secuestradores de las sales biliares como la colestiramina y el colestipol han mostrado disminución de la absorción de vitaminas liposolubles en el tratamiento a largo plazo. La cumarina interactúa con la vitamina E. Los anticonceptivos aumentan la concentración de vitamina A en el plasma. En el caso de los ácidos grasos omega 3, se ha visto que a grandes cantidades (superiores a 3 g/día) pueden presentarse las siguientes reacciones no deseadas: el riesgo de sangrado, incrementos del colesterol “malo” o LDL-c en pacientes diabéticos o con hiperlipidemias, reducción del control de la glucemia en pacientes diabéticos, y disminución de la respuesta inmune-inflamatoria con incremento de la susceptibilidad a infecciones por bacterias oportunistas.
ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: Las dosis altas de ácido ascórbico pueden interferir con algunos métodos de determinación de glucosa en orina, así como en pruebas basadas en reacciones óxido-reducción. También, altas dosis pueden incrementar falsamente los niveles séricos de bilirrubina. La administración de una dosis excesiva de vitamina C puede provocar hemólisis en pacientes con déficit de la enzima glucosa-6-fosfato deshidrogenasa. En el caso de los ácidos grasos omega 3, se pueden presentar incrementos del colesterol “malo” o LDL-c en pacientes diabéticos o con hiperlipidemias, así como reducción del control de la glucemia en pacientes diabéticos.
DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Oral.
Una cápsula al día o la que el médico señale.
MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: La ingestión de dosis muy altas puede causar hipervitaminosis que desaparece al suspender la fórmula o adecuar su dosis. Si es necesario instituir tratamiento asintomático y de apoyo.
PRESENTACIÓN:
Cápsulas de gel:
Ración = 1 cápsula de gel.
Núm. de raciones = 50.
RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Consérvese el frasco bien tapado en lugar fresco y seco a no más de 25ºC.
Protéjase de la luz. No se use si el sello de seguridad se encuentra dañado o roto.
LEYENDAS DE PROTECCIÓN:
No se deje al alcance de los niños. Si persisten las molestias, consulte a su médico. Literatura exclusiva para médicos.
Hecho por:
Nutra Manufacturing Inc.
Para:
Bausch & Lomb Incorporated
Importado y distribuido por:
BAUSCH & LOMB MÉXICO, S. A. de C. V.