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Bandera México

QUAL Tabletas
Marca

QUAL

Sustancias

DEXTROPROPOXIFENO, DIAZEPAM, PARACETAMOL (ACETAMINOFÉN)

Forma Farmacéutica y Formulación

Tabletas

Presentación

1 Caja, 20 Tabletas, 50 mg, 200 Miligramos

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada TABLETA contiene:

Paracetamol 200 mg

Clorhidrato de dextropropoxifeno 50 mg

Diazepam 2 mg

Excipiente, c.b.p. 1 tableta.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS: Dolor posopera­torio, odontalgias, otalgias, migrañas, cefalalgias de origen tensional, mialgias y traumatismos musculos­que­­lé­ticos. Todas aquellas condiciones en que se presente dolor acompañado de contractura muscular (lumbalgia, cervi­calgia y contractura reumática).

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA: La acción analgésica del paracetamol y del dextropropoxifeno es aditiva, de tal manera que la combinación de ambos fár­macos produce mayor analgesia que la producida por cualquiera de ellos administrados solos, ya que actúan a través de mecanismos diferentes. El paracetamol alivia el tipo de dolor somático actuando como antagonista de la bradicinina formada por los focos inflamatorios; asimismo, inhibe la síntesis de prostaglandi­nas en el SNC.

El dextropropoxifeno se fija a los receptores opiáceos produciendo analgesia; a nivel del SNC bloquea y modula las señales dolorosas a los cordones espinales y cerebro.

El diazepam posee cuatro acciones fundamentales: tranquilizante (ansiolítica), miorrelajante, anticonvulsi­vante e inductora del sueño, siendo la miorrelajante la más destacada.

El diazepam actúa a este nivel, inhibiendo los centros fa­cilitadores motores de la formación reticular y depresión parcial de los centros espinales motores ­(fibras gamma que inervan lo husos musculares). Facilita también la acción inhibidora del GABA (Ácido Gamma Ami­no­butírico) lo que permite disminuir los trastornos con base afectiva, como ansiedad, angustia, así como también el dolor psicógeno, cuya génesis se encuentra en trastornos emocionales que al producir ­espas­mos muscu­lares y vasodilatación puede originar reacciones dolorosas.

A nivel de las sinapsis GABA-érgicas se liga a la molécula del GABA en la membrana postsináptica ocasionando una mayor apertura de los canales clóricos e hiperpola­ri­zación de la misma, impidiendo así una estimulación relativa del sistema activador reticular ascen­dente (SARA).

Propoxifeno: Se absorbe por vía oral, alcanzando concentraciones pico de 2 a 2.30 horas.

Las concentraciones plasmáticas (CP) reportadas después de una dosis de 1.5 mg/kg v.p., alcanzaron 47 ng/ml. La CP efectiva se localiza en un amplio rango que va de 0.05 a 0.5 µg/ml y el estado estacionario se alcanzó después de 6 dosis administradas cada 6 horas.

El propoxifeno se une a proteínas en aproximadamente 80%, distribuyéndose ampliamente en el organismo a nivel de hígado, pulmones, cerebro y riñones.

Se metaboliza en hígado por desmetilación, produciendo cuando menos 8 metabolitos, siendo los principales: norpropoxifeno y dinorpropoxifeno; el primero de ellos con menor potencial depresor de SNC que propoxifeno, pero con mayores efectos locales anestésicos. La vida media de eliminación de propoxifeno es de 6 a 12 ­horas (1.6-11.8 horas) y para norpropoxifeno de 30 a 36 horas.

Se excreta sin cambio a través de la orina en un rango de 0.8 a 4.5%, con promedio de 1.5%.

Aproximadamente, 20 a 25% de una dosis administrada, es excretada con la orina siendo en su mayoría recuperada como norpropoxifeno conjugado o libre. Se elimina a través de leche materna en escasa can­tidad.

La eliminación extracorpórea (diálisis peritoneal o hemo­diálisis) remueve cantidades insignificantes del fár­maco.

Paracetamol: Se absorbe rápidamente por vía oral, con niveles pico de 640 µg/dl en tiempo aproximado de 40-60 minutos. El 25% de la dosis administrada sufre metabolismo de primer paso.

Se une a las proteínas en 20-30% y su volumen de distribución es de 1-2 l/kg. Se metaboliza ampliamente en el hígado, formando metabolitos inactivos conjugados con ácido glucurónico y sulfato.

En caso de sobredosis, cuando se saturan los glucuronatos y sulfatos, el exceso de paracetamol se oxida a cisteína y ácido mercap­túrico conjugados.

Paracetamol se excreta sin cambio por vía renal en 1 a 4% y el resto en forma de metabolitos. La excreción biliar alcanza sólo un 2.6%. La vida media de elimi­nación es de 2 a 4 horas y parece incrementarse en pacientes geriá­tricos, debido a la reducción de su depu­ración.

Diazepam: Se absorbe rápidamente por el tubo digestivo, la concentración plasmática máxima se alcanza entre los 30 a 90 minutos después de una dosis única por vía bucal. Se une a las proteínas del plasma en 98%, es metabolizado a nivel hepático donde por un proceso de desmetilación y oxidación (hidroxilación) se transforma en un nordiazepam, sustancia farmacológicamente activa, posteriormente en hidroxidiazepam y por último en oxa­zepam. La curva de tiempo de concentración plasmá­tica es bifásica, una fase de distribución lenta con una vida media de eliminación de 3 horas, siendo seguida por una fase terminal de eliminación prolongada (vida 20 a 50). Se elimina principalmente por la orina (70%). La bio­disponibilidad se acerca al 100%.

CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad a los com­po­nen­tes de la fórmula.

Glaucoma, insuficiencia hepáti­ca y/o renal, embarazo, lactancia, discrasias sanguíneas, miastenia gravis, insuficiencia cardiaca o respiratoria, en­fer­medad pulmonar obs­tructiva crónica, estado de choque.

No administrarse con otros fármacos que produzcan depresión del sistema nervioso central (barbitúricos, antihis­tamínicos, alcohol).

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA: No se administre durante el embarazo y la lactancia.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Dependiendo de la dosis y la susceptibilidad personal puede presentarse mareo, somnolencia, excitación paradó­jica, insomnio, erupción cutánea, trastornos gastrointestinales (náuseas, vómitos, dolor abdominal, estreñimiento), ocasionalmente pueden aparecer euforia, sequedad de boca y visión borrosa. Sedación, alucinaciones, erupcio­nes cutáneas y glositis. Depresión respiratoria, amnesia anterógrada y aumento o disminución de la libido.

En pocos casos se ha asociado al paracetamol con neutropenia, pancitopenia y en sobredosificación impor­tante con necrosis hepática.


PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: Se desconocen hasta la fecha.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: El uso concomitante de propoxifeno y diazepam ha demostrado en algunos casos ligero incremento en la vida media (menor al 15%) de este último.

Los efectos sedativos de propoxifeno y diazepam ­pueden intensificarse si se combinan con neurolépticos, tranquilizantes menores, antidepresivos, hipnóticos, anticonvulsivantes, antihistamínicos, anestésicos, analgésicos de efecto central, barbitúricos y alcohol. El paraceta­mol puede potenciar el efecto de los anticoagulantes.

ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: El paracetamol puede interferir con determinación del ácido acetilsalicílico dando re­sul­tados falsamente elevados; asimismo, han sido reportados cambios en la coloración de la orina hacia tonalidades rosada o rojiza.

PRECAUCIONES GENERALES:

Se debe advertir al pa­ciente no exceder la dosis de QUAL* recomendada por el médico. La administración concomitante con: psico­trópicos, anti­his­tamíni­cos, barbitúricos, alcohol y otros fármacos, los cuales por sí mismos producen depresión del SNC, producen efectos depresivos adicionales.

QUAL* por su contenido en dextropropoxifeno puede ocasionar dependencias si se administra por tiempo prolongado; se recomienda no emplear QUAL* por más de 6 semanas. El paracetamol puede potenciar la acción de los anticoagulantes. En pacientes que manejan vehículos y/o aparatos de precisión, ya que puede presentarse depresión de las funciones físicas o mentales, o ambas. Por el riesgo de adicción, no es aconsejable su uso por más de 6 semanas. Por su contenido en propoxifeno, QUAL* no debe administrarse a pacientes con tendencias suicidas y evitar su uso en personas bajo estados depresivos. Debe advertirse a los pacientes de no mezclar QUAL* con alcohol.

Uso en niños: No se recomienda, ya que no existe suficiente experiencia clínica del uso de propoxifeno en menores.

Uso en geriatría: Es recomendable la observación cuidadosa de los pacientes de edad avanzada, ya que al disminuir su circulación hepática, reducen el metabolismo de los fármacos, haciendo posible la necesidad de incrementar el intervalo de dosificación o disminuir la dosis de administración. No exceder la dosis máxima diaria de dextropro­poxifeno que es de 390 mg/día.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Oral.

1 tableta cada 6 a 8 horas; en dolores intensos se puede aumentar la dosis, sin exceder de 6 tabletas al día.

En pacientes geriátricos puede requerirse incrementar el intervalo de dosificación o disminuir la dosis.

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL:

Síntomas de sobredosificación por propoxife­no: Las manifestaciones de los síntomas agudos ocasionados por una sobredosis de propoxifeno son similares a las producidas por la sobredosis de narcóticos. Por lo general, el paciente está somnoliento, pero puede presentar estupor o estar comatoso y con convulsiones.

La depresión respiratoria es característica. Hay disminución de la frecuencia y/o volumen respiratorios, lo cual produce cianosis e hipoxia.

Las pupilas, que al principio estaban puntiformes, pueden dilatarse a medida que aumen­ta la hipoxia. Pueden presentar respiración de Cheyne-Stokes y apnea.

Por lo general, la presión arterial y la frecuencia cardiaca son normales inicialmente, pero la presión arterial falla y la función cardiaca se deteriora, la cual, por úl­timo, produce edema pulmonar y colapso circulatorio, a menos que la depresión respiratoria sea corregida y la ventilación adecuada sea restablecida prontamente. El paciente puede presentar arritmias cardiacas y retraso en la conducción. Existe una combinación de acidosis respiratoria/metabólica debido a la retención de CO2 (hipercapnia) y a la formación de ácido láctico durante la glucólisis anaeróbica.

La acidosis puede ser grave si también se han ­ingerido grandes cantidades de salicilatos. Puede sobrevenir la muerte.

En casos de sobredosis crónica de propoxifeno ha habido informes de miopatía dolorosa subaguda.

Tratamiento de la sobredosis de propoxifeno: La atención debe dirigirse primero al establecimiento de una vía aérea abierta y al restablecimiento de la ventilación. Puede requerirse ventilación con asistencia mecánica, con o sin oxígeno, y una respiración con presión positiva puede ser deseable en presencia de edema pulmonar.

La naloxona, el antagonista de narcóticos, reduce marcadamente el grado de depresión respiratoria y debe administrarse prontamente por vía intravenosa pre­ferentemente, en cantidades de 0.4 a 2 mg. Si no se obtiene el grado deseado de antagonismo con mejoría de la función respiratoria, se debe repetir la naloxona a intervalos de 2 a 3 minutos. La duración de la acción del antagonista puede ser breve. Si no se observa una respuesta después de haber administrado 10 mg de naloxona, el diagnóstico de intoxicación por propoxifeno debe ponerse en duda. La naloxona también puede administrarse por vía intravenosa continua.

Tratamiento de la sobredosis de propoxifeno en niños: La dosis inicial corriente de naloxona en niños es de 0.01 mg/kg de peso por vía intravenosa. Si esta dosis no produce el grado de mejoría clínica desea­do, se puede administrar una dosis mayor subsiguiente de 0.1 mg/kg de peso. Si no se puede administrar por vía intravenosa, la naloxona puede administrarse por vía intramuscular o subcutánea en dosis divididas. De ser ne­cesario, la naloxona puede diluirse con agua estéril para inyección.

Se deben hacer determinaciones de los gases sanguíneos, pH y electrólitos a fin de que la acidosis y cualquier trastorno de los electrólitos presentes puedan ser corregidos prontamente. La acidosis, hipoxia y de­presión generaliza­da del sistema nervioso central predisponen al desarrollo de arritmias cardiacas. Puede presentarse fibrila­ción ventricular o paro cardiaco y el paciente puede necesitar las medidas de reanimación cardiopulmonar. La acidosis respiratoria desaparece rápidamente a medida que se restablece la ventilación y se elimina la hipercap­nia, pero la acidosis láctica puede requerir la ad­ministración de bicarbonato por vía intravenosa para corregir dicho estado.

El estudio electrocardiográfico es esencial. La rápida eli­mi­nación de la hipoxia, acidosis y trastorno de los electró­litos (cuando se halla presente) ayudará a evitar dichas complicaciones cardiacas y aumentará la eficacia de los medicamentos administrados para restablecer la función cardiaca normal.

Además del empleo de un antagonista de narcóticos, el paciente puede requerir una cuidadosa dosificación con un anticonvulsivo a fin de controlar las convulsiones.

Los medicamentos analépticos (por ejemplo, cafeína o an­fe­tamina), no deben administrarse debido a la tendencia de dichos medicamentos a precipitar convul­siones.

El tratamiento general de sostén, además de oxígeno, incluye, cuando sea necesario, la administración de líquidos por vía intravenosa, compuestos vasopresores inotró­picos y cuando una infección es probable, medicamentos antiinfecciosos. El lavado gástrico puede ser útil y el carbón activado puede absorber una buena cantidad de propo­xifeno ingerido.

La diálisis tiene poco valor en los casos de intoxicación con propoxifeno solo.

Se deben hacer los esfuerzos necesarios para determinar si otros agentes, como alcohol, barbitúricos, tranquilizantes u otros depresores del sistema nervioso central también fueron ingeridos, ya que dichos agentes aumentan la depresión del sistema nervioso central y también producen efectos tóxicos específicos.

Síntomas de la sobredosis de salicilatos: Los síntomas incluyen náuseas y vómito, tinnitus y sordera, vértigo y cefalea, torpeza mental y confusión, diaforesis, pulso rápido y respiración aumentada, y alcalosis respiratoria.

Síntomas de sobredosificación con diazepam: En caso de sobredosificación se presentará intensificación de los efectos terapéuticos (sedación, relajación muscular, sueño profundo), fatiga, ataxia, amnesia, depresión respiratoria. En tales casos se recomiendan medidas generales de apoyo, ventilación adecuada, lavado gástrico, etc.

También se puede aplicar el antagonista de las benzodiazepinas: flumazenil a dosis de 0.2 a 0.3 mg I.V. direc­to o diluido en solución glucosada al 5% o de cloruro de sodio al 0.9%. Si no hay respuesta al minuto, administrar de 0.1 a 0.3 mg cada minuto hasta obtener respuesta, no sobrepasar de 1 mg como dosis total.

Síntomas de sobredosificación con paracetamol: La sobredosificación con paracetamol (acetaminofén), puede inducir hepatotoxicidad y las manifestaciones se hacen aparentes entre 12 y 48 horas posingestión como aumento en la concentración de aminotransferasas, bilirrubinas y tiempo de protrombina; pueden ocurrir alteraciones del metabolismo de la glucosa y aun acidosis metabólica.

En el envenenamiento grave, puede encontrarse insuficiencia hepática y necrosis tubular; además se han reportado arritmias cardiacas. Cualquier sujeto que haya inge­rido más de 7.5 g en una sola toma, puede tratarse dentro de las 10 primeras horas con un antídoto especí­fico aun desconociendo las concentraciones hemáticas.

En cualquier caso de sobredosificación con parace­tamol (acetaminofén), deberá administrarse de inmediato ace­til­cis­teína (a dosis de 140 mg/kg como dosis de carga y 70 mg/kg como dosis de sostén).

Para que este tratamiento sea efectivo, deberá iniciarse dentro de las 10 horas posteriores a la ingestión. Se recomienda el siguiente procedimiento:

Lavado gástrico o inducción de emesis con jarabe de ipecacuana a dosis de 30 a 45 ml acompañado de abundante agua. Si en 20 minutos no ocurre la emesis debe repetirse la dosis.

En caso de ingestión masiva de drogas combinadas, debe administrarse carbón activado.

Si se usa carbón activado, deberá hacerse un lavado gástrico antes de administrar la acetilcisteína, ya que ésta es absorbida por el carbón.

Extraiga sangre para determinar los niveles plasmáticos de paracetamol (acetaminofén) y, además para determinar TGO, TGP, bilirrubina, tiempo de protrombina, creati­nina, BUN, glucemia y electrólitos.

La dosis de impregnación de acetilcisteína es de 140 mg por kilogramo, la dosis de mantenimiento es de 70 mg por kilogramo.

Si el enfermo vomita la dosis de impregnación oral, administre una segunda dosis a la hora.

Si el paciente no retiene la acetilcisteína oral, adminístrela por intubación duodenal.

Repita los análisis señalados en el párrafo 3 diariamente si los niveles plasmáticos de paracetamol (aceta­mino­fén) se mantienen por arriba de 100 mg por litro.

Si ha pasado mucho tiempo después de la ingestión, debe emplearse la hemoperfusión.

PRESENTACIÓN: Caja con 20 tabletas.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Consérvese en lugar fresco y seco.

LEYENDAS DE PROTECCIÓN:

Producto perteneciente al grupo II.

Su venta requiere receta médica, la cual se retendrá
en la farmacia. No se deje al alcance de los niños. Literatura exclusiva para médicos. El uso prolongado
aun a dosis terapéuticas puede causar dependencia.

LABORATORIOS SILANES, S. A. de C. V.

Reg. Núm. 79836, SSA II

BEAR-100826/99