SILVIREM
EPINEFRINA
Solución inyectable
1 Caja, 10 Ampolleta(s), 1 mL,
1 Caja, 50 Ampolleta(s), 1 mL,
1 Caja, 100 Ampolleta(s), 1 mL,
FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:
Cada ampolleta contiene:
Epinefrina 1 mg
Vehículo, cbp 1 mL
INDICACIONES TERAPÉUTICAS:
Epinefrina está indicada en las siguientes condiciones: Espasmo de las vías aéreas en ataques agudos de asma; como tratamiento rápido en reacciones alérgicas a fármacos o a otras sustancias; tratamiento de emergencia del shock anafiláctico; paro cardiaco y reanimación cardiopulmonar (luego de haberse aplicado medidas físicas de reanimación).
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
Propiedades farmacodinámicas: La epinefrina (adrenalina) es una amina simpaticomimética. Tiene actividad vasoconstrictora, inotrópica y cronotrópica positiva, broncodilatadora e hiperglucemiante.
La adrenalina actúa a través de la unión a sus receptores (a y p) sobre gran cantidad de sistemas del organismo: a nivel cardiovascular, bronquial, gastrointestinal, renal, uterino, ocular, sobre el sistema nervioso, el metabolismo y la composición sanguínea. Aunque algunas de estas acciones no tengan aplicación terapéutica, deben tenerse en cuenta, ya que pueden estar relacionadas con la aparición de efectos adversos.
Acciones a nivel cardiovascular: Los efectos dependen de la vía de administración y de la dosis. La adrenalina provoca un aumento en la presión sanguínea debido a sus acciones inotrópica positiva, cronotrópica positiva y vasoconstrictora. Dosis bajas de adrenalina (0.1 pg/kg) pueden producir un descenso en la presión arterial, debido que los receptores [32, que provocan vasodilatación, son los más sensibles a la adrenalina. El pulso en un primer momento se acelera, pero a medida que aumenta la presión sanguínea disminuye por la descarga vagal compensatoria.
La adrenalina provoca vasoconstricción principalmente a nivel de los esfínteres pre-capilares y de las arteriolas de menor calibre, aunque también afecta a las venas y las grandes arterias. La administración de adrenalina disminuye el flujo sanguíneo cutáneo.
La adrenalina es un estimulante cardiaco muy potente. Actúa directamente sobre los receptores pi del miocardio, aumentando la frecuencia cardiaca y el ritmo. El miocardio es más excitable, la sístole es más corta y la contracción cardiaca se produce con mayor fuerza, el rendimiento cardiaco aumenta y el trabajo del corazón y su consumo de oxígeno también se incrementan de forma pronunciada. Por otra parte, la adrenalina produce un incremento en la circulación coronaria.
Acción a nivel bronquial: La adrenalina actúa sobre los receptores β2, provocando una relajación del musculo liso, sobre los receptores alfa, contrayendo los vasos de la mucosa bronquial, con lo que disminuye la congestión y el edema. La adrenalina actúa vía AMP cíclico, que activa una cadena de quinasas, e inhibiendo de la desgranulación de los mastocitos.
Acción a nivel del tracto gastrointestinal: Las catecolaminas poseen acciones depresoras sobre la musculatura gastrointestinal (efectos 3i y a) acción a nivel del riñón y tracto urinario. La adrenalina provoca una reducción intensa del caudal sanguíneo renal (vasoconstricción de las arteriolas aferentes y eferentes glomerulares, efecto a), mientras que el volumen del filtrado glomerular no se modifica. El volumen urinario, por lo general no se modifica. La adrenalina relaja la musculatura vesical (detrusor) y contrae el esfínter, por lo que puede contribuir a la retención de orina en la vejiga.
Acción a nivel del útero: Durante el último mes de gestación y en el momento del parto, la adrenalina inhibe el tono uterino y las contracciones.
Acción sobre el ojo: La adrenalina produce midriasis (estimulación de las fibras radiales del iris, efecto a) y posee la propiedad de disminuir la presión intraocular en personas normales y sobre todo en el glaucoma.
Acción sobre el sistema nervioso: La adrenalina es capaz de provocar inquietud y aprensión, pero más que por acción directa sobre el sistema nervioso central, debido a la aparición de taquicardia o palpitaciones. A nivel de la unión neuromuscular, la adrenalina es capaz de facilitar la transmisión.
Acciones metabólicas: La adrenalina produce un gran número de alteraciones en el metabolismo.
La inyección de adrenalina produce hiperglucemia (y a veces glucosuria). Inhibe la secreción de insulina y aumenta la secreción de glucagón. El glucógeno muscular también es transformado a ácido láctico, que pasa a la sangre, de manera que el nivel de lactato sanguíneo aumenta.
Por otra parte, la adrenalina aumenta la concentración de los ácidos grasos libres en sangre, a través de la estimulación de los receptores β1 de los adipocitos. La acción calorigénica de la adrenalina (incremento metabólico) se refleja en un aumento del 20-30% de consumo de oxígeno tras la administración de las dosis habituales.
Acciones sobre la composición de la sangre: La adrenalina puede reducir el volumen plasmático circulatorio y, por consiguiente, aumentar las concentraciones de eritrocitos y proteínas plasmáticas. Este efecto se ha observado en situaciones de shock, hemorragia, hipotensión y anestesia. Además produce una disminución del número de eosinófilos en la sangre circulante y provoca la agregación de las plaquetas sanguíneas.
Propiedades farmacocinéticas:
Absorción: Tras la administración subcutánea de adrenalina tiene lugar un proceso de absorción relativamente lento. Puede acelerarse con un masaje en el sitio de la inyección. La adrenalina alcanza niveles sistémicos detectables al cabo de 5-10 minutos tras la administración por vía subcutánea y la concentración máxima plasmática en 20-40 minutos. Esta absorción es más veloz y activa por vía intramuscular. La adrenalina no actúa cuando se administra por ingestión ni por vía sublingual.
Distribución: La adrenalina inyectada desaparece rápidamente de la circulación, con una semivida extremadamente corta, de aproximadamente 20 segundos. Pasa a todos los tejidos, especialmente al corazón, hígado, riñón y bazo, mientras que muy escasas cantidades llegan al cerebro por su dificultad en cruzar la barrera hematoencefálica. Las catecolaminas son captadas por las terminaciones nerviosas por transporte activo y forman los depósitos.
Hay dos tipos de captación: la captación neuronal (principalmente en los órganos con extensa inervación simpática, como el corazón, vasos y bazo, se produce con bajas concentraciones de catecolaminas y por transporte activo) y la extraneuronal (especialmente en órganos como el hígado, el riñón, intestino y corazón –órganos que poseen un alto contenido de la enzima catecol-O-metiltransferasa, que inactiva rápidamente las catecolaminas, por lo que éstas no son almacenadas sino metabolizadas).
Metabolismo: Las catecolaminas son metabolizadas principalmente por dos enzimas, la catecol-O-metiltransferasa (extraneuronal) y la monoaminooxidasa (intraneuronal), que provocan su inactivación, con formación del ácido vanililmandélico principalmente. Estos procesos tienen lugar en mayor proporción en el hígado. Las transformaciones de la adrenalina llevan a su inactivación farmacológica.
Eliminación: La adrenalina y sus metabolitos se excretan principalmente por la orina. Los metabolitos que se encuentran en mayor cantidad son la metanefrina conjugada (cerca del 40%) y el ácido vanililmandélico (otro 40%). Se eliminan también pequeñas cantidades de metanefrina libre, ácido di-hidroximandélico, metoxihidroxifenilglicol y adrenalina inalterada (un 5% de la dosis administrada).
El 50% de la dosis administrada se excreta en 6 horas y el resto en 18 horas, y en muy pequeñas cantidades se excreta por las heces. En pacientes de feocromocitoma cantidades mucho mayores por la orina que en sujetos sanos.
CONTRAINDICACIONES: Este producto no debe administrarse si el paciente presenta hipersensibilidad a la epinefrina (adrenalina), a los simpaticomiméticos o a cualquier componente de la formulación; sin embargo, la presencia de sulfitos y la posibilidad de reacciones alérgicas no impide el uso del medicamento para el tratamiento de reacciones alérgicas severas o en otras situaciones de emergencia. La posibilidad de que el paciente desarrolle reacciones adversas a los sulfitos debe ser considerada en personas asmáticas que muestran un empeoramiento de la función respiratoria tras la administración de la solución.
La utilización de este medicamento está contraindicada en pacientes con insuficiencia o dilatación cardiaca, insuficiencia coronaria y en la mayoría de los pacientes con arritmias cardiacas, ya que se aumentaría más la necesidad de oxígeno del miocardio.
El empleo de epinefrina está generalmente contraindicado en casos de hipertiroidismo y cuando existe hipertensión arterial grave, ya que estos pacientes son más susceptibles a los efectos adversos de este medicamento. Debe evitarse el uso en pacientes con feocromocitoma, ya que pueden desarrollar hipertensión severa.
También está contraindicada en pacientes con lesiones orgánicas cerebrales, como arteriosclerosis cerebral y en pacientes con glaucoma de ángulo cerrado.
Debe evitarse la administración de epinefrina de forma conjunta con la anestesia con hidrocarburos halogenados (cloroformo, tricloroetileno) o ciclopropano. Debe utilizarse con extrema precaución con otros anestésicos hidrocarburos halogenados, como el halotano. La combinación con este medicamento puede provocar arritmias graves.
La administración de adrenalina está contraindicada durante el parto. Durante el último mes de gestación y en el momento del parto, adrenalina inhibe el tono uterino y las contracciones; sin embargo, en situaciones de extrema gravedad no existen contraindicaciones absolutas.
RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:
Embarazo:
Categoría C para el embarazo: No se han realizado estudios adecuados y bien controlados en humanos. Sin embargo, estudios en animales han demostrado que la adrenalina (adrenalina) produce efectos teratógenos cuando es administrada a dosis varias veces superiores a las humanas. El uso de este medicamento durante el embarazo sólo se acepta si los beneficios potenciales justifican los posibles riesgos para el feto.
Utilizado durante el embarazo, puede causar anoxia en el feto. No se recomienda su uso durante el parto, ya que su acción relajante de los músculos del útero puede retrasar la segunda etapa, al inhibir las contracciones espontáneas o inducidas por oxitocina, e incluso puede llegar a causar atonía uterina prolongada con hemorragia si las dosis son altas.
Lactancia: Este medicamento es excretado con la leche materna. Debido al riesgo potencial de efectos adversos graves en el lactante, se recomienda suspender la lactancia materna o evitar la administración de este medicamento.
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:
Las reacciones adversas más comunes son trastornos cardiovasculares y del sistema nervioso, que se presentan hasta en un 10% de los pacientes.
Hay que tener en cuenta que la aparición y severidad de estas reacciones está en función de la vía de administración, siendo las vías subcutánea e intramuscular las de menor incidencia en comparación con las vías intravenosa e intracardiaca.
Frecuentes (≥ 1/100, < 1/10).
Trastornos del sistema nervioso: Miedo, ansiedad, cefalea pulsante, disnea, sudoración y náuseas, vómitos, temblores y mareos.
Trastornos cardiovasculares: Taquicardia, palpitaciones, palidez, elevación (discreta) de la presión arterial. Estas manifestaciones no son graves y desaparecen con reposo, quietud y tranquilización del paciente.
Poco frecuentes (≥ 1/1 000, < 1/100).
Trastornos cardiovasculares: Hipertensión arterial, que puede llevar a la hemorragia cerebral o a la insuficiencia cardiaca aguda con edema pulmonar, angina de pecho (incluso con las dosis comunes en pacientes con insuficiencia coronaria), arritmias ventriculares, taquicardia y fibrilación ventricular, que puede llegar a ser mortal.
También se ha observado en algunos casos dificultad en la micción, necrosis en el lugar de inyección, acidosis metabólica y fallo renal.
PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: No hay información disponible.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO:
Bloqueantes adrenérgicos: Existe antagonismo con la adrenalina de manera que no deben administrarse conjuntamente, salvo en el caso de intoxicación por adrenalina. La administración concomitante de adrenalina y P-bloqueantes, como el propranolol, provoca una elevación de la presión arterial debido a la vasoconstricción, seguida de bradicardia refleja y, ocasionalmente, arritmias. El efecto broncodilatador también se inhibe. En cambio, tras la administración de P-bloqueantes cardioselectivos, como el metoprolol, la presión sanguínea y la frecuencia cardiaca se modifican mínimamente. Dosis bajas de 13- bloqueantes cardioselectivos no parecen interferir en la broncodilatación provocada por la adrenalina, aunque el efecto a dosis mayores no se ha establecido.
Anestésicos generales, como cloroformo, halotano o ciclopropano:
Estos anestésicos pueden sensibilizar el tejido miocárdico. Este aumento en la irritabilidad cardiaca puede resultar en la aparición de arritmias ventriculares, taquicardia y fibrilación ventricular.
Cardiotónicos: La administración junto con los glucósidos digitálicos aumenta la posibilidad de aparición de arritmias ventriculares por suma de acciones. Además, la adrenalina tiene un efecto hipokalémico que puede aumentar la susceptibilidad a las arritmias cardiacas causadas por digoxina y otros glucósidos cardiotónicos.
Medicamentos que producen pérdida de potasio incluidos corticosteroides, diuréticos que disminuyen el potasio, aminofilina o teofilina.
Existe una potenciación del efecto hipokalémico de adrenalina, por lo que se recomienda que los pacientes tengan monitorizadas sus concentraciones plásmáticas de potasio.
Antidepresivos: Se refieren esencialmente a los antidepresivos tricíclicos, que disminuyen la recaptación de adrenalina en las terminaciones adrenérgicas, con intensa respuesta depresora.
lnhibidores de la catecol-O-metiltransferasa (COMT): La adrenalina se metaboliza en una proporción importante con intervención de la enzima catecol-O-metiltransferasa o COMT. La asociación de adrenalina y un inhibidor de la COMT puede potenciar los efectos cronotrópicos y arritmogénicos de la adrenalina.
Guanitidina: La combinación de guanitidina y adrenalina puede producir una severa reacción hipertensiva. Si es posible, debe evitarse su administración conjunta. Sin embargo, si se usan de forma concomitante, debe monitorizarse la presión arterial.
Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO): La MAO metaboliza la adrenalina, inactivándola. Sin embargo, los IMAO no potencian de forma marcada los efectos de la adrenalina. A pesar de ello, no es aconsejable administrar conjuntamente inhibidores de la monoaminooxidasa y adrenalina.
Hipoglucemiantes: Existe antagonismo con respecto a la adrenalina, que produce hiperglucemia, por lo que se requieren dosis mayores de insulina o de los hipoglucemiantes sintéticos.
Incompatibilidades: La adrenalina es susceptible de ser inactivada en soluciones alcalinas o en presencia de sustancias oxidantes tales como bicarbonato sódico, halógenos, permanganatos, cromatos, nitratos, nitritos y sales de metales fácilmente reducibles como hierro, cobre y zinc. Si deben administrarse adrenalina y bicarbonato sódico, se deben inyectar de forma separada.
ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: Se debe tener en cuenta que la epinefrina (adrenalina) puede alterar los valores de las siguientes determinaciones analíticas en sangre: aumento de glucosa, falso aumento en los valores de bilirrubina, aumento del colesterol, aumento del ácido láctico (en forma de lactato) y del ácido úrico posiblemente por vasoconstricción eferente a nivel renal y reducción de insulina. Aunque los incrementos en la concentración del ácido láctico son generalmente pequeños, sobredosis de adrenalina pueden estar asociadas con acidosis láctica.
Por otra parte, la adrenalina se metaboliza en un 40% aproximadamente a ácido vanililmandélico, por lo que si se administra adrenalina la excreción urinaria de ácido vanililmandélico aumenta. Tras la administración de adrenalina, la determinación en orina de catecolaminas también se verá alterada.
PRECAUCIONES GENERALES: La administración de este medicamento debe realizarse con especial precaución en pacientes con insuficiencia cerebrovascular y en pacientes con enfermedad cardiaca como angina de pecho o infarto de miocardio, en pacientes con enfermedad pulmonar crónica y con dificultad urinaria debido a hipertrofia prostática.
El efecto hipokalémico de la epinefrina (adrenalina) puede verse potenciado por otros fármacos causantes de las pérdidas de potasio, como los corticosteroides, diuréticos, aminofilina o teofilina, por lo que es conveniente realizar controles periódicos. La hipokalemia puede aumentar la susceptibilidad a las arritmias cardiacas causadas por digoxina y otros glucósidos cardiotónicos. En pacientes diabéticos deben vigilarse las dosis y tener especial precaución por las posibles reacciones adversas que puedan aparecer, sobre todo las relacionadas con alteraciones metabólicas. Se recomienda especial precaución en pacientes ancianos por ser más propensos a los efectos adversos de este medicamento.
La administración repetida de inyecciones locales puede originar necrosis en el lugar de inyección debido a la vasoconstricción vascular. Los puntos de inyección deben alternarse. Debe evitarse la inyección intramuscular de este medicamento en los glúteos, puesto que la vasoconstricción producida por la adrenalina disminuye la presión de oxígeno de los tejidos, facilitando que el anaerobio Clostridium welchii, que puede estar presente los glúteos se multiplique y llegue a producir gangrena gaseosa.
Por sus propiedades vasoconstrictoras tampoco debe administrarse en zonas periféricas del organismo, como dedos de manos y pies, lóbulo de la oreja, nariz o pene. Este medicamento contiene metabisulfito de sodio, por lo que raramente puede provocar reacciones de alergias graves y broncoespasmo (sensación repentina de ahogo).
En los pacientes en que se usa frecuentemente la adrenalina (y demás simpaticomiméticos), por ejemplo, en pacientes asmáticos, puede presentarse tolerancia con la consiguiente necesidad de aumentar las dosis para alcanzar el mismo efecto terapéutico, en casos avanzados puede llegarse a la resistencia o refractariedad a los efectos clínicos de este medicamento.
La epinefrina (adrenalina) es una sustancia que puede dar positivo en un control antidopaje, y cuya utilización se considera prohibida en competición.
DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:
Epinefrina puede administrarse por vía intramuscular (IM), subcutánea, intravenosa (IV) y, en casos de extrema gravedad y si la vía intravenosa no es practicable, por vía intracardiaca.
La utilización de las vías intravenosa e intracardiaca debe ser a nivel hospitalario, previa dilución en alguna de las siguientes soluciones: agua para inyección, solución de cloruro de sodio 0.9%, glucosa 5% o glucosa 5% en solución de cloruro de sodio 0,9% y bajo monitorización cardiaca.
Epinefrina sólo debe administrarse por un profesional de la salud y debe ser diluida previamente a su administración IV o intracardiaca en agua para inyección, solución de cloruro de sodio 0.9%, glucosa 5%, glucosa, glucosa 5% en solución de cloruro de sodio 0.9% a 1:10,000.
Para evitar la degradación por la luz o la oxidación se recomienda utilizar el producto inmediatamente después de la dilución.
La posología y la vía de administración dependen del diagnóstico y la situación clínica de los pacientes, en situación de emergencia debe utilizarse una vía de absorción rápida.
Ataques agudos de asma, reacciones alérgicas y shock anafiláctico:
La dosis usual para el tratamiento de los ataques agudos de asma y las reacciones alérgicas en adultos es de 0.3-0.5 mg (0.3-0.5 mL) por vía IM o subcutánea, siendo la vía IM más rápida y efectiva.
En caso de shock anafiláctico debe utilizarse la vía IM o, en casos muy graves y a nivel hospitalario, la vía IV. Si es necesario, se puede repetir la administración a los 15-20 minutos y, posteriormente, a intervalos de 4 horas. En situaciones graves se puede aumentar la dosis hasta 1 mg (1 mL).
En pacientes ancianos las dosis indicadas son las mismas que para los adultos, aunque teniendo especial precaución.
La dosis usual para los niños es 0.01 mg (0.01 ml) por kg de peso corporal por vía IM o subcutánea hasta una dosis máxima de 0.5 mg (0.5 mL). Si es necesario, se puede repetir la administración a los 15-20 minutos y, posteriormente, a intervalos de 4 horas.
Paro cardiaco y reanimación cardiopulmonar.
En el tratamiento del paro cardiaco y la reanimación cardiopulmonar la dosis recomendada de epinefrina es de 1 mg por vía IV, que debe administrarse previa dilución en agua para inyección, solución de cloruro de sodio 0.9%, glucosa al 5% o glucosa 5% en solución de cloruro de sodio 0.9% a 1:10,000 y que puede ser repetida cada 3 - 5 minutos tantas veces como sea necesario. En niños la dosis estándar es de 0.01 mg/kg por vía intravenosa, que puede repetirse cada 5 minutos si es preciso.
Cuando la vía intravenosa no sea practicable, puede utilizarse la vía intracardiaca (utilizando la misma solución diluida); sin embargo, debe tenerse en cuenta que esta vía presenta riesgos importantes y que sólo debe ser utilizada si la vía intravenosa es inaccesible de forma persistente. Debe utilizarse la dosis menor que produzca alivio. Para el ataque de asma agudo las dosis bajas que se administren al principio son más eficaces que dosis mayores administradas después. En los pacientes en que se usa frecuentemente la adrenalina (y demás simpaticomiméticos), por ejemplo, en pacientes asmáticos, puede presentarse tolerancia con la consiguiente necesidad de aumentar las dosis para alcanzar el mismo efecto terapéutico, en casos avanzados puede llegarse a la resistencia o refractariedad a los efectos clínicos de este medicamento.
MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: La sobredosis de adrenalina puede producir subidas bruscas de la tensión arterial y taquicardia, que puede ocurrir tras una primera fase de bradicardia transitoria. También pueden aparecer arritmias potencialmente fatales.
La duración de las reacciones adversas de la adrenalina es breve debido a la rápida inactivación de ésta en el organismo, por lo que el tratamiento de estas reacciones adversas es de soporte. La administración de un a-bloqueante de acción rápida, como fentolamina, seguido de un alfa-bloqueante, como propranolol, han demostrado contrarrestar los efectos hipertensores y arritmogénicos de la adrenalina.
Tratamiento de emergencia y antídotos: Si se produce una brusca subida de la presión arterial pueden administrarse vasodilatadores, como por ejemplo nitritos. El ataque anginoso se trata con trinitrina por vía sublingual, mientras que en caso de fibrilación ventricular debe utilizarse el desfibrilador eléctrico.
PRESENTACIONES:
Caja con 10, 50 o 100 ampolletas de 1 mL.
RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:
Consérvese a no más de 30 °C, protéjase de la luz.
LEYENDAS DE PROTECCIÓN:
Literatura exclusiva para médicos. No se deje al alcance de los niños. Su venta requiere receta médica. No se use en el embarazo y la lactancia, ni en menores de 12 años. No se administre si la solución no es transparente, si contiene partículas en suspensión o sedimentos. Si no se administra todo el producto deséchese el sobrante. La administración de este producto debe ser vigilada estrechamente por el médico. Medicamento de alto riesgo. Prohibida la venta fraccionada del producto.
Reporte las sospechas de reacción adversa al correo: farmacovigilancia@cofepris.gob.mx y al correo farmacovigilancia@sternpharma.com
Hecho en México por.
STERN PHARMA GMBH, S.A. de C.V.
Acueducto Alto Lerma No. 9
San Pedro Cholula,
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Reg. Núm. ..... SSA IV