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SOLSOLONA Suspensión inyectable
Marca

SOLSOLONA

Sustancias

METILPREDNISOLONA

Forma Farmacéutica y Formulación

Suspensión inyectable

Presentación

1 Frasco(s) ámpula, 2 ml, 80 Miligramos

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada ml contiene:

Acetato de metilprednisolona

80.000 mg

Vehículo, c.b.p.

2.000 ml

INDICACIONES TERAPÉUTICAS: La suspensión de Acetato de Metilprednisolona (SOLSOLONA*) está indicada para ser utilizada, por vía intramuscular, en los siguientes padecimientos:

1. Enfermedades de la colágena: Carditis reumática aguda, lupus eritematoso sistémico, dermatomiositis sistémica.

2. Trastornos Endocrinos: Insuficiencia adrenocortical primaria o secundaria, insuficiencia adrenocortical aguda, hiperplasia adrenal congénita, hipercalcemia asociada con cáncer, tiroiditis no supurativa.

3. Trastornos dermatológicos: Pénfigo, eritema multiforme grave, dermatitis exfoliativa, psoriasis grave, dermatitis herpetiforme, dermatitis seborreica, micosis fungoide.

4. Enfermedades Reumáticas: Artritis reumatoide, osteoartritis postraumática, bursitis aguda y subaguda, epicondilitis, artritis psoriásica, artritis gotosa aguda, tenosinovitis aguda inespecífica, espondilitis anquilosantes.

5. Estados alérgicos: Asma bronquial, rinitis alérgica, reacciones de hipersensibilidad a fármacos, dermatitis atópica. Dermatitis por contacto, enfermedad del suero, edema laríngeo agudo no infeccioso.

6. Sistema nervioso: Exacerbación de esclerosis múltiple.

7. Trastornos hematológicos: Anemia hemolítica adquirida, trombocitopenia secundaria en adultos, eritrobastopenia, anemia hipoplásica congénita.

8. Enfermedades oftalmológicas: Herpes zoster oftálmico, iritis, iridociclitis, coriorretinitis, uveítis difusa posterior, neuritis óptica, inflamación del segmento anterior, conjuntivitis alérgica, úlcera corneal marginal alérgica, queratitis.

9. Enfermedades gastrointestinales: Colitis ulcerativa, enteritis regional.

10. Enfermedades respiratorias: Sarcoidosis sitomática, coadyuvante en el tratamiento de la tuberculosis pulmonar fulminante o diseminada (con un apropiado régimen de antituberculosos). Síndrome de Loeffler no manejable por otros medios, neumonitis por aspiración.

11. Enfermedades neoplásicas: Leucemias y linfomas, leucemia aguda en niños.

12. Estados edematosos: Para inducir diuresis o remisión de proteinuria en el síndrome nefrótico, sin uremia, del tipo idiopático o debido a lupus eritematoso.

13. Otros: Meningitis tuberculosa con bloqueo subaracnoideo o bloqueo inminente cuando es usado concomitantemente con terapia antituberculosa apropiada. Triquinosis con complicación neurológica o miocárdica.

En aquellos pacientes con terapia a base de corticoesteroides y que estén sujetos a un estrés severo, están indicadas las dosis aumentadas de corticoesteroides de acción rápida antes, durante y después de las situaciones severas de estrés.

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:

Metabolismo orgánico, acción glucocorticoide:

A) Metabolismo de los hidratos de carbono: La administración de glucocorticoides es capaz de producir hiperglucemia, glucosuria, con aumento de la tolerancia a la insulina. En los pacientes diabéticos, todos los trastornos son agravados por dichos esteroides, y la curva de tolerancia a la glucosa se eleva en forma manifiesta.

B) Metabolismo de las proteínas: La administración de corticoesteroides acelera el catabolismo proteico, con aumento de la excreción urinaria de nitrógeno y balance negativo del mismo. Se observa este fenómeno sobre todo durante el ayuno, indicando que el metabolismo endógeno está especialmente implicado. Los aminoácidos liberados en el catabolismo proteico se transforman en glucosa. Además disminuye la utilización de los aminoácidos para la síntesis proteica, y la concentración de los mismos aumenta en el plasma sanguíneo, tratándose de una acción antianabólica. Estos procesos se efectúan sobre todo en el músculo esquelético, piel, tejido óseo conectivo y linfoide. En lo que se refiere al metabolismo de las nucleoproteínas, la administración de los glucocorticoides provoca un aumento de la excreción urinaria de ácido úrico, y esta acción glucosúrica lleva a un descenso de la uricemia, tanto en personas normales como en la gota.

C) Metabolismo de los lípidos: La administración de dosis continuadas de glucocorticoides lleva a una redistribución de la grasa con movilización y depósito de la misma en las mejillas, en el dorso (síndrome de Cushing) pudiendo producir obesidad.

La estimulación de la lipogénesis se debe sobre todo al aumento de la secreción de insulina debido a la hiperglucemia. Por otra parte, la movilización de grasa producida por la adrenalina requiere la presencia de glucocorticoides.

De los diferentes corticoesteroides, los glucocorticoides son los que tienen las acciones más potentes sobre el metabolismo orgánico. En diferentes estudios realizados, tomando la hidrocortisona como droga de comparación, se tiene que la actividad glucocorticoide de la metilprednisolona es de 5 veces mayor que aquella.

Metabolismo inorgánico, acción mineralocorticoide:

Debido a las modificaciones a la molécula de la hidrocortisona, hidrogenación y metilación, la acción mineralocorticoide de los glucocorticoides a las dosis recomendadas es mínima, como es el caso de la metilprednisolona, cuya capacidad de retención hidrosalina es mínima.

Farmacocinética:

Absorción:

El acetato de metilprednisolona se absorbe perfectamente bien por todas las vías. Cuando se administra por vía intramuscular, la absorción es completa, aunque lenta y continuada, siendo su duración de acción de 10 a 20 días.

Una vez absorbida la metilprednisolona pasa a la sangre donde circula combinada con las proteínas, albúminas, y especialmente globulina. La combinación proteica sirve de depósito, desde el cual los corticoides se liberan para pasar a todos los tejidos, donde son metabolizados, sobre todo por el hígado.

La vida media de la metilprednisolona es de 200 minutos.

CONTRAINDICACIONES: El uso de acetato de metilprednisolona está contraindicado en casos de infecciones sistémicas por hongos, hipersensibilidad conocida a cualquiera de los componentes de la fórmula; no deberá de administrarse por vía intravenosa o intratecal.

En niños recibiendo corticoesteroides a base de dosis diarias divididas y por un periodo prolongado se puede ver detenido el crecimiento. Por lo tanto, el uso de tales regímenes debe ser restringido a las indicaciones más serias o severas.

Mientras se encuentra un paciente recibiendo terapia a base de corticoesteroides, no deberá de ser vacunado contra la viruela. En relación a otros procedimientos de vacunación éstos no deberán de llevarse a cabo, especialmente en aquellos pacientes con terapia de dosis altas de corticoesteroides, debido a las posibles complicaciones neurológicas y a la disminución de la respuesta inmune.

El uso del Acetato de Metilprednisolona en tuberculosis activa deberá de ser restringido a los casos de tuberculosis diseminada o fulminante.

En caso de que esté indicado el uso de corticoesteroides en pacientes con tuberculosis latente o prueba de tuberculina positiva, es necesario llevar a cabo una estrecha observación ya que pudiera ocurrir una reactivación de la enfermedad. En caso de que estos pacientes requieran de una terapia prolongada a base de corticoesteroides, deberán recibir quimioprofilaxis. Debido a que algunos pacientes han presentado reacciones anafilácticas al recibir terapia a base de corticoesteroides parenterales, se deberán tomar las medidas precautorias adecuadas previo a la administración del fármaco.

Los corticoesteroides deberán de ser usados con precaución en pacientes con herpes ocular simple, para prevenir perforación de la córnea.

Durante el uso, en general, de corticoesteroides pueden aparecer alteraciones psíquicas, las cuales incluyen euforia, insomnio y cambios en la personalidad, depresión severa que puede ir hasta francas manifestaciones psicóticas. En aquellos pacientes que tienen como antecedentes inestabilidad emocional o tendencias psicoticas, éstas pueden verse agravadas durante la administración de corticoesteroides.

Los corticoesteroides deberán ser utilizados con precaución en pacientes con colitis ulcerativa no específica, en presencia de abscesos u otra infección piógena. A su vez, deberá de tenerse precaución en su uso en aquellos pacientes con anastomosis intestinal recientes, pacientes con diverticulitis, úlcera péptica activa o latente, insuficiencia renal, hipertensión, osteoporosis, y en la miastenia gravis cuando los corticoesteroides son utilizados como una terapia concomitante o directa.

No se recomienda la aplicación local de corticoesteroides en articulaciones infectadas.

Es importantes reconocer la tasa lenta de absorción del mismo al administrarse en forma intramuscular.

Estudios clínicos controlados han demostrado que los corticoesteroides son eficaces al aumentar la resolución de la exacerbación de la esclerosis múltiple, mostrando que se requieren dosis relativamente elevadas para demostrar un efecto significativo.

La suspensión de Acetato de Metilprednisolona (SOLSOLONA*) no deberá de ser administrada por ninguna otra ruta que no esté en las indicaciones. Es de suma importancia que durante la administración de SOLSOLNA* se utilicen las técnicas apropiadas y se tomen los cuidados adecuados para su correcta aplicación. La administración por otras vías diferentes a las indicadas ha sido asociada con reportes de eventos médicos serios, incluyendo aracnoiditis, meningitis, paraparesia/paraplejía, alteraciones sensoriales, disfunción de intestinos/vejiga, convulsiones, alteraciones visuales incluyendo ceguera, inflamación ocular y periocular y esfacelo en el sitio de la inyección.

Los corticoesteroides pueden enmascarar algunos signos de infección. En presencia de infección aguda no se deben utilizar por vía intrasinovial, intrabursal o intratendinosa y para efecto local.

El uso prolongado de corticoesteroides puede producir cataratas subcapsulares, glaucoma con posibles daños de los nervios ópticos y puede provocar el establecimiento de infecciones oculares secundarios causadas por hongos o virus.

Este producto no es adecuado para la administración de multidosis. Después de la administración de la dosis indicada, deberá de desecharse cualquier cantidad de suspensión sobrante.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA: No se cuenta con estudios adecuados realizados en humanos para valorar los efectos sobre la reproductividad, por lo que el uso del acetato de metilprednisolona durante el embarazo, en mujeres en periodo de lactancia, o en aquellas con potencial para embarazarse, el médico tratante deberá de valora el riesgo probable par la madre y el feto contra el beneficio que se le pueda prestar al paciente.

Los corticoesteroides se distribuyen a través de la placenta, por lo que los infantes nacidos de madres que estuvieron recibiendo dosis sustanciales de corticoesteroides durante el embarazo deberán de ser cuidadosamente observados para evaluar los signos de insuficiencia adrenal. No existen efectos conocidos de los corticoesteroides sobre el periodo de trabajo de parto.

Los corticoesteroides son excretados en la leche materna.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Se han descrito reacciones alérgicas en la piel aparentemente relacionadas con los componentes de la fórmula. En muy raras ocasiones se ha demostrado una reacción de este tipo al acetato de metilprednisolona per se.

Hirsutismo, facies lunar, estrías cutáneas, acné, hiperglucemia, hipertensión. Mayor susceptibilidad a las infecciones, úlcera péptica, miopatía, trastorno de la conducta, catarata subcapsular posterior, osteoporosis, fracturas vertebrales por compresión, inhibición o detención del crecimiento en niños. Hipopotasemia, náuseas y metabolismo proteico.

Insuficiencia cardiaca congestiva en pacientes susceptibles, aumento de la presión intracraneal con papiledema, aumento de la presión intraocular, glaucoma, debilidad muscular, pérdida de la masa muscular, necrosis aséptica de la cabezas humeral y femoral, fracturas patológicas de huesos largos, pancreatitis, distensión abdominal, esofagitis ulcerativa, impedimento de la cicatrización de heridas, petequias y equimosis, reacciones alérgicas, eritema facial, aumento en la sudoración, convulsiones, vértigo, cefalea, irregularidades menstruales, falta de respuesta adrenocortical de la hipófisis, particularmente en periodos de estrés, así como en trauma, cirugía o enfermedad, disminución de la tolerancia a los carbohidratos, manifestaciones latentes de diabetes mellitus, aumento de requerimientos para insulina o hipoglucemiantes orales en diabéticos, exoftalmos.

Las siguientes reacciones secundarias están relacionadas con la terapia a base de corticoides parenterales: reacciones anafilácticas o reacciones alérgicas, hiperpigmentación o hipopigmentación, atrofia cutánea y subcutánea, artropatía tipo Charcot, infecciones en el sitio de inyección cuando no se siguen técnicas estériles, abscesos estériles y exacerbaciones del padecimiento postaplicación, cuando se usa en forma intrasinovial. Se ha observado incremento de la transaminasa alanina (TAL, TGP), transaminasa aspartato (TAs, TGO) y fosfatasa alcalina después del tratamiento con corticoesteroides. Estos cambios son regularmente pequeños, no están asociados con ningún síndrome clínico y son reversibles una vez suspendido el tratamiento.


PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD:

Carcinogénesis, mutagénesis e impedimento en la fertilidad: No existen evidencias que nos muestren que los corticoesteroides son carcinogénicos, mutagénicos o que impidan la fertilidad en la mujer.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: El ácido acetilsalicílico deberá de utilizarse con precaución en pacientes que estén recibiendo corticoesteroides en hipoprotrombinemia.

SOLSOLONA* no deberá de ser diluido ni mezclado con otras soluciones.

ALTERACIONES EN LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO: No se tienen reportes de alteraciones hasta la fecha.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:

Administración intramuscular para efecto sistémico: La dosis I.M. variará de acuerdo con cada patología y deberá individualizarse conforme a la gravedad del padecimiento y a la respuesta del paciente.

En artritis reumatoide: 40 a 120 mg cada 1-2 semanas.

En asma bronquial y rinitis alérgica: 80 a 120 mg cada 2-3 semanas.

En trastornos dermatológicos: 40-120 mg semanalmente durante 1 a 4 semanas.

Administración intraarticular para efecto local: La dosis intraarticular dependerá del tamaño de la articulación y variará de acuerdo con la lesión y a cada caso en particular.

En casos crónicos, las inyecciones pueden repetirse con intervalos de 1 a 5 o más semanas, dependiendo del alivio obtenido con la dosis inicial.

Para uso intrasinovial o administración en tejidos blandos: Artritis reumatoide, bursitis aguda, bursitis subaguda, epicondilitis, tenosinovitis, sinovitis en osteoartritis, artritis gotosa aguda, osteoartritis postraumática.

Para uso intralesional: Lesiones inflamatorias de liquen plano, liquen simple crónico (neurodermatits), placas de psoriasis, granuloma anular. Queloides, lupus eritematoso viscoide, alopecia areata y necrobiosis lipídica de origen diabético. SOLSOLONA* puede ser utilizado en caso de tumores quísticos.

Para uso intrarrectal: Colitis ulcerativa.

A fin de minimizar la incidencia de atrofia dérmica y/o subdérmica, se deberá tener cuidado en no exceder las dosis que se recomiendan en cada aplicación. La aplicación en el músculo deltoides deberá de ser abolida debido a la alta incidencia de atrofia subcutánea:

Guía general:

Tamaño de la articulación

Ejemplos

Dosis

Grandes

Rodillas, tobillos, hombros

20-80 mg

Medianas

Codos, Muñecas

10-40 mg

Pequeñas

Metacarpofalángicas

Interfalángicas

Esternoclavicular

Acromioclavicular

4-10 mg

Procedimiento: Con el propósito de obtener el máximo efecto antiinflamatorio, es importante que la inyección sea en el espacio sinovial. Utilizando la misma técnica de asepsia que se emplea en una punción lumbar, se introduce una aguja estéril calibre 20-40 (con una jeringa vacía) en el espacio sinovial. La infiltración previa con un anestésico es opcional, mediante la aspiración de unas cuantas gotas de líquido sinovial se verifica la posición correcta de la aguja. Con la aguja en el espacio sinovial, se retira la jeringa de aspiración y en su lugar se coloca una segunda jeringa conteniendo la cantidad adecuada de SOLSOLONA*. Con esta segunda jeringa se hace una aspiración para constatar que la aguja se encuentra todavía en el espacio articular. Después de la inyección, se moviliza cuidadosamente la articulación, a fin de que se mezcle la suspensión con el líquido sinovial. El sitio es cubierto con una gasa estéril.

Los sitios disponibles para aplicación intraarticular son: la rodilla, tobillo, muñeca, hombro, codo, falanges y articulaciones de la cadera. Debido a la dificultad que ocasionalmente se tiene para localizar la articulación de la cadera, se deberán tomar precauciones a fin de evitar traumatismo a algún vaso sanguíneo grande de esta área. Las fallas en el tratamiento son frecuentes debido a la incapacidad para encontrar el espacio de la articulación. La terapia local no altera el desarrollo de la enfermedad y siempre que sea comprensiblemente posible, la terapia deberá de incluir fisioterapia y correcciones ortopédicas.

Posterior a una terapia intraarticular a base de corticoesteroides deberá de tenerse cuidado para evitar el uso excesivo de las articulaciones; la negligencia en este aspecto puede ocasionar un aumento en el deterioro de la articulación.

La aplicación repetida por vía intraarticular puede en algunos casos provocar inestabilidad de la articulación. En casos seleccionados, se sugiere un seguimiento a base de rayos X a fin de detectar el deterioro.

En caso de que se utilice un anestésico local previo a la aplicación de SOLSOLONA*, deberán de leerse cuidadosamente las precauciones indicadas.

Bursitis: En una forma estéril se aplica procaína al 1%. Se conecta una aguja calibre 20-40 a una jeringa estéril, la cual es insertada dentro de la bursa y se aspira líquido, para asegurar su correcta colocación, la aguja se deja insertada y la jeringa que aspiró líquido se cambia por una que contiene la dosis deseada. Después de la aplicación, se cubre con una gasa estéril.

Varios: Ganglios, tendinitis, epicondilitis. En el manejo de padecimientos como la tendinitis o la tenosinovitis se deberá tener cuidado de que después de la aplicación de un antiséptico en la piel que cubre la zona afectada, se inyecte la suspensión sobre la vaina del tendón más que dentro de la sustancia del mismo. Al tratar la epicondilitis se deberá encontrar el área de mayor sensibilidad y aplicar la suspensión en ésta.

Para tumores quísticos del tendón, la suspensión se inyecta directamente en el tumor; en muchos casos una dosis única provoca una marcada disminución en el tamaño del tumor quístico y puede desaparecerlo. En el tratamiento de padecimientos crónicos o recurrentes, las aplicaciones repetidas pueden ser necesarias.

Dermatología: Posterior a la limpieza con un antiséptico se aplican 20 a 60 mg de la suspensión dentro de la lesión. Puede ser necesario distribuir dosis que varían entre 20 a 40 mg en aplicaciones repetidas para los casos de lesiones grandes. Deberá de tenerse cuidado de evitar aplicaciones excesivas del medicamento que puedan causar zonas pequeñas de tejido muerto. Generalmente se utilizan de una a cuatro inyecciones.

Administración para efecto sistémico: La dosis intramuscular variará de acuerdo al padecimiento que está siendo tratado. Cuando lo que se busca es un efecto prolongado, la dosis semanal puede ser calculada multiplicando la dosis oral diaria por 7 y aplicándola como dosis intramuscular única.

Para infantes y niños, la dosis recomendada deberá de ser reducida, pero su control es más por la severidad del caso, que por la adherencia estricta a las tasas indicadas por edad o peso corporal.

La terapia hormonal es concomitante a, y no reemplazo para terapia convencional. La dosis deberá ser disminuida o descontinuada gradualmente, cuando ésta ha sido administrada por un tiempo mayor a 7 días. Los factores primarios que determinan la dosis son: la severidad, pronóstico, duración esperada de la enfermedad y la reacción del paciente al medicamento. Si ocurre un periodo de remisión espontánea en un padecimiento crónico, el tratamiento deberá de descontinuarse. Estudios rutinarios de laboratorio, como análisis de orina, glucosa sanguínea posprandial a las 2 horas, presión arterial, peso corporal y telerradiografía de tórax, deberán de efectuarse durante terapias prolongadas. En pacientes con historia de úlcera o dispepsia significante, es aconsejable que se lleven a cabo estudios radiográficos del tracto gastrointestinal superior.

En pacientes con el síndrome adrenogenital, una dosis intramuscular de 40 mg cada dos semanas puede ser la adecuada. Para el mantenimiento de pacientes con artritis reumatoide, la dosis intramuscular semanal variará de 40 a 120 mg. La dosis usual para pacientes con lesiones dermatológicas es de 40 a 120 mg de acetato de metilprednisolona administrada por vía intramuscular cada semana, por una o cuatro semanas.

En la dermatitis aguda y severa, el alivio puede iniciarse a las 8-12 horas posteriores a la aplicación intramuscular de una dosis única de 80 a 120 mg. En la dermatitis por contacto crónica, las aplicaciones repetidas a intervalos de 5 a 10 días pueden ser necesarias. En la dermatitis seborreica, la dosis semanal de 80 mg puede ser adecuada para controlar el padecimiento. En pacientes asmáticos la administración intramuscular de 80-120 mg puede proporcionar alivio a las 6-48 horas y persistir por varios días, hasta dos semanas. En forma similar, en pacientes con rinitis alérgica, la dosis intramuscular de 80 a 120 mg puede ser acompañada por un alivio de los síntomas a las 6 horas, persistiendo por varios días hasta 3 semanas.

Si se encuentran asociados signos de estrés al padecimiento, la dosis de la suspensión deberá ser aumentada. Si se requiere un efecto hormonal rápido, es preferible la administración intravenosa de la sal soluble del hemisuccinato sódico de metilprednisolona.

Administración intrarrectal: Se ha visto que la administración intrarrectal del Acetato de Metilprednisolona es de utilidad como terapia concomitante en el tratamiento de algunos casos de colitis ulcerativa. La dosis puede variar de 40 a 120 mg administrados por enemas o goteo continuo de 3-7 veces por semana por dos o más semanas.

Muchos pacientes pueden ser controlados con 40 mg de SOLSOLONA* en 30-300 ml de agua, dependiendo del grado de lesión de la mucosa colónica inflamada.

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: No hay evidencia clínica de un síndrome agudo de sobredosificación con acetato de metilprednisolona. Las dosis repetidas en forma frecuente (diarias o varias veces por semana) pueden ocasionar un estado de Cushing.

PRESENTACIÓN: Frasco ámpula con 2 ml.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Almacenar a temperatura ambiente.

BIBLIOGRAFÍA:

Diccionario de especialidades farmacéuticas-PLM edición 41; págs. 660-661.

PDR: Edición 45; págs. 2228-2231.

Farmacología, Litter Manuel, Edición VI, págs 1160-1198.

Elaborado por:

LABORATORIOS CRYOPHARMA, S.A. de C.V.

Km 22.5 Car. Guadalajara-Morelia

45640, Tlajomulco de Zúñiga, Jal.

Reg. Núm. 79822, SSA

LEYENDAS DE PROTECCIÓN:

Agítese antes de usarse. No se deje al alcance de los niños. Su venta requiere receta médica. Si no se administra todo el producto deséchese el sobrante.