NERVIDOCE/ NERVIDOCE DEPÓSITO 15,000/ NERVIDOCE 25,000
CIANOCOBALAMINA, PIRIDOXINA, TIAMINA
Ampollas inyectables
Caja, 1 Jeringa, 1 Ampolla, 2 Mililitros
FÓRMULA:
Cada 1 mL de NERVIDOCE® contiene:
Tiamina clorhidrato |
100 mg |
Piridoxina clorhidrato |
100 mg |
Cianocobalamina |
1,000 mcg |
Cada 2 mL de NERVIDOCE® DEPÓSITO contiene:
Tiamina clorhidrato |
100 mg |
Piridoxina clorhidrato |
100 mg |
Hidroxocobalamina |
15,000 mcg |
Cada 2 mL de NERVIDOCE® 25000 contienen:
Tiamina clorhidrato |
100 mg |
Piridoxina clorhidrato |
100 mg |
Cianocobalamina |
25,000 mcg |
TOXICIDAD:
Tiamina clorhidrato: No existe la hipervitaminosis B1 y la tiamina es una sustancia inocua. Sin embargo, en raras ocasiones pueden producirse trastornos por sensibilización alérgica, cuando se utiliza la vía intravenosa (excepcionalmente la intramuscular y nunca la bucal), en estas circunstancias se ha producido un cuadro de shock anafiláctico, que alguna vez ha llevado a la muerte.
Por lo tanto, salvo casos de beriberi muy graves y urgentes, no ha de emplearse la tiamina por vía intravenosa.
Piridoxina clorhidrato: No se han descrito síndromes de hipervitaminosis con respecto a la piridoxina.
Cianocobalamina: La cianocobalamina carece de toxicidad y no se ha descrito la hipervitaminosis B12, ni reacciones adversas con su uso.
INDICACIONES: Deficiencia grave de tiamina o beriberi clásico, polineuritis alcohólica, polineuritis del embarazo y la neuritis de la pelagra. En los trastornos nerviosos (especialmente polineuritis) producidos por el empleo de isoniazida (droga quimioterápica antituberculosa) es eficaz la administración de piridoxina, la anemia perniciosa y algunas otras por gastrectomía total, (falta del factor intrínseco) siempre del tipo macrocítico o megaloblástico. Suplemento alimentario y profilaxis. Cuando existe aumento de los requerimientos diarios de tiamina, como en el caso de fiebre, ejercicio violento, hipertiroidismo, es conveniente suplementar la alimentación.
ACCIONES FARMACOLÓGICAS:
Tiamina clorhidrato:
Avitaminosis B1: Como sucede en todos los casos de carencia de un factor alimentario, la administración de tiamina cuando existe deficiencia de la misma, lleva rápidamente a la curación de los trastornos correspondientes a dicha avitaminosis. En el hombre, tanto el síndrome del beriberi clásico como el de la deficiencia leve o beriberi subclásico, ceden con la administración de la tiamina; se incluyen también las llamadas polineuritis alcohólicas y del embarazo, así como el síndrome de Wernicke o Beriberi cerebral. En los casos de corazón beribérico o cardiopatía de origen dietético, los resultados son espectaculares y se hacen notar ya a las pocas horas después de la administración de tiamina, que en estos casos alivia la insuficiencia cardiaca, mientras que los cardiotónicos aquí son poco eficaces; es digna de notar la rapidez con que se reduce el tamaño cardíaco por acción de la vitamina B1. También llama la atención la desaparición rápida del cuadro “neurasténico” del beriberi subclásico o deficiencia leve por acción de la tiamina, con aumento de la capacidad de trabajo y apetito, sin que ello quiera significar que todas las neurosis y anorexias se curen con tiamina, sino solo aquellas que son debidas a avitaminosis B1.
Metabolismo de hidratos de carbono: La tiamina desempeña un papel fundamental en el metabolismo de los hidratos de carbono, cuyas transformaciones químicas se producen por acción de enzimas. Entre ellas, la carboxilasa es una proteína conjugada formada por la apocarboxilada (proteína) y una coenzima, la cocarboxilasa o pirofosfato de tiamina, derivado de la tiamina en el organismo. Dicho sistema enzimático provoca la descarboxilación de los alfa-cetoácidos que intervienen en el metabolismo de los hidratos de carbono y que entran en el ciclo tricarboxílico krebs, en primer lugar el ácido pirúvico y el ácido alfa-cetoglutárico. Una deficiencia de oxidación de los hidratos de carbono en la avitaminosis B1, lleva a trastornos funcionales de diversos tejidos, especialmente el corazón y sobre todo el sistema nervioso, cuyo metabolismo depende casi exclusivamente del consumo de glucosa.
Otras acciones: La tiamina posee, a las dosis corrientes, otras acciones que las mencionadas. Así la vitamina B1 carece de acción analgésica, de acción antiinflamatoria, no afecta la secreción gástrica ni la actividad intestinal, ni tampoco la función cardiaca. Solo se observan efectos en los animales con dosis muy elevadas que han de considerarse tóxicas. En el hombre se han observado algunas veces fenómenos de sensibilización alérgica por inyecciones intravenosas repetidas, con aparición de shock anafiláctico.
Piridoxina clorhidrato:
Estados de carencia: Como es habitual, la administración de piridoxina previene y cura los trastornos de avitaminosis producidos por la carencia de la vitamina B6. También la piridoxina es capaz de prevenir las convulsiones producidas por la isoniazida, que se deben a deficiencia de vitamina B6. Procesos metabólicos. La piridoxina, por medio de su forma activa, el piridoxal que se transforma en fosfato de piridoxal, cotransaminasa o codecarboxilada, actúa como co-enzima de diversos sistemas enzimáticos que intervienen principalmente en la transaminación (transaminasas), decarboxilación (decarboxilasas) de aminoácidos, tales como la tirosina, histidina, lisina, arginina, ácido aspártico, ácido glutámico. Otras acciones. La piridoxina en dosis enormes es capaz de producir convulsiones y muerte en los animales de experimentación. En el hombre, aún con dosis elevadas no se producen reacciones adversas.
Cianocobalamina:
Acción antianémica o hematínica: La vitamina B12, posee una acción beneficiosa espectacular, en las anemias macrocíticas o megaloblásticas, debidas a deficiencia de vitamina B12, en especial en la anemia perniciosa, y únicamente en ellas. Efectos antianémicos. La administración parenteral de vitamina B12, en forma de cianocobalamina, produce efectos beneficiosos sorprendentes en la anemia perniciosa. En algunas horas (24 a 48 horas), el paciente experimenta una mejoría sintomática, con aumento de sus fuerzas y del apetito, y en menos días desaparece la palidez. Bajo acción de dicha droga, lo primero evidente en el examen hematológico de un enfermo en período de recaída es el aumento del porcentaje de reticulocitos, respuesta reticulocitaria que se produce a los 2 a 3 días de comenzado el tratamiento, llega a su máximo (a un 60 a 70%, en general 30%), a los 6 a 8 días (pico reticulocitario), para después descender. Cuando la curva reticulocitaria comienza a descender, o algo antes, el número de eritrocitos se eleva, así como el volumen globular (hematocrito), llegando a los valores normales en uno o dos meses; la hemoglobina aumenta más lentamente por lo general, de modo que el valor globular o índice colorimétrico, que estaba elevado, desciende hacia su valor normal o sea 1.0. Al mismo tiempo disminuye el tamaño de los eritrocitos (que estaba aumentado), de manera que el volumen corpuscular medio se normaliza, así como la hemoglobina corpuscular media (que asimismo estaba aumentada). Además, aumenta el número de leucocitos y desaparecen con las formas hipersegmentadas patológicas de los mismos.
La intensidad de los efectos hematológicos depende de la dosis de vitamina B12 utilizada y también de la gravedad de la anemia; con dosis óptimas, la altura del pico reticulocitario y la velocidad de aumento de los eritrocitos son inversamente proporciones al número inicial de los mismos, siendo tanto mayores cuanto más graves es la anemia. A nivel de la médula ósea, la administración de cobalaminas produce cambios rápidos apreciables ya a las 6 a 10 horas, llevando a la desaparición de la hiperplasia megaloblástica típica de la anemia perniciosa; los megaloblástos son reemplazados por normablastos, y estos maduran, de manera que en menos de una semana la médula ósea muestra una estructura correspondiente a la eritropoyesis normal. Los eritrocitos formados a partir de los normoblastos son normales y no experimentan una destrucción excesiva, de manera que la bilirrubina en el plasma sanguíneo, que estaba aumentada, desciende y se normaliza en 3 a 4 semanas. Los otros síntomas de la anemia perniciosa retroceden rápidamente, así la rubicundez, lusura y dolor de la lengua desaparece, el apetito se hace voraz, cede la disnea, la astenia, las palpitaciones y la palidez, pero la atrofia de la mucosa gástrica y la aclorhidria no desaparecen y la función de producción del factor intrínseco no se restaura.
En lo que se refiere a los trastornos neurológicos (espinales y periféricos) también mejoran, pero mucho más lentamente (en unos 6 meses), y siempre se consigue la detención del proceso, mejora la ataxia, las parestesias, se recupera la sensibilidad profunda, los reflejos, mejoran las parálisis, pero poco la espasticidad. Otras acciones farmacológicas. La vitamina B12, es un factor esencial para el crecimiento de ciertas bacterias como el Lactobacillus lactis y el Lactobacillus leichmannii, lo que sirve de base para la valoración biológica de dicha vitamina. El papel metabólico de la vitamina B12, la hace indispensable para una eritropoyesis normal, para la integridad de las células epiteliales del tubo digestivo y de las fibras mielínicas del sistema nervioso central y periférico (lesiones digestivas y nerviosas de la anemia perniciosa). Teniendo en cuenta estos hechos, se ha indicado la vitamina B12 en distintos síndromes neurológicos (neuritis, neuralgias, esclerosis múltiple), pero no habiendo carencia de este factor, no pueden esperarse beneficios de ella en esos casos.
FARMACOCINÉTICA:
Tiamina clorhidrato:
Absorción: La tiamina se absorbe fácil y completamente cuando se administra por vía subcutánea o intramuscular, pero cuando se suministra por vía bucal, la absorción intestinal (intestino delgado) es limitada, perdiéndose una buena parte, 20 a 75% en las heces, especialmente cuando se administran dosis altas o si existe diarrea.
Distribución y excreción: Absorbida la tiamina pasa a la sangre (concentración normal 6 mcg por 100 mL) y en parte se almacena principalmente en el hígado, cerebro, riñón y corazón, esencialmente en forma de pirofosfato de tiamina, pero la capacidad de almacenamiento en limitada, pues cuando cesa el aporte de vitamina B1, los síntomas de deficiencia en los animales y en el hombre se desarrollan en 2 a 3 semanas. El pirofosfato de tiamina se destruye parcialmente en el organismo (no se han identificado muy bien todos los metabolitos) y se excreta el resto. Esta excreción del 20 a 40% de la cantidad ingerida, se realiza principalmente en la orina y algo en el sudor y la leche. Dicha excreción depende de la dosis y del estado de deficiencia del organismo; si existe carencia, el organismo retiene la vitamina, y por otra parte, un exceso de dosis es inmediatamente excretado en pocas horas, de manera que no se consigue nada administrando dosis excesivamente altas, por encima de la necesaria.
Piridoxina clorhidrato: La piridoxina se absorbe bien cuando se administra por vía bucal y parenteral. La piridoxina una vez llegada a la circulación, se distribuye por todos los órganos, especialmente hígado, corazón y riñones, La piridoxina se transforma en ácido 4-piridóxico. La porción no destruida se excreta por el riñón.
Cianocobalamina:
Absorción: La cianocobalamina, se absorbe fácilmente cuando se administra por vía intramuscular y subcutánea, y cuando se administra en esta forma en personas normales o afectadas de anemia perniciosa, la concentración sanguínea se eleva llegando al máximo en 4 a 5 horas y declinando en el transcurso de 72 horas. Cuando se administra por vía bucal, la absorción se produce en los individuos normales; para que ella ocurra en el intestino, en necesaria la presencia del factor intrínseco gástrico, que la combinarse con la vitamina B12, permite su absorción, que se realiza a nivel del íleon y muy poco en el yeyuno y el colon.
Distribución y destino: Una vez absorbida la vitamina B12, pasa al plasma sanguíneo. En el plasma se encuentra en su mayor parte, 80 a 85%, combinada con las globulinas. Se almacena en diversos órganos viscerales, pero especialmente en el hígado (60 a 90%), lo que explica la actividad de los preparados hepáticos en la anemia perniciosa, también en el hígado, pero asimismo, en el epitelio intestinal y demás órganos, la cianocobalamina se transforma en coenzima (metilcobalamina). La vitamina B12 y coenzima, pasa desde luego a la médula ósea, donde se utiliza para la eritropoyesis.
Excreción: La vitamina B12, se excreta principalmente por el riñón en forma libre, ocurriendo la máxima eliminación dentro de las 24 horas, y solo una parte de la dosis administrada es eliminada, debido al almacenamiento en el organismo. La fracción excretada está de acuerdo con la dosis administrada, siendo de un 10 a 25% con 50 mcg de cianocobalamina por vía intramuscular y de 80 a 89% con 1000 mcg, lo que es eliminado en 72 horas. También la vitamina B12 es excretada en la bilis y se vuelve a absorber en el intestino (circulación enterohepática). La vida media de la vitamina B12, es de alrededor de 5 días. El almacenamiento de la vitamina B12, hace que pueda lograrse el mantenimiento de pacientes de anemia perniciosa con una inyección administrada cada 2 a 4 meses.
CONTRAINDICACIONES Y ADVERTENCIAS: Hipersensibilidad conocida.
En pacientes con enfermedad de Parkinson y en tratamientos con L-Dopa, la vitamina B6 puede debilitar la acción de la L-Dopa.
INTERACCIONES:
Tiamina clorhidrato: Son de escasa importancia y no se describen.
Piridoxina clorhidrato: Es digna de citarse la de la piridoxina con respecto a la antiparkinsoniana levodopa, en el sentido que la primera acrecienta el metabolismo de la segunda, con disminución de su acción y empeoramiento del paciente, de manera que debe evitarse todo preparado que contenga vitamina B6 si el paciente recibe levodopa.
Cianocobalamina: La única digna de mencionar se refiere al antibiótico cloranfenicol, que es capaz de interferir con la maduración de los eritrocitos, de manera que los enfermos con anemia perniciosa pueden mostrar una respuesta disminuida a la vitamina B12, si se le administra el citado antibiótico.
VÍA DE ADMINISTRACIÓN Y DOSIS: La vía de administración es intramuscular.
Una ampolla diaria o bien 2 a 3 semanales según indicación médica.
PRESENTACIONES:
NERVIDOCE® 1000: Frasco ámbar con 10 mililitros de solución (dosis múltiple)
NERVIDOCE® DEPÓSITO: Caja individual con ampolla de 2 mL, jeringa de 3 mL y toallita húmeda.
NERVIDOCE® 25000: Caja individual con ampolla de 2 mL, jeringa de 3 mL y toallita húmeda.
LABORATORIOS BONIN