Aba
Abb
Abm
AZYMOL
ARIPIPRAZOL
Comprimidos
INDICACIONES: Tratamiento de la esquizofrenia. La eficacia del aripripazol en el tratamiento de la esquizofrenia fue establecida en estudios controlados a corto plazo (4-6 semanas). Un estudio Placebo-controlado a largo plazo (26 semanas) mostró la eficacia del aripripazol en pacientes esquizofrénicos sintomáticamente estables, determinando que el tiempo relativo de recaída del grupo tratado con aripripazol (15 mg/día) fue más corto que en los pacientes del grupo placebo. Si el médico decide utilizar este medicamento por períodos prolongados, deberá re-evaluar el beneficio de la terapia a largo plazo para cada paciente.
CONTRAINDICACIONES: El uso de aripripazol está contraindicado en pacientes con historia de hipersensibilidad al aripripazol o a cualquier componente de la formulación.
INTERACCIONES: Se han descrito interacciones con los siguientes medicamentos: Alcohol: el arpiprazol puede potenciar los efectos del alcohol en las habilidades motoras y cognitivas. Medicamentos antihipertensivos que se comporten como antagonistas del receptor adrenérgico. Los efectos hipotensivos de estos medicamentos pueden verse aumentados por el arpiprazol Carbamazepina u otros medicamentos que actúen como inductores de CYO3A4: pueden causar aumento en el clearance de arpiprazol, disminuyendo así los niveles plasmáticos. Medicamentos que estimulen o depriman el SNC. Debido a que el arpiprazol actúa sobre el SNC, se deben tomar precauciones cuando se prescriben concomitantemente otros medicamentos que actúen también en el SNC. Inhibidores de CYP3A4, incluyendo Itraconazol o Ketoconazol. Pueden inhibir la excreción de arpiprazol, incrementando así los niveles plasmáticos. Inhibidores de CYP2D6, incluyendo Fluoxetina, paroxetina o quinidina. Pueden inhibir la excreción de arpiprazol, incrementando así los niveles plasmáticos. Medicamentos con actividad anticolinérgica. Administración concomitante puede alterar la habilidad para reducir la temperatura corporal.
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS
Embarazo: No se han realizado estudios controlados adecuados en humanos. Estudios realizados en ratas y conejos han demostrado que aripripazol produce toxicidad gestacional que incluye posibles efectos teratogénicos. No se sabe si el aripripazol puede o no producir daño fetal en una mujer embarazada o si pudiera producir daño en la capacidad reproductiva de la mujer. Aripripazol debiera ser usado durante el embarazo sólo si los beneficios potenciales para la madre superan los riesgos para el feto.
Lactancia: No se sabe si aripripazol se secreta a través de la leche materna. Sin embargo, esta droga sí es secretada en la leche de ratas durante su período de lactancia. Por lo tanto, se recomienda que las mujeres bajo tratamiento con aripripazol no amamanten a sus hijos.
Pacientes pediátricos: No se ha establecido seguridad ni eficacia de aripripazol en niños ni adolescentes. Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM): Un síndrome complejo y potencialmente fatal, algunas veces atribuido al Síndrome Neuroléptico Maligno ha sido asociado a la administración de antipsicóticos, incluyendo el aripripazol. Dos posibles casos de SNM ocurrieron durante el tratamiento con aripripazol en estudios clínicos premarketing. Las manifestaciones clínicas del SNM incluyen hiperpirexia, rigidez muscular, estado mental alterado y evidencia de inestabilidad autonómica (pulso o presión sanguínea irregular, taquicardia, diaforesis y disrriatmia cardíaca). Signos adicionales pueden incluir valores elevados de creatina fosfoquinasa, mioglobulinuria (rabdomiolisis) e insuficiencia renal aguda. La evaluación diagnóstica de los pacientes con este síndrome es complicada. Al realizar el diagnóstico, deben ser excluidos aquellos casos en los cuales la manifestación clínica incluye una enfermedad grave (pe. Neumonía, infección sistémica, etc.) o signos y síntomas extrapiramidales (SEP) no tratados o tratados inadecuadamente. Otras consideraciones importantes en el diagnóstico diferencial incluyen toxicidad anticolinérgica central, fiebre y patología primaria del SNC. El manejo del SNM puede incluir 1) discontinuación inmediata del tratamiento antipsicótico y de otros medicamentos no esenciales de la terapia concurrente. 2) tratamiento sintomático intensivo y monitoreo médico. 3) tratamiento de cualquier problema médico serio y concomitante para el cual haya terapia específica. No hay acuerdo general sobre los regímenes de tratamiento farmacológico específico para cuadros de SNM no complicados. Si un paciente requiere un tratamiento antipsicótico después de recuperarse de SNM, el reinicio potencial de la terapia debe ser cuidadosamente considerada. El paciente debe ser cuidadosamente controlado, toda vez que se han reportado recurrencia del SNM. Discinesia tardía. Se pueden desarrollar movimientos discinéticos involuntarios potencialmente irreversibles en pacientes tratados con antipsicóticos. Aunque la prevalencia de este síndrome pareciera ser más elevado en pacientes mayores, especialmente pacientes ancianas, es difícil establecer al inicio de la terapia, qué pacientes son más propensos a desarrollar el síndrome. Se desconoce si los medicamentos antipsicóticos difieren en su potencial de provocar discinesia tardía. Se piensa que el riesgo de desarrollar discinesia tardía y la posibilidad de que esta enfermedad se vuelva irreversible aumenta a medida que la duración del tratamiento y la dosis acumulativa total de los medicamentos antipsicóticos aumentan. Sin embargo, el síndrome se puede desarrollar, aunque en forma menos frecuente, después de períodos de tratamientos relativamente cortos con bajas dosis. No hay tratamientos específicos para la discinesia tardía, pero el síndrome puede remitir parcial o totalmente si se suspende el tratamiento antipsicótico. Sin embargo, el tratamiento antipsicótico por sí mismo, puede suprimir (o suprimir parcialmente) los signos y síntomas del síndrome y por lo tanto, puede enmascarar la presencia subyacente de la enfermedad. El efecto de la suspensión de los síntomas debe ser monitoreado en el curso a largo plazo de la enfermedad. Según estas consideraciones, el aripripazol debe ser prescrito de la mejor manera para minimizar la ocurrencia de la discinesia tardía. Generalmente, los tratamientos antipsicóticos crónicos, debe reservarse para aquellos pacientes que sufran de una forma de enfermedad crónica en que 1) con certeza responda a un tratamiento antipsicótico, 2) tratamientos alternativos y no tóxicos igualmente eficaces no están disponibles o no son apropiados. En pacientes que requieren tratamiento crónico, se debe elegir un esquema de tratamiento más corto y con la dosis más baja que produzca una respuesta satisfactoria. La necesidad de continuar con el tratamiento debe ser reevaluada periódicamente. Si los signos y síntomas de la discinesia tardía aparecen en un paciente que está siendo tratado con aripripazol, se debe considerar discontinuar el tratamiento. Sin embargo, algunos pacientes pueden requerir tratamiento con aripripazol incluso cuando este síndrome está presente. Hipotensión ortostática. El aripripazol puede estar relacionado con la presencia de hipotensión ortostática, lo que puede estar asociado al antagonismo de esta droga con el receptor adrenérgico. La frecuencia de eventos de hipotensión ortostática asociados a aripripazol en el tratamiento contra la esquizofrenia fueron los siguientes, como se mostró en cinco estudios (estudios a corto plazo, placebo controlados; N=926 pacientes): hipotensión ortostática (placebo = 1%; aripripazol = 1.9%) Desvanecimiento ortostático (placebo = 1%; aripripazol 0.9%) Síncope (placebo = 1%; aripripazol 0.6%) La incidencia de un cambio ortostático significativo de la presión sanguínea (definido como una disminución de, al menos, 30 mm Hg en la presión sanguínea sistólica cuando el paciente cambia de una posición supina a una posición acostada) no fue significativamente diferente del placebo (placebo = 12%; arpiprazol = 14%). El arpiprazol debe ser cuidadosamente usado en pacientes con enfermedad cardiovascular conocida (historial de infarto al miocardio o enfermedad cardiaca isquémica, insuficiencia cardiaca o anormalidades en la conducción), enfermedad cerebrovascular o condiciones que predispongan al paciente a la hipotensión (deshidratación, hipovolemia y tratamiento con medicamentos antihipertensivos). Hiperglicemia y diabetes Mellitus. Se ha reportado hiperglicemia en algunos casos extremos o asociada a cetoacidosis o coma hiperosmolar o muerte de pacientes tratados con antipsicóticos atípicos. Hay pocos reportes de hiperglicemia en tratamientos con arpiprazol, pero los pacientes tratados con esta droga son también pocos. Algunos estudios epidemiológicos sugieren un alto riesgo de efectos adversos relacionados con hiperglicemia en pacientes tratados con antipsicóticos atípicos. Sin embargo, estos estudios no incluyeron al arpiprazol. Los pacientes con un diagnóstico establecido de diabetes mellitas deben ser cuidadosamente monitoreados. A los pacientes con factores de riego (obesidad, historia familiar de diabetes) se les debe monitorear la glucosa sanguínea antes de iniciar el tratamiento y periódicamente una vez que el tratamiento esté en curso. Además, a los pacientes que desarrollen síntomas como polidipsia, poliuria, polifagia y debilidad, se les debe recomendar que controlen la glucosa sanguínea. Convulsiones. Crisis convulsivas ocurrieron en el 0.1% (1/926 pacientes) de los pacientes tratados con arpiprazol en estudios a corto plazo placebo controlados. Al igual que con otros antipsicóticos, arpiprazol debe ser usado con precaución en pacientes con convulsiones o bajo condiciones que disminuyan el umbral convulsivo, por ejemplo demencia y Alzheimer. Las condiciones que disminuyen el umbral convulsivo son más prevalentes en la población >a 65 años. Potencial de daño cognitivo y motor. En estudios a corto plazo palebo controlados, se reportó somnolencia en 11% de los pacientes con arpiprazol, comparado con el 8% de los pacientes con placebo. La somnolencia produjo la descontinuación del tratamiento en 0.1% (1/926) de los pacientes con arpiprazol. A pesar del relativo bajo incremento en la somnolencia comparado con el placebo, arpiprazol tal como otros antipsicóticos, puede tener potencial para la producción de alteración en el juicio, pensamiento o habilidad motora. Los pacientes deben ser cuidadosos al operar maquinaria, incluyendo autos, hasta que estén seguros que el arpiprazol no los afecta peligrosamente. Regulación de la temperatura corporal. Alteraciones en la capacidad de la regulación de la temperatura corporal se les han atribuido a los agentes antipsicóticos. Se recomienda precaución cuando arpiprazol se prescribe a pacientes con condiciones que puedan contribuir al aumento de la temperatura corporal, por ejemplo, ejercicio vigoroso, exposición a calor extremo, administración concomitante de medicamentos con actividad anticolinérgica, o pacientes expuestos a deshidratación. Disfagia. La dismotilidad esofágica y la aspiración han sido asociados al uso de antipsicóticos. La neumonía por aspiración es una causa común de morbilidad y mortalidad en pacientes ancianos, en particular en aquellos con avanzada demencia por Alzheimer. El arpiprazol y otras drogas antipsicóticas deben ser usados con precaución en pacientes bajo riesgo de presentar neumonía por aspiración. Suicidio. La posibilidad de cometer suicidio es inherente a las enfermedades psicóticas. Es por ello que la terapia debe incluir observación cercana de los pacientes de alto riesgo. Las prescripciones de arpiprazol deben incluir las cantidades más pequeñas de tabletas que sean adecuadas para el manejo apropiado por el paciente, reduciendo así la posibilidad de una sobredosis. La seguridad y eficacia del arpiprazol no se ha establecido en pacientes con psicosis asociada a demencia. Si el médico elige arpiprazol para tratar este tipo de individuos, el paciente debe ser estrechamente supervisado, en particular en caso de emergencia relacionada a dificultad para tragar o somnolencia excesiva, ambos hechos que pueden contribuir a una aspiración accidental.
POSOLOGÍA
Administración: Oral. Este medicamento puede ser administrado con o sin alimentos.
Dosis usual en adultos: La dosis inicial recomendada es de 10 a 15 mg/día una vez al día. Aripripazol ha sido evaluado sistemáticamente y ha mostrado efectividad en un rango de dosis entre 10 a 30 mg/día. El aumento de dosis no debe ser realizado antes de 2 semanas, tiempo necesario para alcanzar el estado estacionario.
Ajuste de dosis según terapia concomitante:
• Tratamiento concomitante con potenciales inhibidores de CYP3A4. La dosis debe reducirse a la mitad de la dosis usual. Cuando el inhibidor de CYP3A4 es retirado de la terapia combinada, la dosis de aripripazol puede ser aumentada.
• Tratamiento concomitante con potenciales inhibidores de CYP2D6. Cuando aripripazol es administrado en conjunto con potenciales inhibidores de CYP2D6, como la quinidina, fluoxetina o paroxetina, la dosis debe ser disminuida, al menos, a la mitad de la dosis usual. Cuando el inhibidor de CYP2D6 es descontinuado, la dosis de aripripazol puede ser nuevamente aumentada.
• Tratamiento concomitante con potenciales inductores de CYP3A4 como la carbamazepina. La dosis de aripripazol debe ser duplicada (a 20 ó 30 mg.) los aumentos de dosis deben ser evaluados clínicamente. Cuando la carbamazepina es descontinuada de la combinación, la dosis de aripripazol puede ser disminuida a 10-15 mg.
Terapia de mantención: La duración de la terapia con aripripazol no ha sido establecida, por lo que los pacientes deben ser controlados periódicamente para determinar la continuidad de la terapia de mantención. Cambios en la terapia por el uso de otros antipsicóticos. No existen datos recolectados sistemáticamente para orientar el cambio en la terapia con aripripazol en pacientes con esquizofrenia que están siendo tratados con otros antipsicóticos como tampoco existen datos sobre la administración concomitante de aripripazol y otras drogas antipsicóticas. Mientras que la interrupción inmediata del tratamiento antipsicótico puede ser aceptable para algunos pacientes con esquizofrenia, una disminución gradual puede ser más apropiada para otros. En cualquier caso, el período de superposición de medicamentos antipsicóticos debe ser minimizado.
PRESENTACIÓN: Envase con 30 comprimidos de 10 mg y 15 mg.
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