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Bandera Ecuador

BERSEN 20 MG Comprimidos
Marca

BERSEN 20 MG

Sustancias

PREDNISONA

Forma Farmacéutica y Formulación

Comprimidos

Presentación

20 mg,

CONCENTRACIÓN:

Prednisona 20 mg

CLASIFICACIÓN TERAPÉUTICA: Corticoterapia

INFORMACIÓN FARMACOLÓGICA:

MECANISMO DE ACCIÓN:

La farmacología de prednisona es compleja y afecta a casi todos los sistemas del organismo, siendo la mayoría de sus efectos el resultado de una modificación de la actividad enzimática más que una acción directa de ella misma.

Prednisona reacciona con proteínas receptoras del citoplasma de células sensibles para formar un complejo receptor-esteroide. Esta unión produce la disociación de una proteína fosforilada del complejo, lo que origina que este complejo penetre al núcleo de la célula y se una al DNA donde regula la transcripción de genes específicos, que dan origen al mRNA y la posterior síntesis de enzimas responsables de los efectos sistémicos que se comentan a continuación.

Prednisona aumenta de la producción de glucosa porque aumenta tanto la capacidad gluconeogénica del hígado como la liberación de los sustratos desde los tejidos periféricos, además, puede favorecer la actividad de otras hormonas gluconeogénicas como el glucagón y las catecolaminas. También disminuye la entrada de glucosa a las células de diversos tejidos, este efecto es particularmente marcado en el tejido adiposo, piel, fibroblastos y tejido linfático. En el músculo se inhibe la síntesis y se estimula el catabolismo, con lo que aumentan los niveles plasmáticos de aminoácidos, ácidos grasos y glicerol, y la cantidad que llega al hígado, donde constituyen el sustrato de la gluconeogénesis.

Dosis elevadas de glucocorticoides producen cambios característicos de la distribución de la grasa corporal, hay acumulación de grasa en la cara, el cuello y el tronco, mientras que las extremidades adelgazan. Además, aumentan los ácidos grasos libres del plasma y la propensión a la cetosis.

Los glucocorticoides estimulan la lipólisis y favorecen la acción lipolítica de otras hormonas como las catecolaminas. El aumento de la lipólisis se debe a la disminución de la entrada de glucosa a la célula adiposa, lo cual reduce la producción de glicerol necesario para la esterificación de ácidos grasos.

Por otro lado, se estimula la síntesis de proteínas y de RNA en el hígado, en tanto que inhiben su síntesis y aumentan el catabolismo en los tejidos periféricos, como el músculo esquelético, la piel, las células adiposas, el tejido linfático y los fibroblastos. La síntesis de DNA, en cambio, es inhibida tanto en el hígado como en los otros tejidos.

En cuanto a los efectos en el músculo esquelético Prednisona disminuye la síntesis de glucógeno, de proteínas y de ácidos nucleicos en la musculatura esquelética. La intensidad de estos efectos depende de la presencia de insulina.

Efectos en el hueso: Los glucocorticoides (entre ellos Prednisona) alteran el metabolismo del hueso. En dosis suprafisiológicas por periodos largos puede producir osteoporosis por dos mecanismos, supresión de la actividad de los osteoblastos y aumento de la reabsorción ósea por los osteoclastos.

Efectos en la respuesta inflamatoria: La prednisona disminuye o previene las respuestas del tejido a los procesos inflamatorios, lo que reduce la inflamación sin tratar la causa subyacente. Inhibe la acumulación de células inflamatorias (macrófagos y leucocitos), en las zonas de inflamación, esto puede deberse a una disminución de la adherencia de los neutrófilos a la pared endotelial. Esta menor infiltración celular es probablemente el principal mecanismo del efecto antiinflamatorio y de la menor defensa frente a las infecciones. También inhibe la fagocitosis, la liberación de enzimas lisosómicas, y la síntesis y liberación de diversos mediadores químicos de la inflamación. También previene el inicio de la cascada de reacciones que llevan a la producción de ciertas prostaglandinas y leucotrienos, por inhibición de la fosfolipasa A2.

La duración de la actividad antiinflamatoria de prednisona es aproximadamente igual a la duración de la supresión del eje hipotálamo-suprarrenal, siendo ésta de 1,25 a 1,5 días.

La administración de glucocorticoides produce linfocitopenia, monocitopenia y eosinopenia, esto se debe a la redistribución desde el compartimento vascular a un órgano como la médula ósea, el bazo, los ganglios linfáticos y el conducto torácico. El rápido secuestro de los linfocitos en el pool extravascular, probablemente protege a los injertos hetero plásticos de ser invadidos por los linfocitos T citotóxicos. En las especies más sensibles a los glucocorticoides, parte del efecto es producto de la lisis de las células donde los linfocitos T son más afectados.

Las funciones de los monocitos son relativamente sensibles a la acción inhibitoria de los glucocorticoides, por lo que se puede explicar la eficacia de éstos en las enfermedades de tipo granulomatoso. Por otro lado, se observa un bloqueo de la capacidad de los monocitos de unirse a las células cubiertas de anticuerpos y de desarrollar actividad bactericida y citotóxica, aunque no está alterada la fagocitosis.

A bajas concentraciones se inhibe la producción del activador del plasminógeno por los neutrófilos, lo que impide el paso de éstos a la zona inflamada, pues no son capaces de hidrolizar la fibrina.

Los glucocorticoides pueden unirse a los receptores de los mineralocorticoides, aunque con menor afinidad, de modo que en dosis elevadas son capaces de producir efectos similares a la aldosterona.

INDICACIONES:

En dosis fisiológicas, prednisona es usada para terapia de reemplazo en la deficiencia endógena de la hormona. En dosis farmacológica se usa por su efecto antiinflamatorio y propiedades inmunosupresoras y por su efecto sobre los sistemas sanguíneo y linfático en tratamientos paliativos de diversas enfermedades, las indicaciones principales son:

– Enfermedades reumáticas: como terapia coadyuvante para administración en periodos cortos en: artritis psoriásica, artritis reumatoide, que incluye la artritis reumatoide juvenil (casos especiales pueden requerir una dosis baja como terapia de mantención), espondilitis anquilosante, bursitis aguda y subaguda, tenosinovitis aguda no específica, artritis gotosa aguda, osteoartritis post-traumática, sinovitis de la osteoartritis y epicondilitis.

– Enfermedades del colágeno: durante una exacerbación o como terapia de mantención en casos de: lupus eritematoso sistémico, carditis reumática aguda.

– Enfermedades dermatológicas: pénfigo, dermatitis herpetiforme bulosa, eritema multiforme severo (Síndrome de Stevens-Johnson), dermatitis exfoliativa, psoriasis severa, dermatitis seborreica severa.

– Estados alérgicos: control de las condiciones alérgicas severas, incapacitantes o intratables mientras se adecua la terapia convencional: rinitis alérgica estacional o perenne, enfermedad del suero, asma bronquial, dermatitis de contacto, dermatitis atópica, reacciones de hipersensibilidad a drogas.

– Enfermedades oftálmicas: proceso inflamatorio y alérgico crónico severo que involucre el ojo y sus anexos, tales como: conjuntivitis alérgica, queratitis, úlceras alérgicas corneales marginales, herpes Zoster oftálmico, iritis e iridociclitis, coriorretinitis, inflamación del segmento anterior, uveítis posterior difusa y coroiditis, neuritis óptica.

– Enfermedades respiratorias: sarcoidosis sintomática, síndrome de Loffler no manejable por otros medios, beriliosis, tuberculosis pulmonar diseminada o fulminante cuando es usada al mismo tiempo la quimioterapia antituberculosa apropiada, neumonitis de aspiración, terapia coadyuvante en limitación crónica del flujo aéreo.

– Enfermedades hematológicas: púrpura, trombocitopenia idiopática de los adultos, trombocitopenia secundaria en los adultos, anemia hemolítica adquirida (autoinmune), eritroblastopenia (anemia RBC), anemia hipoplásica congénita (eritroide).

– Enfermedades neoplásicas: para el manejo de: leucemias y linfomas en adultos, leucemia aguda en los niños.

– Estados edematosos: para inducir diuresis o remisión de proteinuria en el síndrome nefrótico sin uremia, del tipo idiopático debido al lupus eritematoso.

– Enfermedades gastrointestinales: para ayudar al paciente en un periodo crítico de la enfermedad en: colitis ulcerativa, enteritis regional.

– Otros: meningitis tuberculosa con bloqueo inminente subaracnoideo cuando es usada al mismo tiempo la quimioterapia antituberculosa apropiada, triquinosis con compromiso miocárdico o neurológico.

INFORMACIÓN FARMACOCINÉTICA:

ABSORCIÓN:

Prednisona es bien adsorbida cuando se administra por vía oral.

DISTRIBUCIÓN:

Muchos estudios en animales indican que los glucocorticoides (incluida prednisona) son rápidamente extraídos desde la sangre y distribuidos a músculos, hígado, piel, intestino y riñones.

Un 75% de prednisona se une a proteínas plasmáticas. El mayor porcentaje de droga se une a una globulina específica llamada transcortina, el resto de la hormona se une a la albúmina.

METABOLIZACIÓN:

El metabolismo comprende adiciones secuenciales de átomos de oxígeno o de hidrógeno, seguidas por conjugación para formar derivados hidrosolubles. La reducción del doble enlace 4, 5 ocurre en sitios tanto hepáticos como extrahepáticos, lo que da por resultado compuestos inactivos. La reducción subsecuente del sustitutivo 3-cetona al derivado 3-hidroxil, con formación de tetrahidrocortisol, únicamente ocurre en el hígado. Los ésteres y glucurónidos sulfato resultantes forman derivados hidrosolubles y son las formas predominantes.

ELIMINACIÓN:

Los derivados hidrosolubles que se excretan en la orina, en los seres humanos ni la excreción biliar ni fecal tienen importancia.

CONTRAINDICACIONES:

Prednisona está contraindicada en infecciones micóticas sistémicas y también en personas hipersensibles al medicamento o a cualquier otro corticoide.

El uso de glucocorticoides en la diabetes mellitus obliga a extremar el control de esta enfermedad, puede ser necesario administrar insulina o aumentar la dosis de esta hormona. Los pacientes que reciben dosis altas de glucocorticoides y que son sometidos a una intervención quirúrgica deben recibir un suplemento de la dosis para evitar el estrés operatorio. Contraindicado en glaucoma de ángulo abierto, disfunción hepática, hipertiroidismo, osteoporosis.

EFECTOS SECUNDARIOS:

Los efectos secundarios aumentan con la duración del tratamiento o con la frecuencia de administración y en menor grado con la dosificación.

Los efectos en el tejido conjuntivo constituyen los principales inconvenientes del uso prolongado de dosis elevadas de glucocorticoides. Éstos adelgazan la matriz ósea y favorecen la producción de osteoporosis. La inhibición de fibroblastos, con el consecuente adelgazamiento de la piel, facilita la producción de heridas, retarda la cicatrización y favorece la dehiscencia de las heridas, excepto de manera indirecta por inhibición de la costra fibrosa que sirve de molde de las células.

Los glucocorticoides alteran la función de los linfocitos y pueden destruirlos, por lo que producen involución de los ganglios linfáticos cuando se usan a dosis elevadas.

Entre otros efectos secundarios se encuentran: arritmias, alteraciones del ciclo menstrual, y menos frecuentes: modificaciones en el estado de ánimo, disminución del crecimiento en niños y adolescentes, visión borrosa o disminuida, sed, sofoco en cara y mejillas etc.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS:

Al administrar prednisona junto con antiácidos orales se disminuye el efecto del corticosteroide por disminución de la absorción. Con anticonceptivos orales se incrementa la toxicidad de la prednisona, probablemente por disminución de su metabolismo, lo mismo ocurre con barbitúricos, carbamazepina y ciclosporina. Con antiinflamatorios no esteroidales se puede aumentar el riesgo de úlcera o hemorragia gastrointestinal; puede disminuir el efecto de los salicilatos; con paracetamol incrementa la formación de un metabolito hepatotóxico de éste, por lo tanto, aumenta el riesgo de hepatotoxicidad.

Con broncodilatadores simpaticomiméticos (fenoterol, salbutamol) se produce hipopotasemia. La anfotericina B con los corticoides pueden provocar hipokalemia severa. El riesgo de edema puede aumentar con el uso simultáneo de andrógenos y esteroides anabólicos. Se disminuye el efecto de anticoagulantes derivados de la cumarina, heparina, estreptoquinasa o uroquinasa. Los antidepresivos tricíclicos no alivian y pueden exacerbar las perturbaciones mentales inducidas por los corticoides. Hay que adecuar la dosis de insulina o de hipoglicemiantes, ya que puede producir hiperglicemia. Omeprazol disminuye el efecto de la prednisona y rifampicina.

Los cambios en el estado tiroideo del paciente o en las dosis de hormona tiroidea se puede requerir un ajuste en la dosificación de prednisona, ya que en el hipotiroidismo el metabolismo de los corticoides está disminuido y en el hipertiroidismo está aumentado. Con los glucósidos digitálicos se aumenta el riesgo de arritmias. El uso de otros inmunosupresores con dosis inmunosupresoras de corticoides puede aumentar el riesgo de infección y la posibilidad de desarrollo de linfomas u otros trastornos linfoproliferativos.

Pueden acelerar el metabolismo de la mexiletina con disminución de su concentración en el plasma.

ADVERTENCIAS:

Se recomienda administrar la dosis mínima eficaz durante el tratamiento con el fin de evitar los efectos adversos debido a los glucocorticoides.

En pacientes con terapia corticosteroidea, sujetos a un estrés inusual, se recomienda aumentar la dosis de prednisona antes, durante y después de que sea iniciada la situación estresante. Los corticosteroides pueden encubrir algunos signos de infección, y pueden aparecer nuevas infecciones durante su uso. Puede haber una resistencia disminuida y una incapacidad de ubicar la infección cuando se usan estos fármacos.

El uso prolongado de la prednisona puede producir cataratas subcapsulares posterior, glaucoma con posible daño a los nervios ópticos y puede aumentar la incidencia de infecciones oculares secundarias debido a hongos o virus.

Dosis elevadas de prednisona pueden provocar elevación de la presión sanguínea, retención de sal y agua, y un aumento de la excreción de potasio. Se requieren, por lo tanto, restricciones dietéticas de sal y suplemento potasio. Todos los corticoides, incluida Prednisona, aumentan la excreción de calcio.

Mientras los pacientes estén en terapia corticosteroidea no deben ser vacunados. No se deben llevar a cabo otros procedimientos de inmunización en los pacientes con corticosteroides, especialmente en dosis altas, debido a posibles riesgos de complicaciones neurológicas y una falta de respuesta inmunológica.

Se debería restringir el uso de prednisona en la tuberculosis activa en aquellos casos de tuberculosis diseminada o fulminante, en la cual el corticoide es usado para el manejo de la enfermedad en conjunto con un apropiado régimen antituberculoso.

Si hubiera que usar corticoides en pacientes con tuberculosis latente o reactiva positiva a la tuberculina, se deberá tener especial atención, ya que puede ocurrir una reactivación de la enfermedad. Durante una terapia prolongada con prednisona estos pacientes deberían recibir quimioprofilaxis con isoniacida.


PRECAUCIONES:

La insuficiencia adrenocortical secundaria inducida por la droga se puede minimizar con una reducción gradual de la dosis. Este tipo de insuficiencia relativa puede persistir por meses después de una interrupción de la terapia; además en cualquier situación de estrés que ocurra durante este periodo, la terapia con prednisona debería ser reiniciada.

Los corticoides deberían ser usados cuidadosamente en los pacientes con herpes ocular simple, debido a una posible perforación de la córnea. La dosis de prednisona debiera ser la mínima para controlar la condición bajo tratamiento, y cuando es posible la reducción en la dosis, ésta, debería ser gradual.

Pueden aparecer trastornos psíquicos cuando se usan los corticoides, variando desde euforia, insomnio, variaciones de ánimo, cambios de personalidad y depresión severa hasta francas manifestaciones sicóticas.

También existe inestabilidad emocional o tendencias sicóticas que pueden ser agravadas con el uso de corticoides. La aspirina debería ser usada cuidadosamente en conjunto con los corticoides en la hipoprotrombinemia.

La prednisona debiera ser usada con precaución en la colitis ulcerativa no específica, si es que existe probabilidad de impedir la perforación, absceso u otra infección piógena; también diverticulitis, anastomosis intestinal fresca, úlcera péptica activa o latente, insuficiencia renal, hipertensión y miastenia gravis.

Al administrar en mujeres postmenopáusicas se puede acentuar la osteoporosis, debido a que descienden los niveles de hormonas anabolizantes.

No se recomienda la administración de vacunas de virus vivos durante la administración de prednisona, ya que puede potenciarse la replicación de los virus de la vacuna.

Precauciones pediátricas: El crecimiento y desarrollo de niños en terapias prolongadas con prednisona debiera ser monitoreada cuidadosamente.

Durante el tratamiento con prednisona aumenta el riesgo de infección en pacientes pediátricos o geriátricos o inmunocomprometidos.

Precauciones en embarazo y lactancia: En lo que refiere al embarazo, se ha visto que la administración de glucocorticoides a animales preñados aumenta la incidencia de abortos, insuficiencia placentaria y malformaciones congénitas, incluyendo fisura palatina; afortunadamente la experiencia clínica ha sido mucho mejor que lo que podría esperarse, y pueden emplearse en forma bien discriminada, evitándolos especialmente durante el primer trimestre de embarazo.

POSOLOGÍA:

VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Oral.

La dosis de prednisona depende de la condición a tratar, severidad de la enfermedad y la respuesta de los pacientes y es indicada por la edad, peso corporal o superficie del área corporal. Después que se obtiene una respuesta satisfactoria, la dosis puede disminuir de a poco hasta que el nivel baje y se mantenga una adecuada respuesta clínica. La droga debe ser discontinuada cuando sea posible. Los pacientes pueden ser continuamente monitoreados por signos que indiquen ajuste de dosis, así como remisión o exacerbación de la enfermedad y estrés (cirugía, infección, trauma). Cuando la terapia a largo plazo es necesaria, un régimen de días alternos puede ser considerado. Siguiendo la terapia a largo plazo, prednisona puede ser retirada gradualmente.

La dosis inicial en adultos puede ir en un rango de 5-60 mg diarios, dependiendo de la patología a tratar y es usualmente administrada en dosis dividida (2-4 veces/día). En algunos estados clínicos de niños pueden darse dosis de 0.14-2 mg/Kg diarios o 0.4-60 mg/m2 diarios administrados en 4 dosis diarias.

Para usar de manera adjunta a la terapia antiinfecciosa en el tratamiento de neumonía por Pneumocystis carinii moderada o severa en adultos y adolescentes mayores de 13 años de edad con síndrome de inmunodeficiencia adquirida un régimen de Prednisona oral de 40 mg 2 veces al día por 5 días, seguido por 40 mg 1 vez al día por 11 días (o hasta completar el régimen antiinfeccioso) es actualmente recomendada. Se dice que prednisona mejora la oxigenación, disminuye la incidencia de insuficiencia respiratoria y la mortalidad. Para ciertas condiciones alérgicas, prednisona puede ser usada a corto plazo (ej. 6 días), la dosis inicial es de 30 mg el primer día, la cual es luego seguida por 5 mg diarios.

Cuadros reumáticos graves: Al principio se usa 1 mg/Kg /día en dosis divididas, hasta una dosis diaria única, con disminución progresiva hasta una dosis mínima eficaz según se determina por variables clínicas. En artritis reumatoide una dosis inicial característica es de 5-7,5 mg/día. Cuando hay una exacerbación aguda, pueden emplearse dosis más altas (habitualmente 20-40 mg/día con disminución progresiva y rápida posterior). En el caso de vasculitis, prednisona es de elección por su acción leve, y se administra en días alternos.

En síndrome nefrótico, prednisona es el tratamiento de elección y las dosis diarias iniciales son de 1-2 mg/Kg de peso durante 6 semanas seguidas por una disminución progresiva y gradual de la dosis en el transcurso de 6 a 8 semanas, aunque algunos nefrólogos recomiendan tratamientos de días alternos.

En crisis de asma graves en adultos, la terapia enérgica con glucocorticoides vía parenteral es esencial, seguida por prednisona como terapia de mantención a dosis de 40-60 mg conforme se resuelve la crisis aguda. En niños, la dosis recomendada es de 10 a 40 mg 2 veces al día por 5 días a 14 días.

Quienes padecen anemia hemolítica deben recibir un tratamiento con Prednisona 1 mg/Kg/día.

INFORMACIÓN TOXICOLÓGICA:

La administración prolongada de esteroides como se requiere para lograr inmunosupresión suele vincularse con efectos adversos que incluyen un gran peligro de infecciones, úlceras, hiperglicemia y osteoporosis.

DESCRIPCIÓN:

Prednisona es un glucocorticoide sintético, considerado dentro de este grupo, de elección por sus efectos antiinflamatorios e inmunosupresores. Químicamente corresponde al 17, 21-dihidroxipregna-1, 4-dieno-3, 11, 20 -triona.

Físicamente se presenta como polvo blanco cristalino, inodoro, levemente soluble en agua y levemente soluble en alcohol. Prednisona comprimidos deben almacenarse en envases bien cerrados a temperatura bajo 40 ºC, preferentemente entre 15 y 30 ºC.

BIBLIOGRAFÍA:

• AHFS DRUG INFORMATION 1998. Págs. 2498-2507, 2520-1.

• MARTINDALE, THE EXTRA PHARMACOPOEIA. 29ª Ed., 1989, págs. 872-881, 900-1.

• PEDIATRICS. Oct. 1993, vol. 92, N°4, 513-8.

• THE CANADIAN JOURNAL OF HOSPITAL PHARMACY. Vol. 43, N° 3, jun. 1990, 101- 5.

• GOODMAN Y GILMAN, LAS BASES FARMACOLÓGICAS DE LA TERAPÉUTICA. 8ª Ed, 1993, págs. 1557-1576.

• J. FLOREZ, FARMACOLOGÍA HUMANA. 2ª Ed, 1992, págs. 812-820.

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