AMIBIOTIC
AMIKACINA
Solución inyectable
1 Ampolla, 2 ml, 500 Miligramos
COMPOSICIÓN:
Cada AMPOLLA de 2 mL contiene:
Amikacina (como sulfato) 500 mg
Excipientes c.s.p. 2 mL
LISTA DE EXCIPIENTES:
Citrato de sodio dihidrato; metabisulfito de sodio; edetato disódico dihidrato; agua para inyección.
MEDIFARMA S.A.
Jr. Ecuador Nº 787
Lima – Perú
Telf.: 332-6200
INDICACIONES:
AMIBIOTIC® 500 mg/2 mL Solución inyectable está indicada en:
Tratamiento a corto plazo de infecciones graves causadas por cepas susceptibles de bacterias Gram-negativas, incluyendo especies de Pseudomonas, Escherichia coli, especies de indol-positivo e indol-negativo de Proteus, especies de Providencia, especies de Klebsiella-Enterobacter-Serratia y especies de Acinetobacter (Mima-Herellea).
Los estudios clínicos han demostrado que la inyección amikacina sulfato es efectivo en septicemia bacteriana (incluyendo sepsis neonatal), en infecciones graves del tracto respiratorio, huesos y articulaciones, sistema nervioso central (incluyendo meningitis) y de piel y tejidos blandos, infecciones intraabdominales (incluyendo peritonitis), y en quemaduras e infecciones postoperatorias (incluyendo cirugía postvascular). Los estudios clínicos han demostrado que amikacina también es eficaz en las infecciones del tracto urinario graves complicadas y recurrentes debido a estos organismos. Los aminoglucósidos, incluyendo la inyección de amikacina sulfato no están indicados en episodios iniciales no complicados de infecciones del tracto urinario a menos que los organismos causantes no son susceptibles a los antibacterianos con menor potencial de toxicidad.
Se deberá realizar estudios bacteriológicos para identificar el microorganismo causal y la sensibilidad a amikacina. Amikacina puede considerarse como terapia inicial en casos de sospecha infecciones por Gram-negativos y la terapia puede instituirse antes de obtener los resultados de las pruebas de sensibilidad. Los ensayos clínicos demostraron que amikacina es eficaz en las infecciones causadas por cepas de bacterias Gram-negativas resistentes a gentamicina y/o tobramicina, especialmente Proteus rettgeri, Providencia stuartii, Serratia marcescens y Pseudomonas aeruginosa. La decisión de continuar la terapia con el fármaco deberá basarse en los resultados de las pruebas de susceptibilidad, la gravedad de la infección, la respuesta del paciente y las consideraciones adicionales importantes que figuran en la parte de advertencias.
Amikacina también ha demostrado ser eficaz en infecciones por estafilococos y puede ser considerado como tratamiento inicial bajo ciertas condiciones en el tratamiento de enfermedades estafilocócicas conocidas o sospechadas tales como, infecciones severas donde el microorganismo causal puede ser una bacteria Gram-negativa o un estafilococos, infecciones causadas por cepas sensibles de estafilococos en pacientes alérgicos a otros antibacterianos y en infecciones mixtas de estafilococos/Gram-negativos.
En ciertas infecciones graves tales como sepsis neonatal, la terapia concomitante con un medicamento de tipo penicilina puede indicarse, debido a la posibilidad de infecciones debidas a microorganismos Gram-positivos como estreptococos o neumococos.
Para reducir el desarrollo de bacterias resistentes al medicamento y mantener la eficacia de amikacina y otros medicamentos antibacterianos, amikacina sólo deberá utilizarse para tratar o prevenir infecciones que se comprobaron o se sospechan seriamente que es causada por bacterias sensibles. Cuando los cultivos y la información de la susceptibilidad están disponibles, deberán ser considerados en la selección o modificación de la terapia antibacteriana. En ausencia de estos datos, los patrones locales de la epidemiología y susceptibilidad pueden contribuir a la selección empírica de la terapia
ACCIÓN FARMACOLÓGICA:
Administración intramuscular: AMIBIOTIC® 500 mg/2 mL Solución inyectable se absorbe rápidamente después de la administración intramuscular. En voluntarios adultos normales, el promedio de las concentraciones séricas máximas de alrededor de 12, 16 y 21 mcg/mL se obtienen 1 hora después de la administración intramuscular de 250 mg (3.7 mg/kg), 375 mg (5 mg/kg), 500 mg (7.5 mg/kg), dosis únicas respectivamente. A las 10 horas, los niveles séricos son alrededor de 0.3 mcg/mL, 1.2 mcg/mL y 2.1 mcg/mL, respectivamente.
Los estudios de tolerancia en voluntarios normales revelan que amikacina es bien tolerada localmente después de la administración de dosis repetidas por vía intramuscular, y cuando se administra en las dosis máximas recomendadas, no se ha reportado ototoxicidad o nefrotoxicidad. No existe evidencia de acumulación del medicamento con dosis repetidas durante 10 días cuando se administra de acuerdo a las dosis recomendadas.
Con la función renal normal, aproximadamente el 91.9% de una dosis intramuscular se excreta sin cambios por la orina en las primeras 8 horas, y el 98.2% en 24 horas. Las concentraciones medias en la orina durante 6 horas son 563 mcg/mL después de una dosis de 250 mg, 697 mcg/mL después de una dosis de 375 mg, y 832 mcg/mL después de una dosis de 500 mg.
Estudios preliminares realizados por vía intramuscular en recién nacidos de pesos diferentes (menos de 1.5 kg, 1.5 kg a 2.0 kg, más de 2.0 kg) en dosis de 7.5 mg/kg reveló que al igual que otros aminoglucósidos, los valores de vida media sérica se correlaciona inversamente con la edad post-natal y la depuración renal de amikacina. El volumen de distribución indica que amikacina, al igual que otros aminoglucósidos, permanece primordialmente en el espacio extracelular de los neonatos. La dosis repetida cada 12 horas en todos los grupos anteriores no mostró acumulación después de 5 días.
Administración intravenosa: La dosis única de 500 mg (7.5 mg/kg) administrada a adultos normales como infusión intravenosa durante un período de 30 minutos produce una concentración sérica máxima media de 38 mcg/mL al final de la infusión y los niveles de 24 mcg/mL, 18 mcg/mL y 0.75 mcg/mL a los 30 minutos, 1 hora y 10 horas después de la infusión, respectivamente. 84% de la dosis administrada se excreta en la orina en 9 horas y cerca del 94% en 24 horas.
La infusión repetida de 7.5 mg/kg cada 12 horas en adultos normales fueron bien toleradas y no causaron acumulación del medicamento.
General: Los estudios farmacocinéticos en sujetos adultos normales revelan que la vida media sérica promedio es ligeramente mayor de 2 horas con un promedio de volumen de distribución total aparente de 24 litros (28% del peso corporal). Por la técnica de ultrafiltración, los reportes del rango de unión a proteínas séricas son desde 0 al 11%. La tasa de depuración sérica es de aproximadamente 100 mL/min y la depuración renal es de 94 mL/min en pacientes con función renal normal.
Amikacina se excreta principalmente por filtración glomerular. Los pacientes con insuficiencia renal o presión de filtración glomerular disminuida excretan el medicamento mucho más lentamente (prolongando efectivamente la vida media sérica). Por lo tanto, la función renal deberá monitorearse cuidadosamente y en consecuencia, ajustar la dosis.
Después de la administración de la dosis recomendada, los niveles terapéuticos se encuentran en los huesos, corazón, vesícula biliar y tejido pulmonar, además de importantes concentraciones en orina, bilis, esputo, secreciones bronquiales, líquido intersticial, pleural, y sinovial.
Los niveles en el líquido cefalorraquídeo en niños normales son aproximadamente de 10 a 20% de la concentración sérica y pueden alcanzar el 50% cuando las meninges están inflamadas. Se ha demostrado que amikacina cruza la barrera placentaria y produce concentraciones significativas en el líquido amniótico. El pico de la concentración sérica en el feto es aproximadamente el 16% del pico de la concentración sérica materna y los valores séricos de la vida media materna y fetal, es de 2 y 3.7 horas respectivamente.
Microbiología:
Mecanismo de acción: La amikacina es un aminoglucósido, se une al ribosoma procariótico, inhibiendo la síntesis de proteínas en bacterias susceptibles. Es bactericida in vitro contra bacterias Gram-positivas y Gram-negativas.
Mecanismos de resistencia: Los aminoglucósidos son conocidos por ser ineficaces contra especies Salmonella y Shigella en los pacientes. Por lo tanto, los resultados de pruebas de susceptibilidad in vitro no deben reportarse.
La amikacina resiste la degradación de ciertas enzimas inactivadoras de aminoglucósidos que se sabe que afectan a la gentamicina, tobramicina y kanamicina.
Los aminoglucósidos en general tienen un bajo nivel de actividad frente a microorganismos Gram-positivos excepto Staphylococcus aislados.
Interacción con otros antibacterianos: Los estudios in vitro han demostrado que el amikacina sulfato combinado con un antibacteriano betalactámico actúa sinérgicamente contra muchos organismos Gram-negativos clínicamente significativos.
Actividad antimicrobiana: La amikacina ha demostrado ser activo contra las siguientes bacterias, tanto in vitro como en infecciones clínicas.
Bacterias Gram-positivas: Especies Staphylococcus.
Bacterias Gram-negativas: Especies Pseudomonas; Escherichia coli; especies Proteus (indol-positivas e indol-negativas); especies Klebsiella; especies Enterobacter; especies Serratia; especies Acinetobacter.
La amikacina ha demostrado actividad in vitro contra las siguientes bacterias. La seguridad y eficacia de amikacina en el tratamiento de infecciones clínicas debido a estas bacterias no se han establecido en estudios adecuados y bien controlados.
Citrobacter freundii.
CONTRAINDICACIONES:
Antecedente de hipersensibilidad a amikacina es una contraindicación para su uso. Un antecedente de hipersensibilidad o reacciones tóxicas graves a los aminoglucósidos pueden contraindicar el uso de cualquier otro aminoglucósido debido a la sensibilidad cruzada conocida de los pacientes a los fármacos de esta clase.
REACCIONES ADVERSAS:
Todos los aminoglucósidos tienen el potencial para inducir toxicidad auditiva, vestibular y renal; y bloqueo neuromuscular. Son más frecuentes en pacientes con insuficiencia renal actual o antecedentes pasados, tratamiento con otros medicamentos ototóxicos o nefrotóxicos y en pacientes tratados durante períodos prolongados y/o con dosis más altas de lo recomendado.
Neurotoxicidad-ototoxicidad: Los efectos tóxicos en el octavo nervio craneal pueden producir pérdida de la audición, pérdida del equilibrio, o ambas cosas. Amikacina afecta principalmente a la función auditiva. El daño coclear incluye sordera de alta frecuencia y generalmente ocurre antes de la pérdida de audición clínica puede detectarse.
Neurotoxicidad-bloqueo neuromuscular: Parálisis aguda muscular y apnea pueden ocurrir después del tratamiento con medicamentos aminoglucósidos.
Nefrotoxicidad: Se han reportado elevación de la creatinina sérica, albuminuria, presencia de glóbulos rojos y blancos, cilindros urinarios, azotemia y oliguria. Los cambios de la función renal son generalmente reversibles cuando se discontinua el medicamento. Como es de esperar con cualquier aminoglucósido, se han recibido reportes de nefropatía tóxica e insuficiencia renal aguda durante el seguimiento post-comercialización.
Otros: Además de los descritos anteriormente, otras reacciones adversas que se han reportado en raras ocasiones son erupción cutánea, fiebre medicamentosa, dolor de cabeza, parestesia, temblores, náuseas y vómitos, eosinofilia, artralgias, anemia, hipotensión e hipomagnesemia. Se ha reportado que el Infarto macular algunas veces lleva a la pérdida permanente de la visión después de la administración intravítrea de amikacina (inyección en el ojo).
INCOMPATIBILIDADES:
No reportadas.
INTERACCIONES CON OTROS MEDICAMENTOS Y/O ALIMENTOS:
El uso concomitante y/o secuencial sistémico, oral o tópico de otros productos neurotóxicos o nefrotóxicos, particularmente bacitracina, cisplatino, anfotericina B, cefaloridina, paromomicina, viomicina, polimixina B, colistina, vancomicina, u otros aminoglucósidos deberá evitarse. Otros factores que pueden aumentar el riesgo de toxicidad son la edad avanzada y la deshidratación.
El uso concomitante de amikacina con diuréticos potentes (ácido etacrínico o furosemida) deberá evitarse debido a que los diuréticos por sí solos pueden causar ototoxicidad. Además, cuando se administra por vía intravenosa, los diuréticos pueden aumentar la toxicidad de los aminoglucósidos por alteración de la concentración del antibacteriano en suero y tejido.
ADVERTENCIAS:
Los pacientes tratados con aminoglucósidos parenterales deberán estar bajo estrecha observación clínica debido a la potencial ototoxicidad y nefrotoxicidad asociadas con su uso. No se ha establecido la seguridad para los períodos de tratamiento mayores de 14 días.
La neurotoxicidad se manifiesta como ototoxicidad auditiva vestibular bilateral y permanente, puede ocurrir en pacientes con daño renal preexistente y en pacientes con función renal normal, tratados con dosis más altas y/o por períodos mayores a los recomendados. El riesgo de ototoxicidad inducido por aminoglucósidos es mayor en pacientes con daño renal. Por lo general primero ocurre sordera de alta frecuencia y sólo puede detectarse mediante pruebas audiométricas. Puede ocurrir vértigo y puede ser evidencia de lesión vestibular. Otras manifestaciones de neurotoxicidad pueden incluir entumecimiento, hormigueo en la piel, espasmos musculares y convulsiones. El riesgo de pérdida de audición debido a los aminoglucósidos aumenta con el grado de exposición tanto a altos picos como a altas concentraciones séricas. Los pacientes que desarrollan daño coclear pueden no tener síntomas durante el tratamiento para advertir del desarrollo de toxicidad del octavo nervio, y puede ocurrir sordera bilateral irreversible total o parcial, después de que el medicamento haya sido discontinuado. La ototoxicidad inducida por aminoglucósidos usualmente es irreversible.
Los aminoglucósidos son potencialmente nefrotóxicos. El riesgo de nefrotoxicidad es mayor en pacientes con insuficiencia renal y en aquellos que reciben altas dosis o tratamientos prolongados.
Se han reportado bloqueo neuromuscular y parálisis respiratoria después de la inyección parenteral, instilación tópica (como en ortopedia y riego abdominal o en tratamiento local de empiema), y después del uso oral de aminoglucósidos. La posibilidad de estos fenómenos deberá considerarse si los aminoglucósidos son administrados por cualquier vía, especialmente en pacientes que reciben anestésicos, agentes bloqueadores neuromusculares como tubocurarina, succinilcolina, decametonio, o en pacientes que reciben transfusiones masivas de sangre anticoagulada con citrato. Si el bloqueo se produce, las sales de calcio pueden revertir este fenómeno, pero la asistencia respiratoria mecánica puede ser necesaria.
La función renal y del octavo nervio deberán ser estrechamente vigilados, especialmente en pacientes con insuficiencia renal conocida o sospechada en el inicio de la terapia y también en aquellos cuya función renal es normal al inicio pero que desarrollan signos de insuficiencia renal durante el tratamiento. Las concentraciones séricas de amikacina deberán ser monitoreadas siempre que sea posible para asegurar niveles adecuados y evitar niveles potencialmente tóxicos y concentraciones máximas prolongadas superiores a 35 microgramos por mL. La orina deberá ser examinada por disminución de la gravedad específica, aumento de la excreción de proteínas, y presencia de células o cilindros. Deberá medirse periódicamente el nitrógeno ureico sanguíneo, creatinina sérica o depuración de creatinina. Se deberán obtener audiogramas en serie, cuando sea factible en los pacientes la edad suficiente para ser probado, especialmente en pacientes de alto riesgo. La evidencia de ototoxicidad (mareo, vértigo, tinnitus, zumbido en los oídos y pérdida de la audición) o nefrotoxicidad requiere la discontinuación del medicamento o un ajuste de la dosis.
El uso concomitante y/o secuencial sistémico, oral o tópico de otros productos neurotóxicos o nefrotóxicos, particularmente bacitracina, cisplatino, anfotericina B, cefaloridina, paromomicina, viomicina, polimixina B, colistina, vancomicina, u otros aminoglucósidos deberá evitarse. Otros factores que pueden aumentar el riesgo de toxicidad son la edad avanzada y la deshidratación.
El uso concomitante de amikacina con diuréticos potentes (ácido etacrínico o furosemida) deberá evitarse debido a que los diuréticos por sí solos pueden causar ototoxicidad. Además, cuando se administra por vía intravenosa, los diuréticos pueden aumentar la toxicidad de los aminoglucósidos por alteración de la concentración del antibacteriano en suero y tejido.
Los aminoglucósidos pueden causar daño en el feto cuando es administrado a mujeres embarazadas. Los aminoglucósidos cruzan la placenta y se han producido varios reportes de sordera bilateral congénita total irreversible, en niños cuyas madres recibieron estreptomicina durante el embarazo. Aunque no se han reportado efectos adversos graves en el feto o recién nacido en el tratamiento de mujeres embarazadas con otros aminoglucósidos, el potencial de daño existe. Los estudios de reproducción de amikacina se han realizado en ratas y ratones, y no revelaron evidencia de alteración de la fertilidad o daño al feto a causa de amikacina. No existen estudios bien controlados en mujeres embarazadas, pero la experiencia en investigación no incluye ninguna evidencia positiva de efectos adversos para el feto. Si se utiliza este fármaco durante el embarazo, o si la paciente queda embarazada mientras toma este medicamento, la paciente debe ser informada de los posibles riesgos para el feto.
Contiene metabisulfito de sodio, un sulfito que puede causar reacciones de tipo alérgico incluyendo síntomas anafilácticos y que amenazan la vida o episodios asmáticos menos severos en ciertas personas susceptibles. La prevalencia global de sensibilidad al sulfito en la población general es desconocida y probablemente baja. La sensibilidad al sulfito se ve más frecuentemente en asmáticos que en personas no asmáticas.
Se ha reportado diarrea (CDAD) asociada a Clostridium difficile con el uso de casi todos los agentes antibacterianos, incluyendo la inyección de Amikacina sulfato, y puede variar en gravedad desde diarrea leve a colitis fatal. El tratamiento con agentes antibacterianos altera la flora normal del colon que lleva a la propagación del C. difficile.
C. difficile produce toxinas A y B que contribuyen al desarrollo de CDAD. Las hipertoxinas producidas por cepas de C. difficile causan aumento de la morbilidad y la mortalidad, ya que estas infecciones pueden ser refractarios a la terapia antimicrobiana y pueden requerir colectomía. CDAD debe considerarse en todos los pacientes que presenten diarrea después del uso de antibióticos. La historia clínica cuidadosa es necesaria, ya que se ha informado de la aparición de CDAD más de dos meses después de la administración de agentes antibacterianos.
Si CDAD se sospecha o confirma, puede ser necesario suspender el uso de antibióticos en curso no dirigidos contra C. difficile. Un control adecuado de fluidos y electrolitos, suplementación proteica, tratamiento antibiótico de C. difficile y evaluación quirúrgica deben instituirse como se indica clínicamente.
Debe comunicarse con su médico o farmacéutico para cualquier aclaración sobre la utilización del producto y si presenta alguna reacción adversa que no estuviese descrita en el inserto.
No utilizar después de la fecha de expira impresa en el envase.
PRECAUCIONES:
La prescripción de amikacina en ausencia de una infección bacteriana comprobada o sospechada seriamente o una indicación profiláctica, es poco probable que beneficie al paciente y aumenta el riesgo del desarrollo de bacterias resistentes al medicamento.
Los aminoglucósidos son rápidamente y casi totalmente absorbidos cuando se aplican por vía tópica, excepto en la vejiga urinaria, en asociación con procedimientos quirúrgicos. Se ha reportado sordera irreversible, insuficiencia renal y muerte por bloqueo neuromuscular después de la irrigación de campos quirúrgicos pequeños y grandes con una preparación de aminoglucósidos.
La inyección de amikacina sulfato es potencialmente nefrotóxica, ototóxica y neurotóxica. El uso concomitante o en serie de otros agentes ototóxicos o nefrotóxicos debe evitarse ya sea sistémica o tópicamente debido al potencial de efectos aditivos. Se ha reportado aumento de la nefrotoxicidad con la administración concomitante parenteral de antibacterianos aminoglucósidos y cefalosporínicos. La administración concomitante de cefalosporinas puede elevar las determinaciones de creatinina falsamente.
Debido a que la amikacina está presente en altas concentraciones en el sistema excretor renal, los pacientes deben estar bien hidratados para minimizar la irritación química de los túbulos renales. La función renal deberá ser evaluada por los métodos usuales antes de iniciar la terapia y diariamente durante el curso del tratamiento.
Si aparecen signos de irritación renal (cilindros, glóbulos blancos o rojos, o albúmina), deberá incrementarse la hidratación. Una reducción de la dosis puede ser conveniente si otra evidencia de insuficiencia renal se presenta como una disminución de la depuración de creatinina, disminución de la gravedad específica de la orina, aumento de BUN, creatinina, u oliguria. Si aumenta la azotemia o si una disminución progresiva de la producción de orina ocurre, el tratamiento deberá ser discontinuado.
Nota: Cuando los pacientes están bien hidratados y la función renal es normal, el riesgo de reacciones nefrotóxicas con amikacina es baja si no se excede la dosis recomendada.
Los pacientes geriátricos pueden tener reducida la función renal lo cual puede no ser evidente en las pruebas de detección de rutina, como BUN o creatinina sérica. La determinación de la depuración de creatinina puede ser más útil. El monitoreo de la función renal durante el tratamiento con aminoglucósidos es particularmente importante.
Los aminoglucósidos deberán usarse con precaución en pacientes con enfermedades musculares como la miastenia gravis o parkinsonismo, ya que estos medicamentos pueden agravar la debilidad muscular debido a su potencial efecto tipo curare sobre la unión neuromuscular.
In vitro, la mezcla de aminoglucósidos con antibacterianos betalactámicos (penicilinas o cefalosporinas) puede producir una inactivación mutua significativa. Una reducción en de la vida media sérica o el nivel sérico puede ocurrir cuando un aminoglucósido o medicamentos de tipo penicilina es administrada por vía separada. La inactivación del aminoglucósido es clínicamente significativa sólo en pacientes con insuficiencia renal grave. La inactivación puede continuar en muestras de fluidos corporales recogidos para su análisis, dando lugar a lecturas inexactas de aminoglucósidos. Tales muestras deben ser adecuadamente manejadas (ensayadas con prontitud, congelados o tratados con beta-lactamasa).
Se ha demostrada alergenicidad cruzada entre los aminoglucósidos.
Como con otros antibacterianos, el uso de amikacina puede producir un sobrecrecimiento de microorganismos no sensibles. Si esto ocurre, el tratamiento adecuado debe ser instituido.
Los aminoglucósidos no deben administrarse concomitantemente con diuréticos potentes.
Información para los pacientes: Los pacientes deben ser informados de que los medicamentos antibacterianos incluyendo amikacina sólo deberán utilizarse para tratar infecciones bacterianas. No sirven para tratar infecciones virales (por ejemplo, el resfriado común). Cuando amikacina es prescrita para tratar una infección bacteriana, los pacientes deben saber que a pesar de que es común a sentirse mejor en las primeras etapas de la terapia, el medicamento se debe tomar exactamente como se indica. El saltarse la dosis o no completar el ciclo completo del tratamiento puede (1) disminuir la eficacia del tratamiento inmediato y (2) aumentar la probabilidad de que las bacterias desarrollen resistencia y no puedan tratarse con amikacina u otros medicamentos antibacterianos posteriormente.
A los pacientes se les debe aconsejar que la diarrea es un problema común causado por los antibacterianos, y por lo general termina cuando se suspende el antibacteriano. A veces, después de comenzar el tratamiento con antibióticos, los pacientes pueden desarrollar heces acuosas y sangrientas (con o sin calambres de estómago y fiebre), incluso tan tarde como dos o más meses después de haber tomado la última dosis del antibacteriano. Si esto ocurre, los pacientes deben contactar con su médico lo antes posible.
Carcinogénesis, mutagénesis y alteraciones de la fertilidad: No se han realizado estudios a largo plazo en animales para evaluar el potencial carcinogénico, y no se ha estudiado la mutagenicidad. Amikacina administrada por vía subcutánea a ratas en dosis de hasta 4 veces la dosis diaria en humanos no altero la fertilidad en los machos o hembras.
Embarazo: Efectos teratogénicos; embarazo categoría D.
Lactancia: Se desconoce si amikacina se excreta en la leche humana. Debido a que muchos medicamentos se excretan en la leche humana y debido al potencial de reacciones adversas graves de amikacina en los lactantes, deberá tomarse una decisión sobre si suspender la lactancia o discontinuar el medicamento, teniendo en cuenta la importancia del medicamento para la madre.
Pediatría: Los aminoglucósidos deberán usarse con precaución en los bebés prematuros y recién nacidos debido a la inmadurez renal de estos pacientes y la prolongación resultante de la vida media plasmática de estos medicamentos.
DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:
Se deberá obtener el peso corporal del paciente antes del tratamiento para el cálculo de la dosis correcta. Amikacina solución inyectable puede administrarse por vía intramuscular o intravenosa.
El estado de la función renal deberá ser estimado por la medición de la concentración de creatinina sérica o el cálculo del índice depuración de creatinina endógena. El nitrógeno ureico en sangre (BUN) es mucho menos confiable para este propósito. La reevaluación de la función renal deberá realizarse periódicamente durante el tratamiento.
Siempre que sea posible, deberá medirse las concentraciones séricas de amikacina para asegurar niveles adecuados pero no excesivos. Es conveniente medir el pico y concentraciones séricas de forma intermitente durante el tratamiento. Se deberá evitar concentraciones máximas (30 a 90 minutos después de la inyección) superiores a 35 microgramos por mL y concentraciones mínimas (justo antes de la siguiente dosis) inferiores a 10 microgramos por mL. La dosis deberá ajustarse como se indica.
Administración intramuscular para pacientes con función renal normal: La dosis recomendada para adultos, niños e infantes de más edad con función renal normal es de 15 mg/kg/día divididos en 2 ó 3 dosis iguales administradas a intervalos igualmente divididos, es decir 7.5 mg/kg cada 12 horas ó 5 mg/kg cada 8 horas. El tratamiento de los pacientes de mayor peso no debe superar los 1.5 gramos/día.
Cuando amikacina está indicada en recién nacidos, se recomienda una dosis de carga de 10 mg/kg administrada inicialmente para ser seguida con 7.5 mg/kg cada 12 horas.
La duración útil de tratamiento es de 7 a 10 días. Es deseable limitar la duración del tratamiento a corto plazo, siempre que sea posible. La dosis diaria total por todas las vías de administración no debe exceder los 15 mg/kg/día. En infecciones difíciles y complicadas, donde se considera el tratamiento por más de 10 días, el uso de amikacina deberá reevaluarse. Si se continua, deberán monitorearse los niveles séricos de amikacina y, la función renal, auditiva y vestibular. En los niveles de dosis recomendadas, las infecciones no complicadas debido a organismos sensibles a amikacina deberán responder en 24 a 48 horas. Si la respuesta clínica definitiva no se produce dentro de los 3 a 5 días, deberá discontinuarse el tratamiento y el patrón de susceptibilidad antibacteriana del organismo invasor deberá revisarse. El fracaso de la respuesta de la infección puede deberse a la resistencia del organismo o a la presencia de focos sépticos que requieren drenaje quirúrgico.
Cuando amikacina está indicado en infecciones no complicadas del tracto urinario, una dosis de 250 mg dos veces al día puede utilizarse.
Guía de Dosis |
||||
ADULTOS y NIÑOS CON FUNCION RENAL NORMAL |
||||
Peso del Paciente |
Dosis |
|||
lbs |
kg |
7.5 mg/kg |
5 mg/kg |
|
Cada 12 horas |
o |
Cada 8 horas |
||
99 |
45 |
337.5 mg |
225 mg |
|
110 |
50 |
375 mg |
250 mg |
|
121 |
55 |
412.5 mg |
275 mg |
|
132 |
60 |
450 mg |
300 mg |
|
143 |
65 |
487.5 mg |
325 mg |
|
154 |
70 |
525 mg |
350 mg |
|
165 |
75 |
562.5 mg |
375 mg |
|
176 |
80 |
600 mg |
400 mg |
|
187 |
85 |
637.5 mg |
425 mg |
|
198 |
90 |
675 mg |
450 mg |
|
209 |
95 |
712.5 mg |
475 mg |
|
220 |
100 |
750 mg |
500 mg |
Administración intramuscular para pacientes con insuficiencia renal: Siempre que sea posible, las concentraciones séricas de amikacina deberán ser controlados por los procedimientos de ensayo apropiados. Las dosis se pueden ajustar en pacientes con insuficiencia renal, ya sea por la administración de dosis normales a intervalos prolongados o por administración de dosis reducidas a intervalos fijos.
Ambos métodos se basan en la depuración de creatinina del paciente o los valores de creatinina sérica, debido a que se han encontrado que estos se correlacionan con la vida media de los aminoglucósidos en pacientes con función renal disminuida. Estos programas de dosificación deberán utilizarse en conjunto con observaciones clínicas y de laboratorio cuidadosas del paciente y deberán modificarse según necesidad. Ninguno de estos métodos deberá utilizarse cuando se realice la diálisis.
Dosis normal a intervalos prolongados: Si la tasa de depuración de creatinina no está disponible y el estado del paciente es estable, un intervalo de dosificación en horas de la dosis normal puede calcularse multiplicando la creatinina sérica del paciente por 9, por ejemplo, si la concentración de creatinina sérica es de 2 mg/100 mL, la dosis única recomendada (7.5 mg/kg) deberá administrarse cada 18 horas.
Reducción de la dosis en intervalos de tiempo fijos: Cuando la función renal se deteriora y se desea administrar amikacina en un intervalo de tiempo fijo, la dosis deberá reducirse. En estos pacientes, las concentraciones séricas de amikacina deben medirse para asegurar la administración correcta de amikacina y para evitar concentraciones superiores a 35 mcg/mL. Si las determinaciones de las pruebas séricas no están disponibles y la condición del paciente es estable, los valores séricos de creatinina y de depuración de creatinina son los indicadores más sencillos de medir el grado de insuficiencia renal para usarlo como una guía para la dosificación.
En primer lugar, iniciar el tratamiento mediante la administración de una dosis normal 7.5 mg/kg, como dosis de carga. Esta dosis de carga es la misma que la dosis normalmente recomendada que se calculará para un paciente con una función renal normal como se describió anteriormente.
Para determinar el tamaño de la dosis de mantenimiento administrada cada 12 horas, la dosis de carga deberá reducirse en proporción a la reducción de la tasa de depuración de creatinina del paciente:
Dosis de mantenimiento= Cada 12 horas |
CC observados en mL/min |
x calcular la dosis de carga |
normal CC en mL/min |
en mg |
|
(CC: tasa de depuración de creatinina) |
Una guía alternativa para determinar la dosis reducida en intervalos de 12 horas (para los pacientes cuyos valores de creatinina sérica en estado de equilibrio se conocen) es dividir la dosis recomendada normalmente por la creatinina sérica del paciente. Los esquemas de dosificación anteriores no pretenden ser recomendaciones rígidas, pero se ofrecen como guías para la dosificación cuando la medición de los niveles séricos de amikacina no son factibles.
Administración por vía intravenosa: La dosis individual, la dosis diaria total, y la dosis acumulativa total de amikacina sulfato son idénticas a la dosis recomendada para la administración intramuscular. La solución para uso intravenoso se prepara agregando el contenido de un vial de 500 mg a 100 ó 200 mL de diluyente estéril tal como cloruro de sodio al 0.9% inyectable o dextrosa al 5% inyectable o cualquiera de las soluciones compatibles (Dextrosa al 5% y cloruro de sodio al 0.2% inyectable, Dextrosa al 5% y cloruro de sodio al 0.45% inyectable, Lactato de Ringer inyectable).
La solución se administra a los adultos durante un período de 30 a 60 minutos. La dosis diaria total no deberá exceder los 15 mg/kg/día y se puede dividir en 2 ó 3 dosis igualmente divididas a intervalos divididos igualmente.
En pacientes pediátricos la cantidad de líquido utilizado dependerá de la cantidad ordenada para el paciente. Deberá ser una cantidad suficiente para infundir la inyección de amikacina sulfato durante un período de 30 a 60 minutos. Los infantes deberán recibir una infusión de 1 hora a 2 horas.
Amikacina no debe ser físicamente premezclado con otros medicamentos, pero deberá administrarse por separado de acuerdo a la dosis recomendada y la vía.
TRATAMIENTO EN CASO DE SOBREDOSIS:
En caso de sobredosis o reacción tóxica, la diálisis peritoneal o hemodiálisis ayudará en la eliminación de amikacina de la sangre. En el recién nacido, también puede considerarse la transfusión de cambio.
PERIODO DE VALIDEZ:
2 años.
PRECAUCIONES ESPECIALES DE CONSERVACIÓN:
Almacenar a temperatura no mayor de 30 °C. No congelar.