DEXAMETASONA 4 MG
DEXAMETASONA
Tabletas
COMPOSICIÓN:
Cada TABLETA contiene:
Dexametasona 4 mg
Excipientes: Celulosa microcristalina pH 102, lactosa monohidratada, almidón pregelatinizado, dióxido de silicio, estearato de magnesio c.s.p. 1 tableta
INDICACIONES TERAPÉUTICAS:
Procesos que requieran tratamiento antiinflamatorio e inmunosupresor, entre ellos:
— Tratamiento del edema cerebral secundario a tumores cerebrales, neurocirugía, abscesos cerebrales.
— Tratamiento del asma grave aguda.
— Tratamiento inicial de enfermedades dermatológicas agudas graves.
— Tratamiento inicial de enfermedades autoinmunes.
— Tratamiento de la artritis reumatoide activa.
— Profilaxis y tratamiento de las náuseas y los vómitos inducidos por citostáticos dentro del ámbito de regímenes antieméticos.
PROPIEDADES FARMACODINÁMICAS: Dexametasona es un glucorticoide fluorado con acciones antiinflamatorias e inmunosupresora muy elevadas y escasa acción mineralocorticoide. Los corticoides inhiben la síntesis de prostaglandinas y leucotrienos, sustancias que median en los procesos vasculares y celulares de la inflamación, así como en la respuesta inmunológica. Esto se traduce en que reducen la vasodilatación, disminuyen el exudado de fluido, la actividad leucocitaria, la agregación y desgranulación de los neutrófilos, la liberación de enzimas hidrolíticos por los lisosomas, la producción de radicales libres de tipo superóxido y el número de vasos sanguíneos (con menor fibrosis) en los procesos crónicos. Las dos acciones se corresponden con un mismo mecanismo que consiste en la inhibición de la síntesis de fosfolipasa A2, enzima que libera los ácidos grasos poliinsaturados precursores de las prostaglandinas y leucotrienos.
Dexametasona posee una duración de acción larga y un efecto glucocorticoide 7,5 veces mayor que el de prednisona o prednisolona y 30 veces mayor que el de la hidrocortisona.
Si es necesario un tratamiento a largo plazo con corticoides, la inducción potencial de la insuficiencia adrenocortical transitoria debe tomarse en cuenta. Debido a la acción de larga duración (semivida biológica de 36 horas), una administración continuada puede resultar en supresión adrenocortical permanente y finalmente atrofia.
PROPIEDADES FARMACOCINETICAS
Absorción: La dexametasona se absorbe rápida y casi completamente en el estómago y en el intestino delgado después de su administración por vía oral. La biodisponibilidad tras administración oral es del 80 - 90%. La concentración plasmática máxima se alcanza entre 1 y 2 horas después de su administración.
Distribución: Se une de forma dosis-dependiente a la albúmina plasmática. A altas dosis, la mayoría circula libremente en plasma sanguíneo y en casos de hipoalbuminemia, aumenta la proporción de corticoide no unido a proteínas (activo).
Metabolismo: La semivida de eliminación plasmática media de la dexametasona en adultos es aproximadamente de 250 minutos (+ 80 minutos). Debido a que la semivida de eliminación supera las 36 horas, la administración diaria continuada de dexametasona puede provocar acumulaciones y sobredosis.
Eliminación: La dexametasona se excreta principalmente por vía renal en forma de alcohol de dexametasona libre. Metabolización de la dexametasona puede tener también lugar hasta cierto punto. Los metabolitos son principalmente excretados vía renal en forma de glucuronatos o sulfatos. La insuficiencia renal no afecta significativamente la excreción de dexametasona. En cambio, en trastornos graves de la función hepática, la semivida de eliminación se encuentra aumentada.
CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes.
REACCIONES ADVERSAS:
Dependiendo de la dosis y duración del tratamiento, pueden producirse las siguientes reacciones adversas, siguiendo la clasificación MedDRA de órganos y sistemas afectados:
Trastornos de la sangre y del sistema linfático: Leucocitosis moderada, limfopenia, esosinopenia y policitemia.
Trastornos endocrinos: Supresión adrenal e inducción de síndrome de Cushing (cara de luna llena, adiposidad troncular).
Trastornos oculares: Glaucoma, cataratas (en particular en conjunción con opacidad subcapsulares posteriores), empeoramiento de los síntomas de úlceras corneales; infecciones oculares fúngicas, víricas y bacterianas, empeoramiento de infecciones bacterianas de la córnea, ptosis, midriasis, quemosis, perforación iatrogénica esclerótica.
Trastornos gastrointestinales: Úlcera péptica, hemorragia gastrointestinal, pancreatitis, molestias gástricas.
Alteraciones generales y en el lugar de administración: Retraso en la cicatrización de las heridas.
Trastornos del sistema inmunológico: Reacciones de hipersensibilidad (p.ej. exantema), reacciones anafilácticas graves tales como: Arritmia, broncoespasmo, descenso o incremento de la presión sanguínea, fallo circulatorio, paro cardiaco.
Infecciones e infestaciones: Enmascaramiento de infecciones, manifestación, exacerbación o reactivación de infecciones (bacterianas, víricas, fúngicas, parasitarias e infecciones oportunistas), activación de strongiloidiasis.
Trastornos del metabolismo y de la nutrición: Retención de sodio con edema, incremento de la excreción de potasio (que puede producir arritmias), aumento de peso, disminución de la tolerancia a la glucosa, diabetes mellitus, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, aumento del apetito.
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo: Atrofia muscular, debilidad muscular, miopatía, alteraciones del tendón, tendinitis, roturas tendinosas, osteoporosis (dosis dependiente, puede ocurrir incluso después de tratamientos de corta duración), osteonecrosis aséptica retraso de crecimiento en los niños, lipomatosis epidural, rupturas tendinosas.
Nota: La disminución excesivamente rápida de la dosis después de un tratamiento de larga duración puede causar síntomas como dolores musculares y articulares.
Trastornos del sistema nervioso: Pseudotumor cerebral (especialmente en niños), manifestaciones y exacerbación de epilepsia (convulsiones).
Trastornos psiquiátricos: Depresión, alucinaciones, inestabilidad emocional, irritabilidad, aumento de la actividad, psicosis, manía, euforia, ansiedad, alteraciones del sueño, ideación suicida.
Trastorno del sistema reproductor y alteraciones de las mamas: Alteración de la secreción de hormonas sexuales (amenorrea, hirsutismo, impotencia).
Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo: Acné esteroideo, estrías rojas, atrofia de la piel, petequias, telangiectasias, equimosis, hipertricosis, dermatitis rosaceiforme (perioral), cambios en la pigmentación de la piel.
Trastornos vasculares: Hipertensión, riesgo aumentado de arteriosclerosis y trombosis, vasculitis (también como síntoma de retirada después de tratamiento de larga duración), fragilidad capilar.
EFECTOS SOBRE LA CAPACIDAD DE CONDUCIR Y UTILIZAR MAQUINARIA: No existe evidencia de que este medicamento tenga efectos sobre la capacidad para conducir o utilizar máquinas
INTERACCIÓN CON OTROS MEDICAMENTOS Y OTRAS FORMAS DE INTERACCIÓN:
AINEs: Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (p.ej.: Indometacina, salicilatos) incrementan el riesgo de úlcera y hemorragia gastrointestinal.
Antidiabéticos orales, insulina: El efecto hipoglucemiante puede verse reducido.
Inductores enzimáticos CYP3A4 como la rifampicina, fenitoína, carbamazepina, barbitúricos y primidona pueden reducir el efecto de los corticoides.
Inhibidores enzimáticos CYP3A4 como ketoconazol e itraconazol pueden intensificar el efecto de los corticoides.
Efedrina: El metabolismo de los glucocorticoides puede acelerarse reduciendo su eficacia.
Derivados cumarínicos (anticoagulantes orales): Puede reducirse o mejorarse el efecto anticoagulante. La administración concomitante puede requerir el ajuste de la dosis del anticoagulante.
Estrógenos (ej. para uso anticoncenptivo): Pueden prolongar la vida media de los glucocorticoides. Por tanto, se intensifica el efecto clínico de los glucocorticoides.
Atropina y otros medicamentos anticolinérgicos: Puede producirse un incremento de la presión intraocular durante el tratamiento con este medicamento.
Glucósidos cardiacos: El efecto del glucósido puede intensificarse como resultado de la deficiencia de potasio.
Saluréticos/laxantes: El uso concomitante con dexametasona puede intensificar la excreción de potasio.
Praziquantel: Los glucocorticoides pueden provocar una disminución de los niveles de praziquantel en sangre.
Inhibidores ECA: El uso concomitante incrementa el riesgo de alteraciones en los parámetros hematológicos.
Cloroquina, hidroxicloroquina, mefloquina: Existe un aumento del riesgo de miopatía, cardiomiopatía.
Sustancias inmunosupresoras: Incremento de la susceptibilidad a padecer infecciones y potencial exacerbación o manifestación de infecciones latentes (p.ej.: Infecciones víricas, bacterianas, fúngicas, parasitarias y oportunistas). Además, en el caso de ciclosporina pueden elevarse los niveles de ciclosporina en sangre, lo que provoca un alto riesgo de sufrir convulsiones cerebrales.
Relajantes musculares no despolarizantes (rocuronio, vecuronio): Puede prolongarse la relajación muscular.
Protirelina: La administración de glucocorticoides puede reducir el aumento de TSH.
Fluoroquinolonas: Puede incrementar el riesgo de alteraciones del tendón.
Somatropina: Puede verse atenuado su efecto en casos de tratamientos a largo plazo con corticoides.
Antiácidos (p.ej.: Hidróxido de magnesio e hidróxido de aluminio): El uso concomitante puede reducir la absorción de glucocorticoides y provocar la reducción de la eficacia de este medicamento. Por tanto, la toma de estos medicamentos debe espaciarse 2 horas.
Interferencia con valores de pruebas analíticas:
Investigaciones inmuno-moduladas (por ejemplo, test de alergia): Los resultados pueden ser inhibidos.
ADVERTENCIAS ESPECIALES:
Embarazo: La dexametasona atraviesa la barrera placentaria. En el embarazo, especialmente durante el primer trimestre, se deberá iniciar el tratamiento solo después de valorar los posibles riesgos y beneficios del mismo. La semivida de eliminación de la dexametasona puede verse prolongada.
No se pueden descartar alteraciones del crecimiento fetal en tratamientos de larga duración con corticoides durante el embarazo. La administración de corticosteroides a animales preñadas puede causar anormalidades en el desarrollo fetal incluyendo fisura palatina, retraso del crecimiento intrauterino y efectos en el crecimiento y desarrollo cerebral. No hay evidencias de que los corticosteroides resulten en un incremento de la incidencia de anormalidades congénitas como fisura palatina/labio leporino en humanos.
Si el tratamiento con glucocorticoides se produce al final del embarazo, existe un riesgo de atrofia del córtex adrenal del feto que puede requerir una terapia sustitutoria de reducción gradual en el neonato.
Lactancia: La dexametasona es excretada en la leche materna. Hasta el momento, se desconoce si la dexametasona produce daño alguno en el niño amamantado con leche materna. No obstante, se recomienda prescribir este medicamento durante el periodo de lactancia únicamente en aquellos casos en los que se considere imprescindible. Si la enfermedad requiere altas dosis de dexametasona es recomendable destetar al lactante.
ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES ESPECIALES DE EMPLEO: Dependiendo de las dosis y duración del tratamiento, la insuficiencia adrenocortical inducida por los glucocorticoides puede persistir durante meses y en casos individuales hasta un año después de suspender el tratamiento. La insuficiencia adrenocortical aguda inducida por la terapia puede ser minimizada por una reducción lenta de la dosis si se planea la retirada.
Debido a la inmunosupresión, el tratamiento con este medicamento puede incrementar el riesgo de infecciones bacterianas, víricas, fúngicas o parasitarias e infecciones oportunistas. Los síntomas de infecciones manifiestas o en desarrollo pueden verse enmascarados haciendo, por tanto, el diagnóstico de las mismas más difícil. Infecciones latentes incluyendo tuberculosis o hepatitis B pueden verse reactivadas.
Debe prestarse especial atención en las siguientes situaciones:
— Infecciones bacterianas agudas y crónicas: Utilizar tratamiento antibiótico específico. En pacientes con antecedentes de tuberculosis administrar sólo bajo la protección de fármacos antituberculosos.
— Linfadenitis post-vacunación con BCG.
— Antígeno HbsAg positivo, hepatitis crónica.
— Infecciones víricas agudas (ej. Hepatitis B, varicela herpes zoster), herpes simple, poliomielitis, queratitis herpética, sarampión).
Se recomienda especial precaución en pacientes con immunosupresión o en pacientes que no hayan padecido sarampión o varicela y que estén en contacto con personas con sarampión o varicela. Estas enfermedades virales (varicela, sarampión) pueden presentar un curso especialmente grave en personas tratadas con glucocorticoides.
— Parasitosis y micosis sistémica (p. ej. nemátodos, infección amebiana): Tratamiento concomitante antimicótico y antiparasitario. En pacientes con fuerte infestación estrongiloide conocida o sospechada, los glucocorticoides pueden producir activación y diseminación.
— Entre 8 semanas antes y 2 semanas después de la vacunación profiláctica con vacunas vivas. Por otro lado, debe tenerse en cuenta que la administración de vacunas inactivadas es, en general, posible. Sin embargo, debe considerarse que la reacción inmune y, por consiguiente, el resultado de la vacunación con vacunas inactivadas puede verse comprometido cuando se administran dosis altas de glucocorticoides.
— Úlcera péptica: Se recomienda tratamiento concomitante con medicamentos antiulcerosos.
— Osteoporosis: Dependiendo de la duración y de la dosis del tratamiento cabe esperar un impacto negativo sobre el metabolismo del calcio. Se recomienda administrar concomitantemente calcio y, si fuese necesario, vitamina D. En pacientes con osteoporosis preexistente, debería considerarse la necesidad de utilizar un tratamiento adicional. En casos de osteosporosis grave, sólo debe considerarse el tratamiento con dexametasona para indicaciones vitales o durante cortos periodos de tiempo.
— Insuficiencia cardíaca grave.
— Hipertensión de difícil control: Tratamiento combinando antihipertensivo y monitorización del paciente a intervalos regulares.
— Diabetes mellitus de difícil control: Seguimiento clínico y ajuste del tratamiento antidiabético.
— Enfermedad psiquiátrica incluyendo riesgo de suicidio (también incluido en el historial psiquiátrico del paciente): Se recomienda seguimiento neurológico y psiquiátrico.
— Glaucomas de ángulo cerrado, glaucomas de ángulo abierto, úlceras o lesiones corneales: Se recomienda estrecha monitorización oftalmológica y terapia adecuada.
Debido al riesgo de perforación intestinal, dexametasona sólo se administrará en casos estrictamente necesarios y debidamente monitorizados en situaciones tales como:
— Colitis ulcerosa grave con riesgo de perforación sin irritación peritoneal.
— Diverticulitis.
— Enteroanastomosis (inmediatamente después de cirugía).
Los signos de irritación peritoneal posteriores a la perforación gastrointestinal pueden no aparecer en pacientes tratados con altas dosis de glucocorticoides.
Al administrar concomitantemente fluoroquinolonas y corticoesteroides, aumenta el riesgo de sufrir alteraciones en los tendones, tendinitis y roturas tendinosas.
En determinadas situaciones especiales de estrés físico durante el tratamiento con este medicamento (p. ej.: Trastornos febriles, accidentes, operaciones, partos), puede ser necesario un incremento temporal de la dosis diaria de corticoide.
Pueden producirse reacciones anafilácticas graves.
Cuando se finalice o sea necesario discontinuar un tratamiento de larga duración con glucocorticoides, deberá considerarse que existe riesgo de: Exacerbación o recaída de la enfermedad subyacente, insuficiencia adrenocortical aguda y síndrome de retirada de cortisona.
Una miastenia gravis concomitante puede inicialmente exacerbarse durante el tratamiento con este medicamento.
Las dosis altas de dexametasona requieren adecuados suplementos de potasio y restricciones de sodio en la dieta; y se deberán monitorizar los niveles plasmáticos de potasio.
La administración de dosis altas de dexametasona puede ocasionar bradicardia.
Los tratamientos de larga duración con dexametasona requieren monitorización médica regular (incluyendo un seguimiento oftalmológico cada 3 meses).
Población pediátrica: El uso de este medicamento durante la fase de crecimiento está sujeto a un estricto manejo del balance beneficio-riesgo. (Ver Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo).
En caso de tratamientos de larga duración, el tratamiento debería ser intermitente o alterno.
Las evidencias disponibles sugieren efectos adversos sobre el desarrollo neurológico a largo plazo tras el tratamiento temprano (< 96 horas) de niños prematuros con enfermedad pulmonar crónica a dosis iniciales de 0,25 mg/h dos veces al día.
Pacientes de edad avanzada: Debido al elevado riesgo de sufrir osteoporosis de los pacientes de edad avanzada, sólo debe administrarse dexametasona si el balance beneficio-riesgo de este tratamiento para el paciente ha sido estrictamente valorado.
Uso en deportistas: Este medicamento puede establecer un resultado analítico de control de dopaje como positivo.
Advertencias sobre excipientes: Este medicamento contiene lactosa. Los pacientes con intolerancia hereditaria a galactosa, insuficiencia de lactasa de Lapp (insuficiencia observada en ciertas poblaciones de Laponia) o malabsorción de glucosa o galactosa no deben tomar este medicamento.
DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Las dosis requeridas dependen del tipo y gravedad de la enfermedad así como de la respuesta individual del paciente al tratamiento. En general, inicialmente se administran dosis altas que acostumbran a ser más elevadas en los procesos graves agudos que en las enfermedades crónicas.
Se recomiendan las siguientes pautas de dosificación:
Edema cerebral: Dependiendo de la causa y severidad de la enfermedad, dosis de 16 - 24 mg (hasta 48 mg) al día, repartidas en 3 - 4 (hasta 6) dosis durante 4 - 8 días. Durante la terapia con radiación así como en el tratamiento conservador de tumores cerebrales no operables pueden requerirse dosis bajas de mantenimiento con dexametasona.
Asma severa aguda: En adultos, 8 - 20 mg, con repeticiones de 8 mg cada 4 horas.
Enfermedades dermatológicas agudas graves: Dosis diarias de 8 - 40 mg que pueden llegar a 100 mg en algunos casos según el tipo y extensión de la enfermedad, seguido de tratamiento a dosis decrecientes.
Enfermedades autoimmunes en fase activa: Ej. lupus eritematoso sistémico 6 - 16 mg /día.
Artritis reumatoide activa: Ej. formas destructivas rápidas 12 - 16 mg/día, manifestaciones extraarticulares 6 - 12 mg/día.
Profilaxis y tratamiento de las náuseas y vómitos inducidos por citostáticos en el ámbito de los regimenes antieméticos: 10 - 20 mg, antes de iniciar la quimioterapia, seguido de 4 - 8 mg de dexametasona, 2 - 3 veces al día durante 1-3 días (en casos de quimioterapia moderadamente emetógena) o hasta un total de 6 días (en casos de quimioterapia altamente emetógena), si es necesario.
Dependiendo de la enfermedad subyacente, los síntomas clínicos y la respuesta al tratamiento, la dosis puede ser reducida progresivamente hasta terminar, o reducirse hasta la dosis mínima de mantenimiento a la vez que se monitoriza el sistema adrenal, si es necesario. En principio, la dosis debe ser lo suficientemente elevada y la duración del tratamiento lo suficientemente larga, mientras que por otro lado debe mantenerse la mínima dosis durante el menor tiempo posible.
Generalmente, la reducción de dosis debe realizarse de forma escalonada.
Si después de la terapia inicial se considera necesario seguir con un tratamiento de mantenimiento, debe considerarse la posibilidad de seguir el tratamiento con prednisona/prednisolona por producir menor supresión del córtex adrenal.
En caso de hipotiroidismo o cirrosis hepática, pueden ser suficientes dosis más bajas.
Población pediátrica
Asma grave aguda: 0,15 - 0,3 mg/kg, seguido de 0,3 mg/kg cada 4 - 6 horas.
FORMA DE ADMINISTRACIÓN: Las tabletas deben tomarse, durante o después de las comidas, ingeridos con la ayuda de suficiente líquido.
Como norma general, la dosis total diaria se administra, a ser posible, de una sola vez por la mañana (tratamiento circadiano). No obstante, en pacientes que requieren de dosis altas es frecuente requerir varias administraciones al día para conseguir el máximo efecto.
MEDIDAS EN CASO DE SOBREDOSIS: No se conocen intoxicaciones agudas con dexametasona. En casos de sobredosificación crónica puede esperarse una intensificación de las reacciones adversas descritas, especialmente las relacionadas con el sistema endocrino, el metabolismo y el equilibrio electrolítico.
No se conoce antídoto para dexametasona.
INFORMACIÓN RELACIONADA A LA FECHA DE EXPIRACIÓN:
Periodo de validez: No utilizar después de la fecha de expiración indicada en el envase.
CONDICIONES DE ALMACENAMIENTO: Almacenar a temperatura no mayor a 30 °C
MANTÉNGASE FUERA DEL ALCANCE DE LOS NIÑOS
VENTA CON RECETA MÉDICA
Rev. 00
Fabricante:
LUSA® LABORATORIOS UNIDOS S. A.
Av. Bolivar 561/Av. Paso de los Andes 740 Pueblo Libre Teléfonos: 204-5600 Lima - Perú